Por Sare Frabes
La noche del pasado martes (1), durante el primer día del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, y pese a las promesas de no repetición, elementos del ejército mexicano se vieron involucrados nuevamente en actos de violencia contra población civil, esta vez en el municipio de Villa Comaltitlán, en la costa de Chiapas.
Acorde a un comunicado del Colectivo de Monitoreo Frontera Sur -integrado por una veintena de organizaciones de derechos humanos-, una camioneta de redilas que transportaba a 33 personas migrantes fue alcanzada por disparos realizados por elementos militares, lo que provocó que el vehículo se accidentara y dejara un saldo de seis personas migrantes fallecidas.
Según las organizaciones, por las imágenes difundidas se sugiere que las personas fallecieron por impactos de bala. También reportan 10 más lesionadas, entre ellas niños y niñas. Entre los fallecidos se encuentran cuatro hombres adultos, una niña y una joven, mientras los lesionados fueron trasladadas para recibir atención hospitalaria. Las personas en movilidad proceden de Nepal, India, Arabia Saudita, Egipto, Pakistán, Honduras, Cuba y Perú.
Por su parte, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) difundió un comunicado mediante el cual ofrece su versión de los hechos. En el documento refieren que, elementos del ejército detectaron un vehículo que iba a alta velocidad, el cual eludió a las fuerzas de seguridad. “A retaguardia de la pick up se desplazaban dos camionetas de redilas como las que usan grupos delincuenciales en esa región. Personal militar manifestó escuchar detonaciones, por lo que 2 elementos accionaron su armamento, deteniendo su marcha una de las camionetas de redilas”.
De acuerdo con los militares, tras el tiroteo, inspeccionaron el vehículo hayando a 33 migrantes a bordo: 12 estaban heridos, 17 ilesos, cuatro fallecieron y dos lesionados murieron más tarde en el hospital donde eran atendidos. Además, les informaron que el chofer supuestamente había escapado, al igual que los otros dos vehículos implicados.
El gobierno de Péru, a través de su Cancillería, condenó enérgicamente el ataque de los militares ya que entre los muertos, se encuentra una persona de nacionalidad peruana. En un comunicado, calificaron el hecho como “execrable” y anunciaron que exigirán investigaciones a través de su representación diplomática en México para esclarecer el caso y determinar responsabilidades.
Para el Colectivo Frontera Sur, si bien la Sedena reconoce la gravedad de los hechos y la probable responsabilidad de los elementos del ejército, aseguran que, para el esclarecimiento de los hechos, este tipo de investigaciones debe centrarse en el testimonio directo de las víctimas, “en condiciones dignas, de total imparcialidad y garantías de seguridad”.
Durante la conferencia matutina de este jueves (3), ante la pregunta sobre si elementos del ejército ratificaron su versión y encontraron armas en el vehículo, la presidenta Sheinbaum eludió el tema y se limitó a decir que los militares que dispararon ya se encuentran a disposición de la Fiscalía General de la República. Mientras tanto, 17 personas fueron puestas a disposición del Instituto Nacional de Migración por parte de la Sedena.
Políticas migratorias deshumanizantes
El posicionamiento de las organizaciones destaca que estos hechos no son accidentales ni aislados, sino “son consecuencia de las políticas migratorias restrictivas que el Estado mexicano sigue implementando”.
En especial, refiere el Colectivo, son consecuencia directa de ordenar el despliegue militar para la contención de los flujos migratorios “bajo una lógica de persecución y no de protección hacia las personas en movilidad, violentando y deshumanizando a las personas, poniendo en riesgo su integridad física, emocional y su vida”.
En su análisis, la estrategia de contención, centrada en la seguridad nacional, “exacerba el carácter securitista y de persecución, por encima de un enfoque de seguridad humana” y destaca que, en el marco del reciente traslado de la Guardia Nacional a la Sedena, existen “riesgos ampliados que implican para la vida y los derechos humanos de poblaciones en condiciones de vulnerabilidad, como son las personas migrantes, refugiadas y con necesidades de protección internacional”.
El posicionamiento del Colectivo Frontera Sur reitera que las políticas migratorias mexicanas generan un contexto de violencia, precariedad y riesgo para miles de personas, causando graves violaciones de derechos humanos. Esto, explican, se debe que las personas en movilidad son orilladas a tomar vías riesgosas, clandestinas y cada vez más costosas, cayendo en redes de trata y tráfico pues destacan que, debido al avance de los grupos criminales en Chiapas se pone en mayor riesgo a las personas migrantes donde son expuestas al abuso, extorsión y muerte.
“El Estado mexicano ha sido omiso ante la situación de violencia en la región; así como en sus obligaciones de investigación y sanción de violaciones a derechos humanos y delitos que diversos agentes públicos han cometido, tanto por omisión como en colusión con dichos grupos criminales”, sostienen la veintena de organizaciones sociales.
Para ello, ejemplifican con algunos casos, tales como lo ocurrido el 1 de octubre de 2023, cuando se registró un accidente en el municipio de Pijijiapan, en la costa de Chiapas, donde murieron 10 personas migrantes que eran transportadas en un camión. También, en 2021 se denunció otro accidente similar en Tuxtla Gutiérrez, donde murieron 55 personas que viajaban en un camión de carga.
En otra ocasión, el 31 de octubre de 2021, elementos de la GN dispararon contra un vehículo particular donde iban 13 personas migrantes dando como resultado el fallecimiento de una persona de nacionalidad cubana y dejando otras dos lesionadas.
“Estos hechos evidencian la omisión del Estado para garantizar los derechos humanos y la vida de las personas migrantes y con necesidades de protección internacional. Además, constata que la política migratoria en México ha sido llevada desde enfoques y estrategias equivocadas, generando mayores factores de violencia y de desprotección, cuyas lamentables consecuencias viven personas y familias migrantes”.
Fuente: Avispa Midia