Antonio González Méndez, miembro de las bases civiles del EZLN, fue desaparecido el 18 de enero de 1999, en Sabanilla, Chiapas, en el marco de la política contrainsurgente implementada por el Estado mexicano tras el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Las acciones de contrainsurgencia diseñadas en un escrito de la Secretaría de la Defensa Nacional, titulado Plan de Campaña Chiapas 94, incluyeron la formación de grupos paramilitares, quienes cometieron diferentes crímenes de lesa humanidad en contra de la población indígena como ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, desplazamientos forzados, entre otros. Estas agresiones, dirigidas en gran medida contra civiles, tenían como objetivo ocasionar un estado de terror que impidiera el apoyo de las comunidades a la insurgencia.

En específico, Antonio González fue desaparecido por el grupo paramilitar Paz y Justicia quien operó en municipios de la Zona Norte de Chiapas como Tila, Sabanilla, Salto de Agua, Tumbalá y Yajalón. Es conocido que el día en que fue desaparecido se encontraba acompañado por una persona identificada como integrante de dicha agrupación.

Zonia López, esposa de Antonio asumió desde ese momento el papel de de defensora insistiendo ante instancias nacionales la búsqueda de Antonio. El proceso fue tortuoso, revictimizante y colmado de discriminación. Ello no fue una situación aislada, pues como se ha documentado la política contrainsurgente implicaba también garantizar la impunidad de sus crímenes.

Pese a las distintas alternancias del poder en México, el pacto de impunidad frente a este periodo de la historia se mantuvo y cada gobierno en turno se ha empecinado en negar la política contrainsurgente en Chiapas y sus crímenes.


La CIDH presentó el caso Antonio González Méndez ante la Corte IDH – BOLETÍN FRAYBA



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