Por: Jorge Tadeo Vargas
Hace unas semanas Alicia Bárcenas, la nueva titular de SEMARNAT, presentó las “prioridades de SEMARNAT 2024-2030”, que no son sino algunas medidas, proyectos y metas que se prevén para impulsar esta secretaría en este nuevo sexenio.
En una infografía que circuló por las redes sociales, Bárcenas presenta diez prioridades en las que se va a trabajar y de las cuales me dispongo hacer un rápido –pero no reduccionista- análisis de las que considero más importantes, por lo que significan en materia de salud ambiental y por lo tanto en salud humana. El objetivo de esta revisión es para ver si lo presentado es realista desde el sistema de clases actual –capitalismo tardío-, si se tiene la capacidad de cumplirse y si estas en realidad van encaminadas a mejorar la salud ambiental o por el contrario de ponerse en marcha serán más dañinas que lo que tenemos actualmente.
Esta revisión la hago desde el concepto de la transición justa, que abarca la problemática socio-ecológica desde lo laboral hasta lo ecosistémico, es decir, que cualquier prioridad que no contemple una verdadera transición justa no puede ayudar a mejorar las condiciones socio-ambientales de una comunidad y sus ecosistemas.
Teniendo esto en cuenta, su primer prioridad –presentada en la infografía- que plantea la restauración ecológica de al menos el cinco por ciento del territorio nacional, la cual Bárcenas llama “estrategia nacional de restauración”, que si bien es necesaria e incluso se queda corto, hay que decir que, como ya lo plantee en otra columna en este mismo medio; es ingenuo pensar en un plan de restauración –restaurar significa dejar el ecosistema como estaba antes de ser dañado- sin modificar el modelo de producción-consumo, por lo tanto el capitalismo tardío, pero esto no significa mutar hacia el neofeudalismo tecnócrata al que nos acercamos, sino modificar por completo esta idea de la naturaleza al servicio del desarrollo del capital. Si no existe un plan de transición justa –que no lo hay – no se puede ver una restauración ecológica.
Cuando mencionan la remediación de los ríos pertenecientes a las cuencas Lerma-Santiago, Atoyac, Sonora-Bacanuchi y Tula, no solo se quedan cortos al hablar de remediación, pues esto significa remediar problemáticas específicas, sino que se contrapone, es decir: las cuatro cuencas más contaminadas del país, tres de ellas en el top diez de las más contaminadas del mundo y no entran en la estrategia nacional de restauración, un sinsentido que deja claro que estas prioridades no se plantea que estén relacionadas entre sí, lo mismo podemos decir de los planes estatales desde los hídricos hasta los de desarrollo, ordenamiento territorial y urbano.
Tomando por ejemplo el caso del Río Tula, no solo por la importancia de entender que el mayor porcentaje de la contaminación de este río es por culpa de las aguas residuales de tres estados y que además de plantea en la propia lista de prioridades de SEMARNAT, la construcción de un clúster de reciclaje de plásticos, neumáticos y material de construcción, es imposible pensar en la remediación, mucho menos en la restauración y si a esto le sumamos la planta procesadora de coque que comenzará a operar en noviembre de este año, pues no hay posibilidades reales de conseguir un mínimo de remediación del río, a lo mucho, se hará una reconversión de las actividades industriales. Es importante mencionar que el clúster industrial de reciclaje de plásticos y neumáticos está pensado en la producción de combustible alterno o derivado de residuos para la industria del cemento, con lo que la contaminación en la región tolteca aumentará considerablemente, así como el deterioro a la salud ambiental y humana.
Si vemos la evaluación de las metas de emisión de los Gases de Efecto Invernadero, una necesidad urgente, que lleva al menos seis años de atraso, pues no solo es inútil, sino que llega con retraso y sin planes reales de acciones contra la crisis climática. Urge una respuesta no solo más rápida, sino efectiva ante las consecuencias –y las causas – de la crisis climática, evaluar si las metas, no es ni el inicio de lo que se necesita.
En las prioridades costeras, es lo mismo, se necesitan políticas que regulen las actividades desde el turismo hasta los hidrocarburos, es un sinsentido hablar de la restauración de manglares después de ver la destrucción que se hizo con la refinería de Dos Bocas y el tren mal llamado maya. Las recuperaciones de estos ecosistemas deben pasar por una reconversión laboral y la búsqueda de otras alternativas al turismo, una de las actividades del capitalismo que más afecta a los ecosistemas.
Estas prioridades, metas, medidas, al igual que los “diez principios de una política ecológica, ambiental y humanista” de la cual escribiré en mi siguiente columna, son como la mayoría – si no es que todas – las políticas desde que el gobierno de MORENA y sus aliados tiene el poder político, es decir desde hace seis años. Son una serie de textos, escritos llenos de cursilería, poco apegados a la realidad y las necesidades de las comunidades y la naturaleza que están condenados al fracaso. Claro, tienen un discurso de participación social/ciudadana que no es sino eso, un discurso que legitima lo que hacen, algo muy parecido a lo que hacía el PRI en la década de los setenta y ochenta con su caudillismo ciudadano.
Ante la crisis socio-ecológica que estamos viviendo actualmente, la cursilería y los discursos engaña bobos no son más que espejismos para ocultar la realidad, sin cambios reales en el modelo de producción-consumo, lo que vemos es el continuismo de este gobierno con las políticas de los gobiernos anteriores donde el modelo extractivo y las zonas de sacrificio son la base para que su idea de desarrollo se mantenga, socializando los costos e interiorizando ganancias. Esta es una realidad, aunque la disfracen de humanista.
Septiembre 2024
Desde la frontera en Elisyum
Jorge Tadeo Vargas: sobreviviente de Ankh-Morpork, activista, escritor, traductor, anarquista, pero sobre todo panadero casero y padre de Ximena.
Desde hace años construye una caja de herramientas para sobrevivir.
A veces viaja a Mundodisco
