Extraído del Border Hub. Por Liliana Rincón.
Javier García Salcedo nació en San Pedro de las Colonias y creció en Francisco I Madero, estos son dos de los cinco municipios que forman parte de la zona conocida como “La Laguna de Coahuila” y los cuales se caracterizan por sus altas concentraciones de arsénico en el subsuelo. Desde pequeño, Javier vio cómo muchos habitantes de su comunidad tenían los pies negros o las manos llenas de granos. Años más tarde, cuando empezó a estudiar en la Facultad de Medicina, supo cuál era el motivo.
“Estando en segundo año, el doctor Bulmaro Valdés Anaya me llevaba a investigar (…) nos llevaba a que viéramos una patología ocasionada por contaminación y atando cabos yo le dije ‘yo sé dónde están los pacientes, porque a final de cuentas mis familiares están enfermos de eso’”, recuerda el médico.
Javier ahora es internista, geriatra, farmacólogo y catedrático, además, desde que inició su segundo año en la facultad se ha dedicado a investigar el hidroarsenicismo, o consumo de agua contaminada con arsénico, en La Laguna, un problema que se genera al extraer el agua a mayores profundidades. Se estima que en 1950 el recurso natural se podía encontrar a 50 metros, pero actualmente está hasta 400 o 600 metros.
La presencia de este metal en el subsuelo de la región no sólo pudo haber provocado la muerte de varios miembros de la familia de Javier, sino que sospecha que desde hace tres años, aproximadamente, le ocasionó cáncer, pese a llevar una vida sana. “Mi tía vivía a un lado de la noria -un lugar con 1.0 miligramos de arsénico por litro de agua- cuando yo iba siempre bebía agua de ahí, hasta que entré a medicina me di cuenta que está hasta el tope de arsénico”.
El problema del hidroarsenicismo en municipios de La Comarca Lagunera y sus consecuencias en la salud de la población no son nuevos. Desde hace más de 40 años se crearon diversos proyectos para dotar de agua libre de contaminantes a los habitantes de la zona, pero ninguno ha ofrecido una solución definitiva. El más reciente es “Agua Saludable Para La Laguna”, pero de acuerdo con investigadores, ambientalistas y activistas, su estructura –lejos de erradicar la contaminación del agua potable con arsénico y lograr la recuperación de los mantos freáticos–, da continuidad a la sobreexplotación del acuífero, ya que no contempla medidas contundentes para recargar lo mantos subterráneos, ni la cancelación de pozos clandestinos.
A finales de marzo de 2021, el Presidente Andrés Manuel López Obrador encabezó la ceremonia que marcó el inicio del proyecto “Agua Saludable para La Laguna”, ahí se informó que el gobierno federal haría una inversión de ocho mil millones de pesos, pero a menos de un año de esto, el 10 de enero de 2022, en la presentación del programa de ejecución esta cifra ya se había elevado a 11 mil 252 millones de pesos. Estos montos no son justificables para diferentes investigadores y ambientalistas, quienes señalan que una solución más accesible sería instalar plantas purificadoras (casas de agua), similares a las que actualmente operan en diversas zonas urbanas como negocios privados y ofrecer agua a precios bajos en las diversas ciudades y comunidades, ya que no es necesario potabilizar el recurso natural que se utilizará para lavar la ropa, trapear y asearse, pues el arsénico no afecta a las personas por el contacto con la piel, se tiene que ingerir.
“Para mí es un desperdicio, cuando hay otras vías para purificar el agua que es estrictamente necesaria que esté purificada, que es la de consumo de bebida y de alimentos. Se podría ahorrar mucho dinero”, dice Gonzalo García Vargas, investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Juárez del Estado de Durango, toxicólogo y catedrático. Como ejemplo pone a Lequeitio, municipio de Francisco I Madero Coahuila, en donde se está haciendo una prueba piloto con una casa de agua para dotar de líquido a la población en garrafones rellenables a cambio de siete pesos.
Otra de las preocupaciones es que el recurso natural, sin contaminantes, en realidad no alcance para todos.
“Lo principal es que el agua libre de arsénico llegue a las comunidades con mayor concentración de este contaminante y que llegue suficiente agua a las regiones rurales del norte, del noreste y del este de la región lagunera”, afirma Gonzalo García.
Solución excluyente
“Agua Saludable para La Laguna” no incluye a comunidades de los municipios de Rodeo y Cuencamé que aparecen fuera de la Norma Oficial Mexicana 127, de acuerdo con los reportes de monitoreo de 2019 obtenidos a través de una solicitud de acceso a la información realizada a la Comisión Nacional de Agua.
