Solo por no dejar, comentaré algunos sucesos ocurridos durante la contienda por la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Sonora, a través del sentir de algunos docentes a quienes aprecio mucho.
En plena contienda electoral, una maestra nos hizo la petición de que lleváramos a cabo una colecta de víveres para ayudar, de esa manera, a quienes lo perdieron todo con los recientes sismos que padeció el centro y sureste de nuestro país. Me opuse a esa petición argumentando que, afortunadamente, era mucha la ayuda que se estaba brindando en ese momento y que sería mejor realizar nuestra colecta cuando la ayuda viniese en declive. Otra maestra secundó mi propuesta argumentando que se vería como una acción muy oportunista.
Surgió también la propuesta de que canceláramos nuestras campañas y pospusiéramos para otras fechas la elección de nuestro Comité Ejecutivo. Sin embargo, al ser una campaña muy corta y que estaba en sus últimos días, la propuesta no tuvo eco. Aun así, nos movió el tapete a quienes conformamos la planilla negra, dado que nos vimos inmersos en una situación muy parecida a la que padecieron los partidos políticos a nivel nacional. En nuestro caso, a través de uno de nuestros integrantes se propuso que el dinero destinado a los festejos de diciembre y del día del Maestro se donaran a una cuenta especial para contribuir con nuestro granito de arena a la reconstrucción de las zonas afectadas. La idea era que actuáramos institucionalmente y que fuese el actual Comité Ejecutivo quienes operaran la propuesta. Dado que no fue tomada en cuenta la propuesta, esperemos que el Comité Ejecutivo entrante sea sensible a esta petición.
En Navojoa, una profesora jubilada nos hacía saber sobre el pésimo servicio que les ofrece el ISSSTESON en ese municipio y que, en ocasiones, tienen que trasladarse hasta Ciudad Obregón para tratarse algunas enfermedades. Acá en Hermosillo, otro maestro nos alertaba sobre la posibilidad de que las autoridades del ISSSTESON nos impusieran un convenio a través de una “negociación” con el actual Comité Ejecutivo o con el entrante de ganar, como ocurrió, la planilla dorada amarilla. Ante esto, la planilla negra estará alerta y buscará por todos los medios que la base sindical sea la que tome la última palabra. En Ciudad Obregón, nos pareció interesante la propuesta de que la delegación sindical se encargara de convocar a los candidatos y generar así una especie de intercambio de ideas. Desafortunadamente, las cosas no ocurrieron así, e incluso se cruzó una reunión de Academia con el evento que la planilla negra programó para esa Unidad Académica.
Mención aparte merece esa especie de masoquismo que experimentamos los mexicanos. Un profesor de nuestra planilla regresó muy contento de una gira que realizó por los municipios de Santa Ana, Nogales y Caborca, donde los maestros visitados hablaron peste de los actuales dirigentes del STAUS y se esperaba, en consecuencia, un voto de castigo para la planilla dorada amarilla. No solo eso, la planilla platino también fue severamente criticada y, obvio, se hicieron cuentas alegres del impacto de nuestra campaña en las unidades de nuestra Alma Mater ubicadas en esos municipios. Al final, solo se consiguieron unos cuantos votos.
Para finalizar, quiero compartir con Ustedes, amables lectores, una percepción muy personal. Me dio la impresión de que la planilla platino no jugó para ganar, a pesar de contar con todo el apoyo de la administración universitaria. Vi a los integrantes de la planilla dorada amarilla cosechando una amarga victoria, ya que en sus rostros no se percibía la alegría de la victoria obtenida, sino más bien la incertidumbre de qué hacer para conjuntar esfuerzos primero internamente, dada la alianza de dorados amarillos y azules, y después con el resto de las planillas para hacer realidad una de sus propuestas de campaña, el fortalecimiento del STAUS a través del fomento a la Unidad. La planilla negra, por su parte, finalizó fortalecida y viéndose como la verdadera ganadora del proceso, ya que cosechar 342 votos, partiendo de cero, le significó un salto cuantitativo y cualitativo que la posiciona como un referente obligado en la toma de decisiones sindicales.
Por: Isabel Dorado Auz.