Esta mañana, justo a la hora de la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, un grupo de normalistas que se manifestaban por el tema de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, logró derribar una de las puertas de entrada de Palacio Nacional.
Los normalistas, quienes ya tenían días manifestándose, acompañaron a los padres y madres de los 43 que mantienen un campamento por fuera de la entrada principal de Palacio, e ingresaron a la fuerza a la sede presidencial por la calle de Moneda, en donde la seguridad se vio rebasada debido al número de manifestantes.
Fue con tubos, palos y una camioneta de la Comisión Federal de Electricidad secuestrada que los inconformes lograron derribar la puerta.
Según algunos medios de comunicación, la intención era interrumpir la conferencia de prensa; sin embargo, no lograron entrar más allá pues adentro también hay vallas metálicas, lo que impidió el ingreso de los manifestantes, por lo que ni el presidente, ni la mañanera se vieron afectados por el incidente.
Se presume que son estudiantes normalistas los que vandalizaron el inmueble, acompañados por Vidulfo Rosales, abogado de los padres y madres de los jóvenes desaparecidos.
Todo ha sido documentado por diversos medios y usuarios de redes sociales, en donde se dio a conocer el hecho, mismo del que cabe destacar que no ha reportado personas lesionadas.
Los manifestantes en ningún momento utilizaron bombas molotov, ni prendieron fuego al Palacio: el humo que se alcanza a ver en las fotos y videos es debido a que la seguridad de Palacio Nacional logró disiparlos utilizando extintores, de tal forma que minutos después abandonaron el lugar.
Mientras todo eso sucedía, el presidente comentó en la mañanera que él no tendrá una audiencia con los padres y las madres de los normalistas como ellos pretenden, argumentando que está “analizando y conduciendo todo porque lo que le importa es encontrar a los jóvenes”.
Aprovechó pare criticar lo que él considera como una “actitud política” de quienes asegura asesoran a los padres, poniendo en duda su labor como defensores de los derechos humanos. Considera que su actitud es de “confrontación y en contra nuestra”.
El presidente afirma que los padres están “siendo manipulados por el grupo que encabeza Emilia Álvarez Icaza, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y grupos de derecha apoyados por gobiernos extranjeros que lo que quieren es hacernos daño políticamente hablando”.
“Estamos dedicados y estamos avanzando mucho en la investigación”, dijo el presidente quien ahora está al mando de dicha investigación.
Afirmó que se reunirá con ellos en unos 15 días, cuando tenga más pruebas de “como se manipuló la investigación para proteger a ciertas gentes y la responsabilidad que tienen abogados de ellos y los supuestos defensores de derechos humanos, y como están vinculados con Álvarez Icaza y con la OEA y que lo que quieren no es que lleguemos a conocer la verdad y que se haga justicia, sino que ya lo tienen como una bandera en contra de nosotros”.
“Muchos de los padres no tienen toda la información porque les prohiben los abogados los abogados hablar con nosotros”, dijo AMLO al recordar que él le mandó un informe a los papás y a las mamás de los normalistas y estos no lo quisieron recibir por orden de sus abogados.
El presidente negó también que su gobierno quiera dividirlos.
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