A pesar de que los pozos 1 y 2 de Pedriceña, pertenecientes a Cuencamé, presentaban 0.0376 y 0.0333 miligramos de arsénico por litro de agua, cuando el nivel permitido es 0.025; el pozo 2 de Velardeña tenía 0.849; el 1 y el 4 de Cuencamé reportaban 0.0534 y 0.0485 respectivamente y el Rodeo 0.0426, no fueron incluidos en este proyecto, que es considerado uno de los más importantes del actual sexenio.
Sobre la decisión de dejar fuera a estas zonas, la Conagua argumentó que Velardeña, municipio de Cuencamé, y Gotera, de Rodeo, tienen plantas de remoción de arsénico por ósmosis inversa, pero las autoridades locales tienen otra información. “No se han detectado niveles de arsénico en los pozos o galerías de la cabecera municipal y la planta tratadora existente tiene más de 3 años sin funcionamiento”, aseguró Clarisa Ibañez, directora del Sistema de Agua del municipio de Rodeo, en una respuesta a una solicitud de acceso a la información.
Por otro lado, el Sistema de Agua de Cuencamé indicó que no existe un plan ni procedimiento que se ponga en práctica para disminuir los niveles de arsénico en el municipio y no hay una planta tratadora o filtros de remoción de arsénico instalados a pie de pozo, de acuerdo con información entregada vía transparencia. La mala calidad del recurso natural también está presente en otros municipios que no están incluidos en este proyecto.
“Hay municipios -fuera de este proyecto- donde el agua es muy dura, el indicador que tiene la gente es que no se puede ni cocer frijoles, el agua tiene muchos metales […] es un agua turbia, no requiere ni de laboratorio para ver que esa agua tiene muchos minerales”, aseguró Jesús Rentería, jefe de la Comisión para la Prevención de los Riesgos Sanitarios del estado de Durango en la región.
“Lo que pedimos es el apoyo de la CAED (Comisión del Agua del Estado de Durango) y a la Conagua para que a estos municipios se les apoye con esto y que sea un agua de calidad la que les ofrezcan”.
Además, hay una seria duda sobre los riesgos en el Río Nazas, que es de donde se entregará el agua para potabilizar y usar para consumo humano.
“Hay lagunas de oxidación que están cerca del río y no sé cómo lo van a manejar cuando se eche a andar el proyecto, en el caso de las comunidades de Nazas y Rodeo tienen las lagunas de oxidación cerca del río, es agua que está contaminada, la vemos correr, pero la verdad se tiene que tratar y hacer algo con esas lagunas de oxidación. Esa parte de Nazas está muy cerca del río y filtra las aguas al río, esas lagunas de oxidación tienen que cambiarse, reubicarlas”, explicó Rentería.
En Nazas, una región con apenas 12,957 habitantes, son pocos los que consumen agua de la red de agua potable, la gran mayoría compran garrafones o los rellenan en máquinas donde proveedores privados las expenden a bajos costos. Parecería que nadie confía en el agua de la llave, de acuerdo a los testimonios de varios pobladores.
“Ahí (en Paso Nacional) unos químicos mandaron analizar el agua y salió con arsénico”, relató una mujer que lleva muchos años viviendo en esa localidad. A pesar de este resultado, ninguna autoridad acudió a explicarles el tema.
Por su parte, Jesús Ortega, habitante de esta zona, describe la contaminación del agua “como sarro que queda en las tuberías, en las llaves o los tinacos”. Y cuenta que en la comunidad de Santa Teresa de la Uña se deja agua reposando por la noche y en la mañana “queda cebosa”.
La tercera es la vencida
Ingeniería y Gestión Hídrica S.C., en asociación con Fro Ingenieros S.A. de C.V. y Servicios y Consultores S.C., fueron los ganadores para la elaboración del proyecto del que parte toda la iniciativa Agua Saludable para La Laguna, pero levanta suspicacias que obtuvieron el contrato después de que en un inicio fueron descalificadas, tanto en la licitación pública como en la invitación restringida.
Aunque todo este procedimiento es legal, lo sospechoso es que contrataran a las mismas tres empresas que ya habían participado, asegura Daniel Felipe de la Garza Ferrer, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles de La Laguna. “Si siguen participando los mismos, y de alguna manera no cumplieron, es sano que se transparente por qué no cumplieron y por qué están volviendo a participar, definitivamente no es algo muy ordinario, no es algo que al menos genere confianza”.
