“…el país ganará todavía 10% menos de lo previsto originalmente en la Reforma Energética. Es decir, no contentos con vender los recursos que nos quedan, estos se venden a bajo precio, se malbaratan. Y cosa muy preocupante son las llamadas flexibilizaciones: al no presentar informes de ingeniería y de instalaciones, se incrementa el riesgo no sólo de derrames, daños al medio ambiente y demás, sino también los riesgos de accidentes que dañen o terminen con vidas humanas”.
Redacción/Libera Radio
Todavía se oyen las palabras de algarabía de los encargados gubernamentales de llevar a cabo la “fase dos” de la Ronda Uno de licitaciones para explorar y explotar los combustibles fósiles mexicanos. Han calificado de “éxito” al hecho de que tres de cinco licitaciones hayan tenido contendientes y ganador y sólo dos se hayan declarado desiertas, a diferencia de la “fase uno” en la que fueron 4 de 5 las desiertas.
Y es que los inversionistas extranjeros se habían reservado de participar, pues no les habían convenido las condiciones puestas por el gobierno, de manera que hicieron el desaire a la fase uno. ¿Presión? No piense nunca usted eso. Pero la reacción del gobierno fue inventarse la fase dos y de paso flexibilizar las condiciones para que las empresas tuvieran más incentivos.
Y qué clase de incentivos. Según el “Reporte de observación sobre las empresas que participan en Ronda Uno (segunda licitación)” de la organización civil Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER), la Secretaría de Energía “flexibilizó los requisitos contenidos en los modelos de contratos y las bases de la segunda licitación: se redujeron las utilidades operativas que le corresponderían al Estado mexicano de 40% al 30%, así como el monto de garantía de seriedad de la propuesta, y ahora se permite a las empresas realizar exploración además de extracción. Además, se flexibilizó el contenido de los registros y se eliminó el requisito de presentar algunos informes, tales como el reporte de ingeniería y el informe de construcción de instalaciones”. (1)
En castellano, el país ganará todavía 10% menos de lo previsto originalmente en la Reforma Energética. Es decir, no contentos con vender los recursos que nos quedan, estos se venden a bajo precio, se malbaratan. Y cosa muy alarmante son las llamadas flexibilizaciones: al no presentar informes de ingeniería y de instalaciones, se incrementa el riesgo no sólo de derrames, daños al medio ambiente y demás, sino también los riesgos de accidentes que dañen o terminen con vidas humanas. O como lo dice PODER:
“Esta flexibilización es particularmente preocupante ante los antecedentes de corrupción, daños medioambientales y violaciones graves de derechos humanos por parte de cinco empresas (Shell, BP, Chevron, Grupo Carso y Grupo Bal). Algunas de estas empresas tienen operaciones en México desde hace años y han sido señaladas por prácticas de corrupción, vínculos con el crimen organizado y control territorial estratégico. Las cinco empresas investigadas por la organización civil Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER) participan en la segunda licitación de Ronda 1, cuyos ganadores serán dados a conocer el próximo 30 de septiembre de 2015”.
Y aunque ninguna de estas empresas resultó ganadora (con excepción de BP, aunque de manera indirecta) en la fase dos, no deja de ser peligrosa la situación, pues nada garantiza que cualquiera de las empresas, ganadoras hoy en un futuro, vayan a actuar diferente de como han actuado en el pasado. Nos referimos a la parte de la corrupción, daños medioambientales y violaciones graves a los derechos humanos.
Las ganadoras a la fase dos de la ronda uno fueron: Eni International y los consorcios Pan American Energy–E&P, y Fieldwood Energy–Petrobal.
Eni International B.V. (Área Contractual 1)
La empresa obtuvo los contratos para la extracción en los campos Amoca, Miztón y Teocalli. Es una de las multinacionales más grandes del mundo, de origen italiano, especializada en toda la cadena de actividad petrolera, que va desde la exploración y extracción dehidrocarburos, refinación y mercadeo, hasta el suministro y comercialización de gas, energía eléctrica y LNG. El gobierno italiano es socio del 30.1% de la compañía, que cotiza en la Bolsa de Valores de Milán y con ARD en la Bolsa de Nueva York. La empresa que dirige Claudio Descalzi también se dedica a la ingeniería y construcción y servicios petroleros a través de su subsidiaria Saipem.
Pan American Energy–E&P (Área Contractual 2)
El consorcio ganador obtuvo los contratos para extraer hidrocarburos en el campo Hokchi. Fundada en 1997, es la principal productora privada de hidrocarburos de Argentina. Fue constituida como fruto de la fusión entre Bridas y Amoco Corp. (hoy BP) y se dedica a la exploración y extracción de petróleo y gas natural. En 2014 produjo 103,000 barriles diarios de petróleo y desde 2001 hasta ese año ha invertido 11,000 millones de dólares (mdd) en sus actividades. En Argentina, la compañía que dirige Felipe Bayon Pardo cuenta con un 17% de participación consolidada en el mercado local, pues produce 16% y 19% del gas natural y petróleo total del país, respectivamente.
Fieldwood Energy-Petrobal (Área Contractual 4)
El consorcio obtuvo los contratos para la extracción de hidrocarburos en los campos Ichalkil y Pokoch. Es una petrolera estadounidense con sede en Houston, Texas, con poco más de dos años de operación que se centra en la exploración extracción de hidrocarburos en América del Norte, incluyendo el Golfo de México. En tanto, Petrobal es una empresa creada apenas en 2015 por el mexicano Grupo Bal de Alberto Baillères para la exploración y extracción de hidrocarburos, de cara a la reforma energética aprobada en 2014. La empresa es dirigida por Carlos Morales Gil, quien fue jefe de exploración y producción de la petrolera estatal Pemex y que renunció el año pasado.
Como podemos darnos cuenta en este último párrafo, no ha faltado quien brinque del sector público al privado aprovechando la información, formación y circunstancias para beneficio propio. Aunque en efecto, no hay nada ilícito en ello. Es como el inexistente conflicto de intereses en la casa en Ixtapan de la Sal del Secretario de Gobernación: la compra-venta se hizo cuando todavía no era miembro del gabinete, sólo era parte del equipo de transición de Peña Nieto. Nomas eso.
A nuestro ver, el mundo necesita urgentemente encontrar la manera de terminar con nuestra dependencia de los combustibles fósiles para sobrellevar la vida. Que la maquinaria que nos provee casa, alimentación y vestido (de la calidad hablamos luego) esté basada en un bien perecedero y qué su consumo afecta de una manera irreversible al planeta es insostenible. O cambiamos de modelo o cambiamos de casa. O la casa nos cambiará a nosotros.
(1) El reporte completo, muy recomendable, se puede leer y bajar aquí: projectpoder.org/es/2015/09/2173/
(2) Con información de www.cnnexpansion.com/economia/2015/09/30/quienes-son-los-3-ganadores-de-la-segunda-fase