“Queremos que se dejen de implementar estrategias que están fuera de reglamento como lo es la carta-compromiso y los condicionamientos que nos obstaculizan académicamente, no sólo a nosotros sino a las futuras generaciones que participen dentro del programa de movilidad. Queremos transparencia en los procesos que se llevan a cabo en la Subdirección de Movilidad Estudiantil”.
“…el no habernos ido [a otras escuelas, atendiendo al Programa de Movilidad] por el motivo de que después no podríamos regresar el apoyo que se nos dio, significaría que el programa de movilidad estudiantil es elitista, un programa elitista dentro de una universidad pública, donde sólo los alumnos de un nivel económico suficiente como para autofinanciarse la movilidad”.
Problemática y afectaciones
En la Universidad de Sonora existe un Programa de Movilidad Estudiantil que promueve estancias académicas tanto nacionales como internacionales, programa al cual los alumnos aplicamos.
La universidad nos otorgó un apoyo económico para manutención, el cual nos está pidiendo que reintegremos por haber sido acreedores de una beca de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Dentro de los requisitos que nos pidieron para otorgarnos el apoyo económico, estaba el firmar una carta compromiso que nos comprometía a regresar el dinero. Para que la firmáramos, la Universidad nos coartó de tal forma que si no firmábamos dicha carta, la Universidad no nos expediría una constancia IPES (Institución Pública de Educación Superior) necesaria para solicitar la beca de la SEP. Además, dicha firma la realizamos bajo presión porque todavía no contábamos con los recursos necesarios para solventar transporte y manutención, de tal forma que las autoridades se aprovecharon de nuestra necesidad económica.
Las afectaciones continuaron incluso estando en nuestros destinos, ya que la Subdirección de Movilidad Estudiantil nos mandó un correo ultimátum que de no pagar el día 22 de junio, perderíamos nuestro derecho a descuento por promedio en la siguiente inscripción, lo que según la misma Comisión de Derechos Universitarios constituye una violación a nuestros derechos como universitarios.
Además los alumnos tuvimos problemas para inscribirnos, es decir que nos negaron el acceso a la inscripción y cuando resolvimos ese asunto, ya habíamos perdido los primeros turnos de inscripción y por lo tanto no pudimos elegir los horarios ni maestros que hubiéramos querido.
Por otra parte, nuestra deuda se canalizó a nuestro estado de cuenta y de ser alumnos de buenos promedios, pasamos a ser deudores de nuestra universidad. Debido a ello estamos en la imposibilidad de tramitar nuestra carta pasante y nuestro título profesional por lo que los alumnos que ya egresaron y los que estamos por egresar nos veremos obstaculizados para nuestros planes profesionales.
Lo que hemos hecho
En el proceso de denuncia, el Movimiento Estudiantil Movilidad 2015-1 ha recorrido diversas instancias dentro y fuera de la Universidad de Sonora con el fin de que nos proporcionen una resolución a nuestra problemática.
Primeramente, acudimos a una reunión con el Subdirector de Movilidad Estudiantil, el Dr. Gerardo Trinidad Paredes Quijada, reunión en la cual, a pesar de que él mismo admitió que la constancia IPES no se debe condicionar, se empeñó en el hecho de que ya habíamos firmado la carta-compromiso, haciendo caso omiso al hecho de que fue bajo condicionamiento y sin considerar tampoco que teníamos la urgente necesidad que de ese apoyo económico. Para formalizar nuestra queja, mandamos una carta dirigida al Consejo Institucional de Movilidad planteando toda nuestra problemática pero no nos respondieron.
Después mandamos una carta al Dr. Jesús Manuel Barrón Hoyos, Director de Servicios Estudiantiles a la cual adjuntamos las firmas de los estudiantes inconformes. Pero nunca obtuvimos su respuesta.
Posteriormente, entregamos esa misma carta al Mtro. Armando Nieblas Picos, titular de la Comisión de Derechos Universitarios y tampoco nos dio respuesta.