Fernando Izaguirre, exdiputado local y miembro fundador de la asociación Alianza Laguna por el Agua se hace las mismas preguntas . “Meten tres empresas amigas y no pasan la primera vez, no pasan la segunda y la tercera por ley se hace adjudicación directa, esto es un show como pasa en México, ya tienen claro quién lo va a hacer para que se repartan el dinero”, asegura.
En agosto de 2020, Germán Martínez Santoyo, entonces director general de Cuenca Cuencas Centrales del Norte de la Comisión Nacional del Agua, declaró a Noticieros GREM que se hizo la licitación y “ los que concursaron y propusieron no presentaron todos los requisitos que marcamos, sobre todo en la parte técnica. Hay que considerar que este proyecto tiene muchas áreas de ingeniería que requieren de alta especialización. Tenemos conducción, derivación, una planta de bombeo y una planta potabilizadora”, aseguró Martínez Santoyo.
Esto dista un poco de lo que está publicado en los documentos de Compranet, en donde se especifica que Ingeniería y Gestión Hídrica S.C., en asociación con Fro Ingenieros S.A. de C.V. y Servicios y Consultores S.C., no cumplieron con requisitos financieros ni en la licitación pública, ni en la invitación restringida, pero no se hace referencia a los requerimientos técnicos del proyecto.
El 10 de julio de 2020, Karyna López de la Torre, directora de Administración del Organismo Cuencas Centrales del Norte de la Comisión Nacional del Agua, firmó la resolución negativa de la licitación pública LO-016B0032-E19-2020. El documento especifica que se declara desierto el concurso porque “los recursos legales, técnicos y económicos propuestos por los invitados no son los necesarios para ejecutar satisfactoriamente los trabajos”.
En ese concurso participaron nueve empresas con diversas propuestas económicas que oscilaron entre los 8 millones 40 mil pesos y 35 millones 21 mil . Una de ellas fue Ingeniería y Gestión Hídrica S.C., en asociación con Fro Ingenieros S.A. de C.V. y Servicios y Consultores S.C., con un monto de 19 millones 829 mil pesos, de acuerdo con el documento del fallo de la licitación LO-016B032-E19-2020 publicado en el portal electrónico Compranet.
Aunque la propuesta de Ingeniería y Gestión Hídrica S.C., y sus socios, era la quinta más baja, la Comisión Nacional del Agua les negó el proyecto porque una de las compañías asociadas no presentó domicilio ni acta constitutiva y no fue posible verificar su objeto social, según consta en la información publicada en Compranet.
El siguiente paso, la invitación restringida IO-1600032-E22-2020, resultó desierta. Ahí nuevamente participó la empresa Ingeniería y Gestión Hídrica S. C./FRO Ingenieros S.A. de C.V./ Servicios y Consultores S.C, ofreció hacer los trabajos por 18 millones 787 mil pesos, pero tampoco lo obtuvo. El motivo: “el licitante hizo un cálculo incorrecto de los costos indirectos ya que utiliza el “importe total de indirectos de oficinas centrales” cuando debió utilizar el “importe total de oficinas centrales” , de manera que “la proposición no es congruente con todos los documentos económicos que la integran”, según consta en los documentos publicados en Compranet. Además de que tampoco presentaron el cargo del cálculo adicional (impuesto de inspección, control y vigilancia de los trabajos por la Secretaría de la Función Pública).
A pesar de estas fallas en los requisitos, apenas 42 días después de la negativa en la primera licitación y siete de la invitación restringida , es decir el 21 de agosto de 2020, se emitió el oficio de adjudicación directa en beneficio de Ingeniería y Gestión Hídrica S. C./FRO Ingenieros S.A. de C.V./ Servicios y Consultores S.C. El contrato alcanzó los 17 millones 489 mil 602.20 pesos, dos millones 300 mil pesos menos que su propuesta inicial. Karyna López de la Torre fue la responsable de firmar los documentos de rechazo y también de asignación.
El contrato 2020-B04-B22-DE-05-CAF- AD-A-OR-001 justifica que esta decisión porque se llevó a cabo la licitación pública E016B00032E192020, que se declaró desierta el 10 de julio de 2020, y posteriormente se realizó la invitación restringida 01600032-E22-2020 a tres empresas que también se declaró desierta y por ello, con fundamento a los artículos 41 y 44 de la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las mismas, y el artículo 78 del reglamento se procedió a la adjudicación directa.
