Por: Shatini Martinez Rodriguez
Sororidad: Termino derivado de latín soror que significa hermana, recientemente utilizado para referirse a la hermandad entre mujeres que al percibirse como iguales puedan aliarse, compartir y cambiar su realidad debido a que todas de alguna manera hemos sido oprimidas por el sistema patriarcal.
La rivalidad entre mujeres no es un mito, antropológicamente hablando se remonta a la idea de que una mujer más atractiva y joven puede conseguir pareja y reproducirse así la competencia entre nosotras por un estatus biológico, reproductivo y social ha existido desde siempre.
Ser una mujer actual (blanca, heterosexual, cisgénero) competitiva, triunfadora y feliz requiere de un arduo esfuerzo ya que por un lado tenemos que trabajar muy duro para poder hallarnos un lugar de respeto entre los hombres y por otro lado competir con otras mujeres no solo en lo laboral, si no también en lo social, lo físico y lo económico.
Haciendo un ejercicio de análisis e introspección pregúntense quien de sus compañeras de trabajo, vecinas o incluso familiares mujeres les cae mal. ¿Por qué? ¿Cuál es el trasfondo de ese sentimiento?
¿Es acaso ella la culpable o soy yo? Y que puedo hacer para mejorar mi relación interpersonal con esa mujer. ¿Por qué tengo ese sentimiento de rabia por una mujer más hermosa, carismática o triunfadora, es ella o es mi propia autoestima la que no me permite relacionarme de manera saludable con otras mujeres?
Somos más de la mitad de la población y aún somos tratadas como una minoría por que no nos hemos dado cuenta que unidas podemos ser más fuertes. Luchar contra el machismo es una tarea titánica y más aun cuando el patriarcado tiene a algunas o muchas de sus oprimidas como aliadas defendiendo un sistema caduco que sostiene que el mayor triunfo de una mujer en la vida es que “te toque un buen marido” belleza, hijos y una vida estable (proporcionada por tal marido), si no tienes eso no importa que tengas un posgrado y dos doctorados no has triunfado en la vida.
“El peor enemigo de una mujer es otra mujer”
“Las mujeres podemos despedazarnos pero jamás nos haremos daño”
Frases super violentas y misóginas que de tanto escuchar nos la creímos y es que al patriarcado le convine tenernos separadas y confundidas, peleando entre nosotras para no dirigir nuestra lucha a lo verdaderamente importante. La liberación femenina.
Basta ya de decirle puta a cualquier mujer que ejerce su sexualidad con libertad.
Basta ya de decirle zorra la mujer coqueta y sensual.
Basta ya de ser tan duras con la imagen personal de otras mujeres y la propia.
Basta ya de hablar a nuestras espaldas.