Por Isabel Dorado Auz
Se terminó el tiempo de las precampañas y la constante fueron discursos huecos, de buenas intenciones, pero de pocos compromisos serios con la Sociedad. Pareciera que hay una especie de acuerdos entre los distintos actores políticos para no abordar temas que generarían un debate serio y perfilaría las verdaderas intenciones de quienes pretenden contender por la gubernatura del estado.
Después de muchos años de lucha por conservar como espació público, el emblemático lugar conocido como la Sauceda, no vemos en el discurso de los políticos, en plenas precampañas, un compromiso serio por recuperar los siete polígonos que desincorporó Claudia Pavlovich con las negras intenciones de entregarles 13.5 hectáreas de ese lugar a particulares, hectáreas que son muy necesarias para el proyecto ciudadano del Corredor Biológico que propone la creación de un bosque urbano en ese lugar. Misma suerte corre otro emblemático bien público, el Parque de Villa de Seris, que ha sido rehabilitado por el colectivo Ciudadanía Activa y que este próximo sábado trece será punto de encuentro entre especialistas en nutrición, que orientarán sobre buenas prácticas de alimentación, y usuarios de la pista peatonal artesanal que creó el colectivo.
Otro tema importante es la obra de drenaje que está construyendo el gobierno del estado, con el aval de autoridades municipales y federales, y que tan inconformes tiene a los habitantes de Bahía de Kino. A pesar de múltiples denuncias, en cuanto a irregularidades de la obra en cuestión, no ha sido posible obtener un posicionamiento serio de ningún político al respecto. Pareciera que este problema no existe y ni siquiera hay la voluntad de tomar en cuenta el sentir de los directamente afectados. Ningún político cuestiona la falta de transparencia en esa obra y, mucho menos, se atreven a pedir cuentas al respecto.
Un último tema importante que abordaré, aunque existen muchos más, tiene que ver con la imperiosa necesidad de otorgarle a la Universidad de Sonora una nueva ley para acabar, de una vez por todas, con los vicios generados a partir de la imposición de la ley 4 por parte de Beltrones en 1991. Para Nadie es un secreto que el exgobernador tomó el control de la Universidad de Sonora cuando le impuso como “máxima autoridad” a una Junta Universitaria, que solo ha servido para garantizarle al grupo de los “químicos” el control absoluto de nuestra Alma Mater.
Decía el día de hoy Juan Carlos Zúñiga que la gobernadora ha tenido un Congreso del Estado a modo y. por ello, ha logrado transitar en aguas tranquilas en estos últimos años. Me atrevo a afirmar que también ha tenido a “políticos” a modo que poco o nada cuestionan el proceder de la mandataria. Es por eso por lo que los discursos carecen de sustancia, porque Nadie quiere contrariar a los poderes fácticos. Por eso, tampoco sorprende que Morena sea la plataforma de lanzamiento de muchos “políticos” que gozan de mala fama, pero que están muy bien conectados con quienes realmente gobiernan el estado.
Dice el presidente que es importante separar el poder político del poder económico. Parece que en Sonora esa idea representa una verdadera utopía.
*Miembro de Amigos y Amigas del Parque Madero, Ciudadanía Activa y es maestro universitario.
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