Un baile de cifras y un proyecto que no alcanza para todos
Aunque la razón de ser de “Agua Saludable Para La Laguna” es velar por la salud de la población, a la fecha la Secretaría de Salud federal no tiene estudios epidemiológicos que revelen la cantidad de personas afectadas por el hidroarsenicismo, por lo que no se tiene una verdadera idea de la magnitud del problema, tampoco hay datos sobre los tratamientos que se le estarían brindando, así consta en la respuesta a la solicitud 330026921000524 en la que la SSA Aseguró que no cuentan con “copia de estudios históricos o información estadística epidemiológica sobre pacientes afectados por hidroarsenicismo en municipios de la zona conocida como La Laguna de Coahuila y Durango desde 1970”.
El problema del arsénico está relacionado con la sobreexplotación del acuífero, que a su vez tiene que ver con la extracción de una mayor cantidad de agua de los pozos en comparación con la autorizada, por eso la vigilancia debería de ser uno de los focos principales del gobierno, pero contrario a esto, sólo hay tres inspectores para revisar que más de 2 mil fuentes de abastecimiento del líquido cuenten con medidores y garanticen que se sacan únicamente las cantidades concesionadas, de acuerdo con las declaraciones del director de la Comisión Nacional del Agua, Germán Martínez, durante una rueda de prensa realizada el 26 de julio de 2021. En ese mismo evento se le cuestionó si aumentaría el número de verificadores y su respuesta fue que “tienen mucho trabajo de gabinete primero”.
Ambientalistas, activistas sociales, académicos, investigadores y representantes de los módulos de riego han manifestado su preocupación por la apertura de pozos de agua ilegales, un tema que tampoco es nuevo en La Laguna. Aunado a la falta de verificadores, hay un desconocimiento total del número de pozos de aguas concesionados e ilegales que existe en la región. El 27 de marzo de 2021, fecha en que se dio el banderazo de inicio al proyecto “Agua Saludable para La Laguna”, la entonces directora de la Conagua, Blanca Jiménez, hablaba de 2 mil 600, pero en 2016 la misma dependencia federal respondió a una solicitud de acceso a la información que había 3 mil 75 pozos únicamente para uso agrícola y la Actualización de la Disponibilidad Media Anual de Agua en el Acuífero Principal Región Lagunera (523) Estado de Coahuila, publicada en 2018, informaba la existencia de 2 mil 350.
Blanca Jiménez explicó que del acuífero subterráneo se extraen 931 millones de metros cúbicos de agua, cuando solo ingresan 519 millones, es decir mucho menos.
Para recuperar el agua que no llega al acuífero se pretende sacar de operación 160 pozos de los 2 mil 600 que ella afirma que existen, menos del 10 por ciento y únicamente se van a clausurar los que dan servicio a los usuarios domésticos, esto a pesar de que solo el 20 por ciento del agua que se utiliza en la región va para consumo humano, la industria y servicios y el otro 80 por ciento es para uso agrícola.
Y es que si no se pone en marcha un plan de ordenamiento de la extracción del acuífero este colapsará, reconoció Gabriel García, encargado del proyecto de La Laguna, pero a un año de que se anunciara oficialmente el arranque del proyecto no se tenía un plan para evitar esto.
“Les he pedido a los de Conagua que presenten un plan para evitar la sobreexplotación y las tomas ilegales, yo espero que en los tres meses de diagnóstico tengamos un plan consensuado y empecemos a actuar de inmediato”, dijo García.
No solo existe el riesgo de que el acuífero colapse, también está el hecho de que el agua no alcance para todos. En el manifiesto de impacto ambiental del proyecto Agua Saludable para La Laguna se asegura que no se prevé darle preferencia a la población en el abasto de agua sobre el sector agropecuario porque “se ha propuesto que ambos tengan los mismos privilegios”, pero también se habla de la posibilidad de que “durante cuatro años consecutivos se dejen de entregar 33 hm3 (millones de metro cúbicos) de agua potable”.
Tomando en cuenta esto, la sola ejecución del proyecto no será suficiente para abastecer de agua a toda la población que lo requiere, por lo que se pretende tener un esquema de respaldo en el que, a pesar de que los usuarios cedan sus derechos a favor del proyecto para que no haya afectaciones en el sector agrícola, los Organismos Operadores de agua tendrán que conservar sus pozos actuales para que entren en operación cuando sea necesario.
