La disputa por el control del Cártel de Sinaloa y los procesos judiciales de los hijos de El Chapo marcan un capítulo crucial en la historia del narcotráfico.
Por: Laura Vazquez
El destino de los herederos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, uno de los capos más temidos del narcotráfico, está marcado por la incertidumbre. En Estados Unidos, Joaquín y Ovidio Guzmán López enfrentan un juicio crucial que podría definir su futuro en el sistema judicial de ese país. Este 7 de enero está programada una audiencia decisiva en un tribunal de Chicago, donde se les dará un plazo para decidir si se declaran culpables o si continúan con sus procesos judiciales de manera separada. La tensión aumenta, ya que este juicio podría cambiar el curso de la historia de los hijos de “El Chapo”.
Mientras los hermanos Guzmán se enfrentan a la justicia estadounidense, en México, la lucha por el control del Cártel de Sinaloa se intensifica. Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, conocidos como “Los Chapitos”, están en guerra con su antiguo socio, Ismael “El Mayo” Zambada. Esta lucha interna comenzó después de que Joaquín Guzmán López, alias “El Güero”, fuera detenido en julio y extraditado a Estados Unidos. La detención estuvo envuelta en controversia y, según informes, Zambada acusó a Los Chapitos de traicionarlo y de secuestrar para llevarlo a territorio estadounidense. La venganza de “El Mayo” no se hizo esperar y, en septiembre, estalló la violencia en Sinaloa.
El juicio de los Guzmán y la guerra en Sinaloa
Desde que comenzó la guerra en Sinaloa, más de 600 personas han perdido la vida, y la violencia no ha dado tregua. En esta batalla por el poder dentro del Cártel de Sinaloa, las disputas han causado una serie de asesinatos, secuestros y bloqueos, sembrando el terror entre la población. Las autoridades mexicanas han respondido, desplazando al secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, para coordinar las operaciones en el estado, pero hasta ahora el conflicto parece no tener fin.
La situación se complica aún más con la investigación del Gobierno mexicano, que abrió un expediente sobre el secuestro de Zambada por parte de Los Chapitos. La Fiscalía General de la República (FGR) está investigando la posible participación de Ovidio Guzmán, alias “El Ratón”, en este suceso. A pesar de que los abogados de Los Chapitos han negado las acusaciones y descalificado las versiones sobre el secuestro, la Fiscalía sigue con su investigación.
El proceso judicial de los Guzmán en Estados Unidos no es menos complejo. Además de las acusaciones de narcotráfico, lavado de dinero y posesión de armas de fuego, los hermanos enfrentan la posibilidad de declarar su culpabilidad en el juicio que se les sigue en Chicago. Aunque un acuerdo de culpabilidad no implicaría necesariamente cooperar con la justicia estadounidense, esta opción sigue siendo una posibilidad que podría ofrecerles una pena reducida. Sin embargo, este acuerdo aún no está confirmado, y los abogados de Los Chapitos siguen evaluando sus opciones.
La situación de Zambada también está en juego, ya que enfrenta un juicio separado en Nueva York, con su próxima audiencia programada para el 15 de enero. Esta audiencia podría ser clave, pues se especula sobre la posibilidad de que “El Mayo” busque cooperar con las autoridades estadounidenses o declararse culpable para evitar un juicio. El futuro de Zambada podría influir en el futuro de todo el Cartel de Sinaloa, que se encuentra sumido en una lucha por el poder.
El clima de incertidumbre se agrava aún más con la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero. El nuevo presidente de Estados Unidos ha prometido endurecer la lucha contra los cárteles de drogas, e incluso ha sugerido designarlos como grupos terroristas. Esto podría complicar aún más la situación para los Guzmán y para el Cártel de Sinaloa, pues las políticas de Trump podrían generar nuevas tensiones y consecuencias legales para los miembros de la organización.
En medio de este caos, la población de Sinaloa sigue viviendo en un clima de miedo y desesperación. Las autoridades intentan recuperar el control, pero el conflicto interno dentro del Cártel de Sinaloa continúa. Las decapitaciones, los asesinatos y los enfrentamientos entre facciones del cartel han dejado a los habitantes de Sinaloa atrapados en medio de una guerra sin fin. El futuro de los herederos de “El Chapo” y del Cártel de Sinaloa está marcado por la violencia, el juicio y la incertidumbre, con un desenlace que aún está por escribirse.
Publicado originalmente en http://Quinto Poder
