#DiasdelFuturoPasado volumen 46
Jorge Tadeo Vargas.*
El 16 de junio se presentó la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para la construcción del megaproyecto turístico mal llamado Tren Maya. Esta se presenta fuera de tiempo. Se presenta después del evento público de inauguración o banderazo de inicio que hace unas semanas hizo el presidente de la república, lo que nos dice que el proyecto fue aprobado antes del 16 de junio, igual se esta construyendo desde hace meses, con lo que se entiende que la presentación de la MIA no siguió el proceso indicado por la ley.
El gobierno federal dice que este proyecto tiene como objetivo principal detonar el turismo en la región maya o lo que ellos piensan que es. Esto lo hacen obviando entre muchas otras cosas los impactos a la naturaleza, el patrimonio biocultural de las comunidades, las actividades productivas de las poblaciones y las nuevas condiciones que se darán una vez pasada esta pandemia/cuarentena.
La presentación de la MIA parece un intento por callar las voces que han criticado la ausencia del proceso para la aprobación del proyecto, incluida esta manifestación. Se presenta cuando ya no es viable evaluar la pertinencia, viabilidad, los impactos y las medidas de mitigación. Claro que se han evaluado. Existen estudios que así lo muestran, pero para fines de la aprobación, la MIA es el documento para hacerlo. Así que como diría mi abuelo, presentarla fue solo para “taparle el ojo al macho”. Lo hacen como el último paso cuando debió ser el primero. Es el documento que permite la aprobación de un proyecto o lo rechaza dependiendo de su lectura. Es un producto necesario para que las autoridades tomen una decisión. Sino existe es causal de suspensión del proyecto por parte de las autoridades. Claro, aquí son las propias autoridades quienes están violando la ley.

La Manifestación de Impacto Ambiental es el primer paso que un promovente tiene que dar ante las autoridades cuando presenta un proyecto. SEMARNAT la revisa, y dependiendo de lo que se presenta se hace una evaluación de los impactos, de las medidas de mitigación y prevención, entonces se puede rechazar, aprobar con condiciones o aprobarlo tal cual. Presentarlo al final, cuando ya existen algunas obras en construcción, con todo un aparato mediático vendiéndolo como la solución para el desarrollo y el progreso de la región no solo es absurdo, sino que se contrapone a las leyes de protección ambiental que el gobierno esta más que obligado a respetar. Por si esto no es poco, la presentación de la MIA también sirve para que las comunidades que serán afectadas por un proyecto puedan organizarse antes de su aprobación, que se puedan prevenir ante los impactos, que sean capaces de informarse para actuar. Acá algunos dirán que del tren maya se sabe desde hace mucho, es cierto, pero con este documento se tiene la información de todo el proyecto, de hasta donde afecta y se tienen las herramientas legales para detenerlo.
Otro de los mecanismos importantes que se tienen al presentarse una MIA en tiempo y forma es la posibilidad de una presentación publica del proyecto, donde las comunidades afectadas pueden preguntar, cuestionar, pedir más información, presentar datos adicionales, en fin, con este mecanismo se puede detener un proyecto, si las autoridades responsables escuchan a las comunidades. Aquí tengo que ser muy claro. No es una consulta publica para ver si el proyecto va o no va. Es solo la presentación del proyecto a las comunidades. Digamos que, en este caso en particular, la consulta, aunque no se ha hecho de forma oficial, el NO que han dicho la mayoría de las comunidades es más que claro. No esta de mas decir que en el caso de la consulta este proyecto al menos esta violando el convenio 169 de la OIT que pide una consulta publica a los pueblos originarios. Contradictorio que un proyecto llamado tren maya, pase por alto una consulta a sus pobladores.
Hablar de los impactos bioculturales, ecosistémicos, económicos, sociales, entre otros que dejará este proyecto en la región es un poco ocioso ya que existen muchos artículos tanto de opinión e investigaciones académicas que lo han dicho. Tal vez en otro momento los retome para evidenciar la falacia del progreso y desarrollo que nos vende el modelo de producción-consumo. Lo que me interesa recalcar en este momento es el doble discurso del gobierno federal actual que presume de ser un gobierno diferente, de estar comprometido con la ciudadanía, mientras que actúa como lo hicieron los gobiernos anteriores; desde la impunidad, incapaces de cumplir con sus propias leyes, aunque sea simulando que lo hacen, no con el cinismo que están actuando en el caso de sus proyectos estratégicos. El no cumplir con los procesos que marca la ley, dejan muy claro lo poco que les importa. Ni MIA, ni consulta pública, ni nada. Solo imposición e interés privados.

Cabe resaltar la actuación del secretario de SEMARNAT que mientras simula que quiere terminar con los “infiernos ambientales” como a él le gusta llamarles a las zonas de sacrificio, parece no darse cuenta o disimula que lo hace con los que se producirán por las acciones de la 4T, con sus proyectos devastadores, extractivos, privatizadores, criminales. Nos esperan mas regiones de sacrificio, mientras las autoridades se hacen de la vista gorda. Mientras aplican la ley de forma discrecional, claro ellos son -o creen serlo- intocables.
Desde la rebelión contra Elisyum
Año de la pandemia
Junio del 2020
*Activista, escritor, anarquista, biólogo, panadero casero, coordinador de LIDECS
Foto principal: infobae.com