En el manifiesto de impacto ambiental también se simularon los efectos del cambio climático y la ocurrencia de una sequía extrema, como la que se presentó en el periodo de 1993 a 2004, y se concluyó que definitivamente será necesario disponer de los pozos (los que conserven agua de buena calidad).
A pesar de tener en papel todos estos escenarios, en los que “Agua Saludable para La Laguna” no alcanza para todos, y de que Gabriel García reconoce la posibilidad de que en algún momento se tenga que elegir entre dotar de agua para la población y el sector agropecuario, el funcionario también afirma que “son decisiones que no se tienen que tomar por ahora”, por lo que se desconoce de manera oficial cuál va a ser el plan si todo esto sucede.
Para Javier García Salcedo, investigador y médico, la clave es frenar la sobreexplotación del acuífero, apoyar a los campesinos, a los ganaderos y los agricultores a través del subsidio a la tecnificación del campo, poner medidores, tecnificar cultivos y que no se amplié la frontera de cultivos, es decir, que no se siembre una mayor cantidad con el agua que se ahorra.
“Que se cultive lo que está concesionado y cerrar definitivamente los pozos clandestinos […] Agua saludable es solamente un paliativo, nos hace falta el agua para las vacas, para la agricultura, La Laguna es una y no debemos dejarla morir. Hay que poner los medidores y cerrar los pozos clandestinos”, asegura de manera firme García Salcedo.
Desperdicio de dinero y una serie de planes fallidos
“Agua saludable Para La Laguna” no es el único proyecto que se ha puesto en marcha en la Región. Esta problemática lleva más de 40 años y desde 1978 se busca llevar agua libre de arsénico a las comunidades más afectadas, entre ellas el ejido de Batopilas, recuerda Javier García Salcedo.
“Primero fue llevar agua con pipas, luego los destiladores solares y después plantas desaladoras de ósmosis inversa, una en el ejido Batopilas, otra en San Salvador y otra Itinerante”.
Sumado a esto, a inicios de los 90 se creó el sistema conocido como Caballo Blanco (que según el borrador con originales costó alrededor de 11 mil millones de pesos), más adelante un sistema interestatal de agua que lleva el líquido de Torreón a Matamoros y posteriormente los filtros a pie de pozo, uno de ellos, establecido en la colonia El Fresno, una zona residencial, cerrada al público en general.
El resultado: de las 52 plantas potabilizadoras a pie de pozo que se construyeron en los últimos 10 años, 39 no funcionan por diversas causas y 13 no cumplen con la Norma Oficial Mexicana, de acuerdo con una presentación realizada por la Comisión Nacional del Agua a mediados de 2021.
Los filtros a pie de pozo más que una solución fueron un gasto millonario: sólo 31 de los instalados costaron más de 249 millones de pesos, de acuerdo con la respuesta a una solicitud de información.
Y el acueducto “Caballo Blanco”, cuyo nombre oficial es “Acueducto interestatal de agua en bloque libre de arsénico”, el cual iniciaría con una dotación de 410 litros por segundo y en 2010 debería llegar a 715, nunca logró su objetivo.
“El gobierno se ha acostumbrado a que grandes problemas los soluciona con grandes proyectos que cuestan muchísimo dinero, el cual sale de los impuestos de los ciudadanos, y son proyectos técnicamente muy buenos, pero no resuelven la justicia social. Mientras no se detenga la sobreexplotación del acuífero el problema va a continuar, ya no tomamos agua del acuífero porque está contaminada, ahora vamos a tomar agua del río, ¿pero este problema cuándo lo vas a combatir? ¿Cuándo se va a combatir la sobreexplotación?”, explica Mygdy Vargas, integrante del observatorio socioambiental de la Universidad Iberoamericana en La Laguna.
Las conclusiones de los especialistas son claras: mientras no haya un equilibrio entre la recarga del acuífero y la extracción, el problema no será resuelto, pues en la medida en que saquemos agua a mayor profundidad tendrá más arsénico, explica Salvador Hernández Velez, rector de la U A de C y quien en su juventud fue activista a favor de llevar agua libre de arsénico a la población de La Laguna.
Responsabilidad histórica
Ambientalistas promovieron un amparo contra la construcción de una presa derivadora en el área natural protegida del Cañón de Fernández, pero se vieron obligados a retirarlo, esto después de que en agosto de 2021, el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, les pusiera un ultimátum al asegurar que si esta obra no se llevaba a cabo destinaría los 10 mil millones de pesos (cifra que dio en ese momento) de Agua Saludable para La Laguna a otros proyectos.
