Es cuestión de tiempo para que se sienten a la mesa de negociación, autoridades estatales y federales, instituciones adheridas al ISSSTESON y organizaciones sindicales afectadas para plantear soluciones a un problema generado por el poder político y que afecta directamente a la clase trabajadora.

Foto de Dossier Político, sobre la investigación en 2015.

Nos dice la Revista Proceso, en nota publicada el 26 de octubre de 2015, que el desfalco financiero de esta institución fue documentado en 2012 por el Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización (ISAF) y denunciado en 2013 ante la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE). Esto es, desde la administración de Guillermo Padrés. En aquel entonces, el director del instituto, Enrique Claussen, acusó que el Isssteson estaba más endeudado que la delegación sonorense del IMSS, debido a que esta última sólo tenía un pasivo de 20 millones con la responsabilidad de atender a un millón 600 mil derechohabientes, mientras que la dependencia estatal arrastraba un faltante de 4 mil 103 millones con sólo 175 mil usuarios.

El 19 de noviembre del mismo año, Proceso señala que la dirección del Isssteson encontró un quebranto financiero superior a los seis mil 101 millones de pesos según constaba en cinco denuncias interpuestas en la recién creada Fiscalía Anticorrupción. Enrique Claussen, detallaba que el destino de 17 millones se investigarían en el órgano de control administrativo, cuatro mil 171 millones en la Fiscalía y mil 913 en la Contraloría General estatal. Claussen Iberry informaba que además se solicitó a las instancias correspondientes se investiguen todas las cuentas bancarias y movimientos financieros de los funcionarios de primer nivel que encabezaron el ISSSTESON en el sexenio anterior, así como de sus familiares directos.

Para que se den una idea, estimados lectores, el desfalco equivale a un año del presupuesto de egresos del ISSSTESON y a la construcción de 10 hospitales de alta calidad, o para ponerlo en términos universitarios, es tres veces el presupuesto anual de nuestra Universidad de Sonora.

La pregunta que surge de inmediato es: ¿qué ha pasado con estas investigaciones, a qué nivel van?, para terminar con otra pregunta incómoda ¿Qué están haciendo los sindicatos para recuperar el dinero robado? Al parecer todo quedará en familia, prianista, y pretenden que nosotros los trabajadores resolvamos el problema financiero provocado por ellos, el gobierno. Al menos esa es la impresión que nos queda a los trabajadores universitarios cuando leemos la “propuesta” de Convenio que nos mandó la Junta Directiva del ISSSTESON, donde se pretende que pasemos de pagar un 6% de nuestro salario a un 17.5%, lo cual prácticamente triplicaría nuestras contribuciones y sin la seguridad plena de que no habrán de robarse nuevamente nuestros recursos.

El documento amenazador.

Por esa razón, quienes formamos parte de la corriente emergente Fuerza Negra, nos oponemos rotundamente a cualquier tipo de convenio mientras no se clarifique el destino que tuvieron esos seis mil millones de pesos. Nos queda claro, que si el gobierno pudo “rescatar” a los bancos con el FOBAPROA, que eran miles y miles de millones de pesos; el gobierno estatal, quizá con el apoyo del gobierno federal, se tiene que hacer responsable de la reposición del dinero desfalcado. Nosotros, los trabajadores, no somos los responsables del desfalco y, por lo mismo, no debemos ser quienes paguemos los platos rotos.

Es muy importante señalar que nos sentimos agredidos por el oficio entregado por el Isssteson a la Unison, donde se notificaba que se cancelaría la prestación de servicios médicos al personal después de transcurrido un periodo improrrogable de únicamente 60 días contados a partir del 1 de enero de 2018. Aunque a principios de año, el Isssteson informaba vía telefónica, a decir del secretario general del STAUS, que se cancelaba ese aviso, no se ha emitido aún el oficio correspondiente. Sin duda, no será con este tipo de amedrentamientos como se pueda establecer un diálogo verdadero, para darle un tratamiento especial a la problemática planteada, para lo cual necesariamente se tiene que retomar el problema del desfalco y dar garantías de que nuestro dinero no caerá nuevamente a manos de los vivales, esos que constituyen la mafia del poder denunciada por un precandidato presidencial.

Por: Isabel Dorado Auz

Foto destacada: Enrique Claussen, marthaperezdiva.blogspot.com