Canadá impuso aranceles del 25% sobre productos estadounidenses valorados en 29,800 millones de dólares canadienses (aproximadamente 20,700 millones de dólares estadounidenses) en represalia a los gravámenes que impuso el presidente Donald Trump a las importaciones de acero y aluminio.
El ministro de Finanzas canadiense, Dominic LeBlanc, declaró que “Canadá no se quedará de brazos cruzados mientras se perjudican a nuestras industrias y trabajadores. Responderemos con firmeza para proteger nuestra economía”.
La medida afectará productos como acero, aluminio, computadoras, herramientas, equipos deportivos y artículos de hierro fundido. Canadá es el principal proveedor de acero y aluminio para Estados Unidos, lo que intensifica las tensiones comerciales entre ambos países.
La guerra comercial entre Estados Unidos y Canadá se produce en un momento de transición política en Canadá, donde el primer ministro Justin Trudeau se prepara para traspasar el poder a su sucesor, Mark Carney.