“El mundo se detiene, todo se te viene encima: perder amistades, dejar la escuela, perder el cabello, estar débil, no poder montar ni seguir en ciclismo”-cuenta Melissa, al recordar lo que pensó al escuchar que el cáncer podía haber vuelto.
Como parte de nuestro quehacer de medio ciudadano, publicaremos estos días textos que son ejercicios académicos de estudiantes de escuelas media y media superior de nuestra ciudad. Ojalá que, como nosotros, los encuentren esperanzadores y útiles.
Por: Nitzia Carrillo
Centro de Educación Bilingüe
“Puede ser cáncer”. Las palabras que nadie quiere escuchar son incluso más aterradoras cuando eres apenas una adolescente, pero… parece que el cáncer ha vuelto y lo más probable es que sea metástasis. Es definitivamente algo que acabaría con cualquiera, si ya es muy fuerte vivir una experiencia de esta magnitud, como será tener que repetirla, tener que volver a vivir todo ese dolor y volver a sacrificar todo para vencer esta enfermedad que no le bastó con atacarte una vez.
“El mundo se detiene, todo se te viene encima: perder amistades, dejar la escuela, perder el cabello, estar débil, no poder montar ni seguir en ciclismo”-cuenta Melissa, al recordar lo que pensó al escuchar que el cáncer podía haber vuelto.
Melissa una joven de 16 años nacida en Hermosillo, Sonora el día 12 de Septiembre de 1998 que aún está en su adolescencia ya es una doble sobreviviente del cáncer. Ya ha luchado dos batallas contra esta enfermedad que aparece cuando las células anormales o cancerígenas crecen y se extienden rápidamente. Las células normales del cuerpo crecen, se dividen y tienen mecanismos para dejar de crecer y con el tiempo mueren. A diferencia de estas células normales, las células cancerígenas continúan creciendo y dividiéndose descontroladamente y no se mueren.
Esta joven ya fue atacada en dos ocasiones por esta enfermedad en dos extremidades. “La primera vez que me diagnosticaron cáncer fue de hueso en la rodilla izquierda, me pusieron una prótesis, estuve a punto de perder la pierna pero gracias a Dios no la perdí. Mi rodilla no sirvió igual, 3 años después aun no camino como antes ni puedo hacer las mismas actividades”.
“Cuando me diagnosticaron cáncer por segunda vez y me dijeron que de nuevo era cáncer de hueso, hasta cierto punto esperaba que fuera en la misma rodilla porque así no me dejaría secuelas en otra parte de mi cuerpo. Sin embargo, esta vez fue en mi hombro derecho. En otra extremidad igual o más importante para mí que la rodilla. Fue casi el mismo patrón me pusieron una prótesis, tuve varias cirugías y no quedó como antes. Nada en mí es como antes”- platica Melissa con lágrimas en los ojos, recordando por todo lo que pasó y lo que aún significa el cáncer en su vida.
Esta enfermedad es la tercera causa de muerte en México y según estimaciones de la Unión Internacional contra el Cáncer, cada año se suman más de 128,000 casos de Mexicanos. Desde el 2008, es la principal causa de muerte en el mundo.
A pesar de que Melissa no llegó a la muerte, sí hubo una etapa en la segunda ocasión que le diagnosticaron cáncer en que el doctor mencionó que podrían llegar a darle tiempo de vida. Aunque ella nunca se sintió en etapa terminal, si pensó en la muerte.
“Yo sí llegué a pensar en dejar todo, las quimioterapias, los medicamentos, las cirugías, prefería dejar eso y disfrutar el tiempo que me quedaba en vez de pasarla en un hospital alejada de todos aunque ésto me restara tiempo de vida”- agregó Melissa, recordando esas crisis en las que sentía que ya no había razón para seguir.
“No puedes dejar que una enfermedad te asuste, ni que te venza. Por más agresiva que sea, no puedes pensar que no puedes con ella, al contrario; debes decir puedo con ella, la voy a vencer y si algo similar o peor vuelve a pasar también puedo con eso”. Es el mensaje que Melissa les dice a personas que se encuentran en la misma situación en la que ella estaba y que acuden en busca de apoyo.
El cáncer no se vence, no respeta, y uno no sabe todo lo que provoca al llegar a la vida de una persona, en cómo afecta a todos los que la rodean, en cómo cambia la vida de alguien. El cáncer no tiene causas determinadas, no tiene cura exacta y sin embargo aparece. Más de 15 quimioterapias, varias cirugías y cambios drásticos en el estilo de vida no fueron suficientes para debilitar a esta gran guerrera invencible que es Melissa Varela Estrada, la joven que con apenas 16 años de vida demostró que sí se puede contra este monstruo, este veneno que cada vez ataca a más y más mexicanos sin respetar edad, sexo, religión ni cultura.