Finalmente mandamos también una carta dirigida al Sr. rector, el Dr. Heriberto Grijalva Monteverde y a la vicerrectora, la Dra. Arminda García de León Peñúñuri. La vicerrectora no respondió. En cuanto al Sr. Rector, nos citó para tratar el asunto, no sin antes haber pasado por una serie de inconvenientes para concretar dicha reunión. Al final de la reunión no se logró nada, puesto que el Dr. Grijalva ya tenía redactado un oficio con la respuesta negativa hacia los estudiantes, el cual decía que debíamos devolver el dinero. Parte de sus argumentos fueron que la universidad no está obligada a otorgar ningún apoyo económico sino que hace préstamos como una atención a los alumnos que aún no tienen el depósito de su beca de la SEP. Además comparó su estrategia de préstamos con el crédito educativo, mencionando que la diferencia es que la universidad no cobra intereses. Asimismo, el Sr. Rector aceptó que la implementación de préstamos no está estipulada en el reglamento, pero sin que esto fuera relevante para él. De la misma forma, en el reglamento tampoco viene estipulado el que debamos firmar una carta-compromiso para la devolución del dinero, ni tampoco establece que estamos impedidos para gozar de alguna otra beca complementaria. [El Reglamento de Movilidad se puede ver aquí].
Mientras todo este proceso transcurría, solicitamos asesoría de algunos abogados de la UNISON. Uno de ellos nos ayudó a redactar una queja para la Comisión Estatal de Derechos Humanos, queja que aún sigue en proceso por lo cual todavía no hay una resolución.
Por toda esta adversidad, el Movimiento Estudiantil de Movilidad 2015-1 optó por convocar a los medios y hacer una denuncia pública para que tanto la comunidad estudiantil, como la sociedad civil se enteren de los malos manejos administrativos de las autoridades en turno.
Por último, nos parece importante mencionar también que uno esperaría de las autoridades universitarias un comportamiento atento, de disposición, con apertura al diálogo, comprensivo ante las necesidades de los estudiantes y sobre todo humano. Lamentablemente, el comportamiento de las autoridades, particularmente del Dr. Paredes, del rector Heriberto Grijalva y la secretaria general de finanza la Mtra. María Guadalupe Sánchez Soto, dejó mucho que desear. Ellos se mostraron intolerantes durante las reuniones sostenidas y exaltados ante nuestros argumentos y peticiones.
Lo que queremos
Queremos que las autoridades competentes de la UNISON actúen de acuerdo a los reglamentos internos y que nuestros derechos como estudiantes no sean violentados.
Queremos transparencia en los procesos que se llevan a cabo en la Subdirección de Movilidad Estudiantil.
Queremos que se dejen de implementar estrategias que están fuera de reglamento como lo es la carta-compromiso y los condicionamientos que nos obstaculizan académicamente, no sólo a nosotros sino a las futuras generaciones que participen dentro del programa de movilidad.
Queremos autoridades que se responsabilicen éticamente de las labores que les corresponden, esto quiere decir que debería reconsiderarse si las autoridades en turno son aptas para los puestos que ejercen.
Queremos una respuesta inmediata porque hay alumnos egresados obstaculizados por su deuda y otros más por egresar que nos veremos en la misma situación.
Queremos que nos escuchen y no que nos impongan cualquier tipo de disposiciones, queremos que se nos atienda nuestras peticiones y no que nos ignoren, queremos que nos traten con respeto y dignidad y no con una actitud déspota. Queremos que nuestras autoridades se comporten como académicos de un nivel humano respetable y no como groseros empresarios que ven la educación como un negocio y no como una inversión de formación integral de los estudiantes.
Queremos que el rector no haga oídos sordos a las problemáticas que le competen tal como la que los alumnos de movilidad estamos atravesando. Y que por el contrario muestre apertura al diálogo para que pueda considerar nuestras peticiones en sus decisiones.
Lo que haremos
– Apelar a la Gobernadora Claudia Pavlovich Arellano para que intervenga en nuestro caso.
– Informar a los estudiantes que quieren participar en el Programa de Movilidad
– Que se investigue qué pasa con los recursos que la UNISON espera que los estudiantes regresemos.
