Días de revuelta, días de combate
JORGE TADEO VARGAS
En el 2023 después de un arduo trabajo de investigación coordinado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología (CONAHCyT), en el que participaron varias universidades, centros de investigación y grupos comunitarios a nivel nacional, el gobierno federal reconoció que en México existen más de cincuenta Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental (RESA), el cual es solo un nombre rimbombante para reconocer que en este país existen una cantidad de zonas/regiones de sacrificio, sin similar alguno en ningún otro país, excepto tal vez Estados Unidos con sus zonas industriales automovilísticas y los cinturones mineros e industriales en el centro y sur de aquel país, que comprende –igual que en México- una gran extensión de territorio sacrificado para y por el sistema de clases actual y su modelo de producción-consumo.
Después de todo el trabajo coordinado por CONAHCyT en el marco de sus Programas Estratégicos Nacionales (PRONACE), el nuevo gobierno federal, tomando como base las investigaciones que los grupos de investigadores adscritos a estos programas, el gobierno federal, teniendo a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) como el líder/coordinador, comenzó a elaborar una serie de acciones y programas dirigidos –según palabras de ellos- para la remediación y restauración de estas RESAS. Estas acciones y programas, la secretaria Alicia Bárcenas se ha encargado de cacaraquear en cada ocasión que tiene, siendo como el eje rector de su dirección en SEMARNAT.
Ya en otro momento he escrito sobre el porqué de la imposibilidad de lograr estos planes de remediación y restauración en estas RESAs, simplemente porque el sistema de clases las necesita para mantenerse, las zonas de sacrificio deben de funcionar para que el modelo funcione, no hay como prescindir de ellas. Lo que se está viviendo en la cuenca del Río Atoyac y en la Región Tolteca/Río Tula, donde vemos que los planes propuestos por SEMARNAT no responden a las necesidades de remediación y restauración sino a la vocación capitalista de zona de sacrificio de esas cuencas, es más que claro que solo están implementando soluciones de final de tubería con políticas engañabobos y simulación.
Entendiendo esto, que las llamadas RESAS, son intrínsecas al sistemas de clases, tan necesarias como el consumismo y el extractivismo, podemos reconocer que si en México existen más de cincuenta regiones y/o zonas de sacrificio, esto quiere decir que no existe ningún estado que no tenga territorios con estas características, por lo tanto casi la mitad del país está compuesto por una zonas y/o región de sacrificio –lo demás son zonas de extracción- y por lo tanto podemos asumir –aunque no hay una investigación seria el respecto y aquí yo solo intento generar polémica con base a una investigación rápida, que todo México está de una forma u otra envenenado por la industria que sostiene el modelo de producción-consumo.
Por lo tanto, es importante entender que la forma de buscar un cambio solo se puede dar desde una lógica anticapitalista, cooperativista y desde un enfoque ecosistémico, porque estamos viviendo en un país que prácticamente es una región de sacrificio, donde son pocos los privilegiados que no están expuestos de forma directa a los venenos que la mayoría respiramos, comemos, absorbemos de distintas formas.
La era de Elisyum ha comenzado y las fronteras tanto físicas, como las virtuales comienzan a moverse dependiendo de las necesidades del sistema las necesite, más allá de países o gobiernos, la superficie se define por las zonas de sacrificio, de extracción y de donde viven quienes tienen el poder económico y político.
La crisis socio-ecológica va más allá de lo que muchas veces se habla en los medios o lo que dicen –y piensan- las comunidades, las cuales están muy ocupadas defendiendo su territorio para tomar nota que el peligro es mayor, o peor aún, lo que los activistas OENEGEROS que tienen una agenda muy definida desde el Norte nos quieren vender como las problemáticas a combatir de forma aislada.
El cine de colapso –zombies incluidos- y la literatura de ciencia ficción nos han presentado de distintas formas como se van formando las castas dentro del colapso, las cuales cada vez se parecen más a lo que estamos viviendo.
Febrero, 2025
Desde los bosques de Klatch City
sobreviviente de Ankh-Morpork, activista, escritor, traductor, anarquista, pero sobre todo panadero casero y padre de Ximena. Desde hace años construye una caja de herramientas para sobrevivir.
A veces viaja a Mundodisco