¿Por qué el PRD tuvo la fuerza potencial para entrar en el camino a convertirse una fuerte fuerza opositora y no lo logró? Entre otras cosas las campañas electorales del PRD carecen de recursos económicos, fuerza, dinamismo y empuje. Los mensajes regularmente no son claros y no tienen continuidad. Lo anterior significa un posible indicador acerca de la falta de conexión con los votantes. Pareciera que al comité nacional no le interesa fortalecer al PRD en el norte.
Por Lizette Sandoval
El de Partido de la Revolución Democrática (PRD), tuvo un gran crecimiento de 1991 a 1997, periodo en el que pasó de 13 mil 754 votos a 171 mil 312. Para ese año registraron un incremento de más de 150 mil votos, un hecho sin precedencia para la votación de la izquierda en esa ocasión, el candidato fue Jesús Zambrano Grijalva. Parecía que el PRD podía consolidarse como la tercera fuerza política del estado (Tabla 1).
No obstante, a diferencia de otros estados en el sur del país, el partido del sol azteca tuvo una drástica caída en la elección del 2003, con Zambrano Grijalva de nuevo como candidato a gobernador, que perdió la mayoría de los municipios que gobernaba en Sonora. Posteriormente, en el 2009 disminuye su votación para perder fortaleza como una fuerza política latente y contribuir al bipartidismo en la entidad. El PRD no daba señales de un nuevo despunte para las próximas elecciones. Y en efecto no las tuvo, en las elecciones pasadas obtuvo solamente 34,591 votos, 200 votos menos que en el 2009, no solo no gano nuevos adeptos, sino que perdió parte de su voto duro con la aparición de MORENA y otras partidos como movimiento ciudadano.
¿Por qué el PRD tuvo la fuerza potencial para entrar en el camino a convertirse una fuerte fuerza opositora y no lo logró? Entre otras cosas las campañas electorales del PRD carecen de recursos económicos, fuerza, dinamismo y empuje. Los mensajes regularmente no son claros y no tienen continuidad. Lo anterior significa un posible indicador acerca de la falta de conexión con los votantes. Pareciera que al comité nacional no le interesa fortalecer al PRD en el norte.
Victor Reynoso, en su trabajo Preferencias electorales y cultura política en los ciudadanos hermosillense (1988), encontró que el criterio de decisión de los hermosillenses para votar no es como anteriormente se pensaba un asunto ideológico. Aunque sí es fuerte la presencia de rasgos anti-gobiernistas, la distinción más significativa entre votantes PRI-PAN, residía en la importancia que se le otorga al problema del “no respeto al voto”. De esta manera, se argumenta que la tendencia del crecimiento del voto por el PAN, la cual se detuvo en las pasadas elecciones, era un voto más preocupado por los problemas políticos, que por los problemas económicos, aspecto que lo diferencia del voto del PRI.
En ese sentido, una mayoría de los votantes sonorenses no percibieron al PRD como una opción para hacer “respetar su voto” o, mejor dicho, para dirigir políticas públicas que incidieran sobre mejoras políticas electorales. A partir de la elección del 2000, el PRD sufre una caída estrepitosa de la que aún no se puede recuperar. Los votantes sonorenses no han concretado el tomar en cuenta a la izquierda como una opción para un gobierno eficiente.
Por otro lado, el “voto útil” a favor del PAN ya daba manifestaciones en Sonora desde el momento en que las tendencias se vuelven bipartidistas, en la mayoría de las elecciones municipales, pero más notablemente en las elecciones para gobernador. Otro factor es que los actores panistas pudieron haber tenido influencia en la construcción de una imagen más eficiente de su partido. Muchos eran empresarios, gente de negocios, disidentes del PRI con influencia y poder y su estrecha relación con la Iglesia Católica en una sociedad conservadora pudo haber incidido en su mejor aceptación.
Entre los factores del retroceso del PRD se destacan: 1) Una intensa campaña de desprestigio contra el PRD y sus líderes y candidatos, realizada por el gobierno federal a través de hostigamiento publicitario; 2) Desprestigio y debilidad por la elección interna de 1999 y su posterior anulación, lo cual impedía formar una vida interna para este partido; 3) Las coaliciones que el PRD hizo con otras fuerzas de izquierda resultaron de poca convocatoria; y 4) Las estrategias locales y nacionales del PRD, atropelladas e imprecisas.
Según Carlos Navarro López, ex candidato a la gubernatura, todos estos factores colaboraron con los pobres resultados que obtendrían a partir de la elección del 2000, reafirmados en la pasada elección. Lo mismo podría pasarle al resto de los partidos que intentan consolidarse como una tercera fuerza electoral, llámense MORENA o Movimiento Social que tuvieron un buen empuje en estas elecciones, si siguen la misma inercia del PRD.
¿Que necesitarían para poder intentar dar lucha al bipartidismo en las próximas elecciones? por lo menos 3 cosas, las cuales exigen adaptarse a las nuevas tendencias electorales y estar en campaña permanente:
1.- Modificar y trabajar la imagen de los candidatos. Una tercera fuerza electoral necesitaría de una figura poderosa. Construir la imagen de los candidatos, por lo menos la de gobernador, mucho tiempo antes de las campañas electorales. Construir su imagen alrededor de una fuerza poderosa como una figura con poder para hace respetar el voto, conocedor de las políticas públicas y la problemática, moderno y conciliador. Alejado del populismo, no de la gente; no vendido al empresario, pero si cerca de la cúpula empresarial. Los sonorenses dada su historia buscan figuras de autoridad para definir el cambio o la continuidad, figuras que no hemos visto en la izquierda.
2.- Comenzar la conexión con el votante tiempo antes de las campañas electorales. Trabajar la idea que se cuenta con todos los elementos necesarios para concretar el cambio. Los electores deben ver una opción factible y robusta para poder competir con las figuras PRI o PAN. Buscar espacios públicos y mediáticos, organizar eventos donde se disemine esta filosofía, pero que no necesariamente sean partidistas.
3-Conciliar acuerdos con los partidos grandes, desde ya; dejándole ver a ellos también que se tiene la capacidad para construir una fuerza que puede dar la batalla en las próximas elecciones, pero que tienen capacidad para negociar y conciliar intereses.
*Maestra en Comunicación Política. Candidata a Maestra en Ciencias Sociales por el Colegio de Sonora. Asesora y catedrática de la Universidad Kino.