Otros Puntos
Somos 60 afectados (los que firmamos)
Apoyos nacionales $15,000 manutención y $4,000 transporte. Apoyos internacionales $30,000 manutención y $13,000 transportación.
Sólo el Colegio Académico está facultado para realizar modificaciones a todo lo que concierne con la normatividad, no el rector.
El manejo del apoyo como préstamo nunca fue claro a lo largo del proceso. El dinero que la universidad nos dio siempre lo llamaron apoyo económico incluso en la carta-compromiso que nos hicieron firmar, venía redactado como apoyo económico. Por lo tanto, los estudiantes lo asumimos como apoyo económico.
El conocimiento de que el dinero otorgado por la UNISON era préstamo (con lo único que se quiere defender el rector) a fin de cuentas resulta irrelevante porque de todas maneras estuvo condicionada la firma de la carta-compromiso, si no, hubiéramos podido decidir libremente el firmarlo o no. Ahora sabemos que hubiéramos podido exigir el apoyo que corresponde por reglamentación, obviamente que los más probable es que no nos lo hubieran dado. Un estudiante, Uriel, dijo que mando cartas para negarse a firmar la carta-compromiso pero las autoridades omitieron sus quejas y no ofrecieron otras opciones. Si no firmábamos, no había apoyo.
Consideramos inválidos los criterios para definir quién obtiene el apoyo económico y quién no, puesto no está basado en una reglamentación, y además hay alumnos que tienen otras becas como la Santander, CUMEX, etc. Y a ellos no los hicieron firmar la carta-compromiso. Sin embargo hay información de que también les pidieron la reintegración del apoyo económico, obviamente que muchos también se negaron.
No hay igualdad en la repartición del apoyo económico
El apoyo económico para la movilidad estudiantil sí es una obligación porque hay un convenio con la SEP que apoya a las universidades públicas nacionales y es un presupuesto que renueva cada año.
Otras universidades que permiten el apoyo económico a la par que la beca de la SEP son: la universidad de Guadalajara, Benemérita de Puebla, de Monterrey, Sinaloa, de León Guanajuato, de Querétaro, y la UNAM. Lo sabemos porque convivimos con esos alumnos.
Una pregunta que nos han hecho como argumento es: ¿por qué firmaste la carta-compromiso, si sabías que no podrías regresar el dinero?
1. Esa pregunta es como si invirtieran la problemática hacia nosotros. Los alumnos decidimos vivir la experiencia del intercambio académico y cultura y para ello realizamos el proceso de admisión a ese programa apegados a las disposiciones pertinentes, cumplimos en tiempo y forma. ¿Qué hay de malo en ello? ¿Qué hay de malo en ejercer el derecho a participar en ese programa? ¿Eso es digno de considerarse problemático? Pienso que no hay que distorsionar la información y hay que enfocarnos en las acciones de las autoridades, porque son ellos los que están actuando de manera irregular. La problemática no debe ser el por qué nos fuimos, sino las disposiciones sin respaldo reglamentario que implementaron las autoridades.
2. Por otra parte, el no habernos ido (a otras escuelas, atendiendo al Programa de Movilidad) por el motivo de que después no podríamos regresar el apoyo que se nos dio, significaría que el programa de movilidad estudiantil es elitista, un programa elitista dentro de una universidad pública, donde sólo los alumnos de un nivel económico suficiente como para autofinanciarse la movilidad, serían los únicos que podrían participar en ese programa. Sin embargo, en la universidad hay alumnos de diferentes niveles económicos y no se nos debe despojar de nuestros derechos sólo por nuestro estatus económico. De ser un requisito ostentar un nivel económico suficiente para autofinanciación de la movilidad, debería estipularse en el reglamento y debería incluir un estudio socio-económico de los aspirantes para que la universidad se asegure de que los alumnos no necesitarán del apoyo económico de la universidad. ¿Les parecería eso justo y admisible? A nosotros no. Eso en las universidades privadas, no en la UNISON.
Fuente: Boletín de prensa, estudiantes de la Unison Rocío Bella Piña y Rosaelva López Flores.