Ante el descontento de diversos sectores de la población y los juicios promovidos, el Presidente de la República nombró en octubre de 2021 al senador Gabriel García Hernández como representante del proyecto, pero es importante recalcar que en la semblanza curricular desplegada en el portal del senado no se menciona que tenga experiencia en estos temas, sólo se indica que fue senador de agosto a noviembre de 2018 (puesto al que regresó en julio de 2021) y coordinador general de programas de desarrollo de la Presidencia de la República de diciembre de 2018 al 30 de junio de 2021.
Con Gabriel García ya como representante del gobierno federal, el grupo Prodefensa del Nazas aceptó firmar un acuerdo conciliatorio en el que se indica que “se respetará el caudal ecológico (…) y el agua de estiaje(…) para asegurar las condiciones del sistema rivereño, se realizarán las gestiones para garantizar una correcta distribución hídrica con fines agrícolas a los ejidos que conforman el módulo 03 San Jacinto, a través de los sistemas de tecnificación”, de acuerdo con la solicitud de acceso a la información 330009421000398. Con esto se buscó calmar la preocupación de decenas de campesinos sobre el hecho de que sus dotaciones de agua para riego se vean disminuidas.
Además, parecería que se negoció remover el amparo a cambio de la creación de una nueva área natural protegida que implicaría la asignación de recursos, pues el acuerdo menciona: “Se reconocerá una nueva área natural protegida bajo la categoría de reserva de la biósfera de la comarca lagunera que llevará como nombre ‘Ríos y Montañas de la región lagunera’ e incluirá el Cañón de Fernández, la Sierra del Sarnoso- La India y la reserva ecológica municipal sierra y Cañón de Jimulco. Los recursos que sean determinados por la dirección general de gestión forestal y de suelos por concepto de compensación ambiental por el cambio de uso de suelo en terrenos forestales del proyecto sean destinados únicamente al manejo, desarrollo y conservación del área natural cuya creación se propone”.
Prodefensa del Nazas confirmó que aceptaron este acuerdo bajo la promesa de la creación de esta nueva área natural protegida, pero que ellos como organización no estarán a cargo de este dinero, aseguró Juan José Rojas, abogado de la asociación.
Agua Saludable Para La Laguna representa un parteaguas, un antes y un después en cuanto a la disponibilidad del recurso natural para la región y Gabriel García, encargado del mismo, no asume la responsabilidad histórica de poner en marcha un proyecto de miles de millones de pesos que puede cambiar el rumbo de La Región y que de no funcionar puede generar su desaparición.
“La responsabilidad histórica que habría que asumir no es un asunto individual, es un asunto de todas y todos, si se continuara sin realizar un proyecto de esta envergadura estaríamos destinados al colapso, porque la gente no puede seguir consumiendo agua con arsénico”, dijo el funcionario, aunque también aseguró que el éxito del proyecto va a radicar en las y los laguneros.
García afirma que el agua del río está libre de arsénico, pero el agua de las presas no es tan saludable, pues el manifiesto de impacto ambiental señala algunos puntos que han rebasado la Norma Oficial Mexicana en materia de arsénico, de acuerdo con datos obtenidos a través de una solicitud de acceso a la información.
Por su parte, Javier García Salcedo hizo hincapié en la relevancia de hacer un estudio epidemiológico y verificar las concentraciones de arsénico en los pozos, cuando menos en Torreón. Además de que no se pueden dejar a ciertas comunidades fuera del proyecto. “No porque estén aislados vamos a dejarlos sin atención. Cualquier lagunero, aunque sea solo uno, merece atención”.
Y a pesar de los argumentos de los diversos sectores de la sociedad sobre la posibilidad de que este proyecto se sume a la lista de inversiones fallidas y la necesidad de velar por el acuífero subterráneo, combatiendo su sobre explotación al exigir que únicamente se extraigan los volúmenes concesionados y se tecnifiquen las superficies de riego, apenas el 02 de marzo de 2022, un año después de su anuncio y ya con una serie de amparos desistidos y trabajos de obra pública licitados, iniciaron las mesas de diálogo entre la Coalición de Organizaciones Civiles que se han dedicado a luchar por tener agua de calidad en la región y Gabriel García, encargado de ser la cara del proyecto.