¿Sabías que Oquitoa es un municipio que jamás ha experimentado alternancia y que para el 2009, 27 de 29 municipios que se consideraban como bastión priista ya habían seleccionado a otro gobierno diferente al PRI?
Por Lizette Sandoval
Hoy en día tanto el voto panista , como el voto priista se disputan por igual las zonas rurales y urbanas, pero esto amerito un largo proceso. Jorge Reynoso realizo en el año 1989 una geografía electoral en la que se establecía que los municipios con tendencia rural tendían a votar por el priísmo. La razón es que las ciudades más grandes tendían hacia la competitividad, así el voto para la oposición, eminentemente panista, se concentraba en las ciudades más desarrolladas. Para esto, realizó cuatro clasificaciones de los municipios en base a un criterio: el promedio de los niveles de votación del PRI. Tomó en cuenta las elecciones celebradas de 1879 a 1988 y calculó el porcentaje promedio obtenido por el PRI a nivel estatal, que fue de 72.22%. Con base en este criterio, dividió los municipios en dos grupos: los municipios en los que el PRI obtuvo un porcentaje inferior a ese promedio y aquellos en que dicho porcentaje era superior; de la segunda división formó otros tres grupos (Tabla 1).
Tabla 1. Clasificación de municipios con índice de preferencia electoral por el PRI.
El grupo “A” correspondía a municipios que obtuvieron un número menor de votos al promedio mencionado, a los que se denominó municipios en “tendencia a la competencia electoral”. Se trata de ciudades que representan gran parte de las zonas urbanas de Hermosillo, concentraban a más dela mitad de los ciudadanos y concentran una buena parte de las actividades económicas, políticas y culturales. Es decir que en 1988, la tendencia hacia competencia entre partidos se aglutinaba en la zona fronteriza y la zona centro sur del estado.
El grupo “B” correspondía a los municipios de alto predominio priista. En cuanto al grupo “C” se trata de los municipios con muy alto predominio priista. Finalmente, el grupo “D” para los municipios unánimes y cuasi unánimes, en donde el PRI obtenía porcentajes de votos superiores al 95% o bien el 100% y en el que, con excepción de Magdalena, el resto de los municipios correspondían a municipios con alto índice de pobreza y marginalización. Las tendencias observadas explicaban que en los municipios con poca población, mayor índice de marginación y con actividades tendientes a la agricultura (voto verde), el PRI salía triunfante con niveles de votación muy altos y no había mucho lugar para la oposición. Por el contrario, en municipios con menos índices de marginalidad y dedicados el sector terciario, tendían más a la oposición.
Para 1991, la anterior clasificación seguía vigente, el PAN solo había ganado en años anteriores Hermosillo, Cajeme, Santa Ana y en esta elección se sumaba Suaqui Grande, del que destaca que, sorpresivamente, no correspondía a ninguno de los 8 municipios con tendencia a la competencia electoral. El PRD aun no obtenía municipios.
Para la próxima elección de 1994, el partido azul logró cinco municipios más, conservando Suaqui Grande y agregando a San Luis Rio Colorado, Altar, Agua Prieta, Opodepe y Aconchi. El partido del sol azteca triunfa por primera vez con un candidato municipal en Etchojoa y el PT obtiene el municipio de Benjamin Hill. Solo dos de estos municipios pertenecían al grupo de municipios con tendencia a la competencia, el resto a los grupos B y C (con excepción de Suaqui). Las tendencias en municipios con altas votaciones priistas se empezaban a modificar (Figura 2).
Figura 2. Municipios gobernados por partido político durante el periodo 1991-1997.
Para Acción Nacional, la elección de 1997 fue de significativo repunte, pues ya había ganado 17 municipios: Puerto peñasco, Santa Ana, Cucurpe, Imuris, Carbo, Cananea, Naco, Nacozari, Cumpas, Villa Hidalgo, Moctezuma, Hermosillo, Caborca, Baviacora, Pitiquito; conservo San Luis Rio Colorado y Suaqui Grande. La izquierda perredista obtuvo 9 municipios: Guaymas, Cajeme, Ures, Empalme, Navojoa, Bácum, Benito Juárez, Navojoa, Etchojoa, Huatabampo. Y el PT agregó Fronteras a su lista (Figura 3).
De los 27 municipios donde había triunfado la oposición, 7 correspondían al grupo con tendencia a la competencia, concentrando la mayor parte de la zona urbana para los panistas. Dos correspondían a al grupo de alto predominio priísta y el resto a los grupos C y D, siendo dos del cuasi unánime. El panorama parecía apuntar a un sistema tripartidista de partidos en Sonora, pues para este entonces ya los 8 municipios con tendencia a la competencia habían experimentado por lo menos una vez la alternancia.
Figura 3. Municipios gobernados por partido político durante 1997-2000.
En esta elección pueden distinguirse dos fenómenos: a) Se empieza a intensificar la migración de los pueblos a las ciudades; b) el PRD gana el número de municipios en Sonora más alto en su historia como partido, con alta tendencia en la zona sur del estado, mientras que el área rural de la sierra sigue estando intacta para el PRI y el PAN fortalece su voto en la zona centro y noreste de estado. Se empieza a observar el fenómeno del voto dividido(1) en el estado, eligiendo alcaldía por cierto partido, gobernador y diputaciones por otro diferente. Poom (2003) argumenta que es en esta elección cuando la competitividad en el nivel municipal empieza en Sonora. Curiosamente a partir de este año empieza a bajar el nivel de participación electoral. Próxima semana parte II.
(1) Tendencia a votar por candidatos de diferentes partidos en una misma jornada electoral, por ejemplo, emitir un sufragio por cierto partido para presidente y por otro para gobernador.