Hace 11 meses, las declaraciones de un jefe policiaco secuestrado exhibieron la dinámica con la cual los cárteles convierten a policías municipales en sus empleados.

55 policías municipales han sido detenidos en Chiapas durante las últimas semanas por vínculos con grupos del crimen organizado, específicamente en los municipios de Comitán de Domínguez y Tuxtla Gutiérrez. 

Fue en febrero cuando Germán Alegría Estrada, director de Seguridad Pública del municipio de Berriozábal, apareció en un video supuestamente grabado por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación. Había sido privado de su libertad y obligado a confesar: 

“Hay pocos sicarios: todos los jales los hacemos nosotros”, dijo. Así, con esta declaración obtenida antes de ser asesinado, el jefe policiaco de Berriozábal exhibió las relaciones de la policías municipales de Chiapas con grupos del crimen organizado. Según esta versión, funcionarios de todo tipo en los municipios de Villa de las Rosas, Tuxtla Gutiérrez, Comitán de Domínguez, Berriozábal, estarían colaborando o al menos mantienen vínculos con el Cártel de Sinaloa que, actualmente, libra una guerra en la zona contra el CJNG y el Cártel Chiapas Guatemala.

Apenas el domingo pasado, 15 de diciembre, la Policía Estatal de Chiapas detuvo a 92 elementos de la Policía Municipal de Comitán de Domínguez; 46 de los detenidos fueron puestos a disposición de un juez y permanecen privados de su libertad en el penal de el Amate.

A los agentes se les acusa de motín, ejercicio ilegal del servicio público y asociación delictuosa. Además de estas detenciones, en Comitán las fuerzas estatales también desmantelaron 38 narco-tiendas. 

Una semana después, el 23 de diciembre, un segundo operativo en Tuxtla Gutiérrez terminó con nueve policías municipales y otros dos de investigación detenidos. A los 12 se les acusa de desaparición forzada de personas.   

A estas detenciones ocurridas en Chiapas, se suman las ocurridas a finales de noviembre en lo que se conoció como la “Operación Enjambre” en la que fueron detenidos mando policiacos de distintos municipios del Estado de México, además de alcaldes y otros funcionarios, por vínculos con el crimen organizado.

En septiembre pasado, 10 policías municipales de Taxco, Guerrero, fueron detenidos por su implicación en la desaparición forzada de 5 jóvenes y por el asesinato, desaparición e inhumación clandestina del periodista Enrique Hernández Avilés.

De acuerdo con las confesiones Germán Alegría, el jefe policiaco de Berriozábal, en Chiapas la policía municipal se habría convertido en el brazo armado del Cártel de Sinaloa en la zona y se les permite mantener retenes carreteros para informar al cártel de cualquier movimiento, además de casas de seguridad.

Según estas declaraciones, la policía municipal apaga o cambia de dirección la cámaras de seguridad disponibles para que no queden registro de los secuestros, asesinatos, robos o cualquier hecho delictivo y es frecuente que los uniformados levanten personas que después entregan a las organizaciones criminales o que ellos mismos ejecuten asesinatos por órdenes de uno u otro cártel.

El cuerpo de Germán Alegría fue encontrado dentro de un automóvil en Tuxtla Gutiérrez junto a los cuerpos de Rafael Martín Vázquez Perez y Ulises Gómez de la Cruz, su chofer y su escolta. También a ellos los mataron. 

Publicado originalmente en: https://fabricadeperiodismo.com/noticias/chiapas-crimen-organizado-policias-detenidos/