Después de la amarga experiencia de la desaparición del Parque de Villa de Seris, ya no resulta tan fácil traspasar los bienes públicos a manos privadas, aun y cuando lo que queda del prianismo, con el silencio cómplice de Morena, pretendan ahora vender dos estadios de Béisbol Héctor Espino y el otrora centro recreativo La Sauceda.
Aun así, las “autoridades” no dejan de sorprendernos. Eso de provocar escases de medicamentos, a pesar de que los derechohabientes del ISSSTESON no han fallado en aportar sus cuotas cada quincena, para justificar la venta de los bienes públicos mencionados nos da una idea del nivel de mezquindad política en que han incurrido quienes dicen gobernar el estado de Sonora.
Lejos de aportar elementos que permitan dilucidar quién o quienes se robaron los seis mil millones de pesos que esta administración denunció al arribar al gobierno, la salida más fácil ha sido vender el patrimonio de los sonorenses, aclarando que los bienes públicos en cuestión no son propiedad de la gobernadora.
Es triste observar, también, como el charrismo sindical congregado en el Consejo Sindical Permanente se atrevió a firmar una minuta donde prácticamente autorizan la venta de los bienes inmuebles. A pesar de que el STAUS ya dio reversa y se deslindó de ese punto de la minuta, el resto de los sindicatos no han tenido una postura clara al respecto. Pareciera que en Sonora nada ha cambiado después de la histórica elección del 1 de julio pasado. Los mismos grupos económicos quieren seguirse beneficiando de la hacienda pública y el Pueblo es lo último en lo que piensan.
Pero, ¿cómo pedirle peras al olmo? Fue tan contundente el golpe electoral que hoy se sienten totalmente perdidos y al no erigirse como una verdadera oposición al actual gobierno quieren beneficiarse a cualquier costo del poco tiempo que les queda en el sexenio. Hay quien dice, incluso, que ese viaje que acaba de realizar la gobernadora por España tenía la intención de asesorarse con la ex mafia del poder, reunida en estos días por aquellos lares, para consumar un atraco más en el estado.
Afortunadamente, la sociedad civil empieza a manifestarse y los medios de comunicación están haciendo eco de la protesta popular. Las redes sociales siguen siendo un importante medio de comunicación y poco a poco se va conformando un nutrido grupo de ciudadanos que dará la batalla hasta el final.
Qué diferente sería si los políticos en lugar de cerrarse en sus oficinas enfrentaran con argumentos el descontento popular. Quizá sería posible armonizar las iniciativas políticas con el interés popular y darle apertura a un nuevo sistema de democracia participativa. Imaginar, por ejemplo, una Iniciativa que promueva la creación de áreas verdes que tanto se requieren en Hermosillo, en los emblemáticos lugares que lo son el estadio Héctor Espino y la Sauceda.
Tendría que abandonarse la mezquindad política y darle paso a una nueva forma de gobernar. Quienes estamos en la protesta no queremos pleitos de ninguna índole, estamos abiertos al diálogo por eso hemos solicitado a la gobernadora que nos otorgue el derecho de Audiencia y a los diputados que escuchen el clamor popular. Algo similar haremos con la alcaldesa.
¿Será tan difícil que sociedad civil y gobierno puedan llegar a un acuerdo?En lo personal creo que solo falta voluntad política.
Por: Isabel Dorado Auz.
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