
#DiasdelFuturoPasado 80
“Quiero mi vídeo con Ken Loach,
quiero mi canción de Carla.”
El miedo va cambiar de bando, Riot Propaganda
Por Jorge Tadeo Vargas
En las últimas semanas se habló mucho en las redes sociales sobre la películas más reciente del director Adam Mckay, “Don’t Look Up” producida por el gigante del streaming en vídeo Netflix y en la cual desde la sátira hace una crítica a la estupidez de la civilización actual dominada por el capitalismo de plataforma y todos sus mecanismos de control, redes sociales, fake news, polarización de opiniones y un largo etcétera que si bien no es nuevo se han visto potencializadas en estos años en que la información (falsa o verdadera) está a un click de distancia.
Esta no es la primera vez que Mckay utiliza la sátira para la denuncia social. Lo hizo en “The Big Short” (2015) para denunciar la caída de la bolsa y la burbuja inmobiliaria que se dio en Estados Unidos entre el 2007 y el 2010, basada en el libro de Mike Lewis. También lo hizo con “Vice” para contar la historia del ex-presidente Dick Chenney y su control de la Casa Blanca. Es un experto para usar la comedia de esta forma. “Don’t Look Up” no iba a ser la excepción.
La película fue todo en éxito, con varias nominaciones a los “Golden Globe” incluida mejor película, además de convertirse por varias semanas en “Trendig Topic”en las redes sociales como Facebook o Twitter, donde cada individuo defendió la versión que entendió sobre lo que quiso contar el director. En México la derecha la usó para criticar las políticas del gobierno actual, especialmente las que tienen que ver con el cambio climático, mientras que los simpatizantes de la 4T la usaban para criticar a la derecha y su intolerancia. Una situación muy similar a la que se ve en la segunda mitad de la película. La polarización se dio, cada uno defendía su verdad, discutían para ver quien tenía razón, las clásicas discusiones en redes sociales se volcaron en el filme hasta que llego un nuevo tema que lo desplazara. Ahora ya nadie se acuerda de la película.
Sin entrar en cuestiones técnicas, “Don´t Look Up” pertenece a un tipo de cine que en realidad no hace una crítica al sistema capitalista, mucho menos al sistema de clases actual, solo lo usa como fórmula de mercado, es como separar la basura en casa sin cuestionar al modelo de producción-consumo, un divertimento con un poco de conciencia social para liberarnos de culpas, para hacernos creer que no nos tragamos las mentiras que el capitalismo nos vende. Es como escuchar “Testify” de Rage Aganist the Machine en Spotify, programado por Amazon’s Alexa; no es malo pero tampoco estamos siendo críticos al sistema. Admirar a Kaeppernick no nos acerca a la raíz del movimiento “Black Lives Matter” pero nos hace sentir bien tener ese referente.
No me malentiendan, el cine siempre ha sido una plataforma para algunos activistas que lo han utilizado para la denuncia social, sin ir muy lejos a bote pronto puedo mencionar a Paolo Pasolini, Ken Loach, Eloy de la Iglesia entre muchos otros que lo han usado para difundir sus ideas, es muy probable que Mckay también lo use con el mismo objetivo, Jordan Peele ha defendido que en sus películas usa el terror como parte de la denuncia anti racista, aunque se quede corto en ella. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre los primeros y los segundos? ¿Por qué Loach en este momento no recibe tanta difusión como Mckay o Peele? Es simple, la declaración política que va inserta en su cine. Mientras que Ken Loach hace cine anti capitalista, Mckay solo busca polemizar sin profundizar en la raíz de las problemáticas, eso lo deja a criterio de quienes la vemos y termina siendo una arma de dos filos, por el simple hecho que si no se es lo suficientemente claro con lo que se quiere, corremos el riesgo de convertirlo en simple divertimento.
De nuevo, no me mal entiendan disfrute bastante “Don’t Look Up” al igual que lo hice con sus dos películas anteriores e incluso con aquellas que solo son comedias para pasar un buen rato como “Stepbrothers”, “Anchorman: the legend of Ron Burgundy” entre muchas otras de las comedias que ha hecho junto a su socio y amigo Will Ferrel, pero no creo que “Don’t Look Up” sea una película crítica, es solo divertimento con una pizca de crítica social que si bien puede servir para que alguien busque más información, investigue y termine yéndose al lado oscuro del anticapitalismo, no es ese el objetivo.
Una parte importante de la película que vale la pena rescatar es que mientras que los “buenos” nos invitan a “Mirar hacia arriba” y los malos nos dicen que no lo hagamos, que sigamos viendo “Hacia abajo” ni unos, ni los otros nos invitan a la organización, a voltear a vernos entre nosotros, a organizarnos, solo a ver, sin hacer nada más, ya habrá alguien que lo haga por nosotros. No hace una reflexión real sobre la importancia de la organización comunitaria. No es, por lo tanto, una crítica real al sistema, ni al modelo de producción-consumo que lo sustenta.
Dejo fuera el tema de las ganancias millonarias de la película, de los altos salarios que cobraron los actores de renombre que aparecen en ella porque es algo que es bastante obvio, la industria del cine, como todas las industrias aprovechan lo que necesitan para seguir produciendo dinero. Es claro que las nuevas plataformas funcionan de la misma forma. No son contra el sistema, sino parte de él.
Desde los bosques de Klatch City
a 36 de pandemia
*Jorge Tadeo Vargas, escritor, ensayista, anarquista, a veces activista, pero sobre todo panadero casero y padre de X.