Son muchos años en los que los gobiernos de Sonora han tratado de vender un bien público tan importante como lo es el Parque Recreativo de La Sauceda, sin embargo, la manifestación popular ha impedido que el patrimonio de los sonorenses pase a manos de particulares. Hoy vuelven con un nuevo intento tratando de dar un albazo publicando en el Boletín Oficial del Gobierno del Estado de Sonora lo siguiente:
“Que al inferior del inmueble descrito en el punto 1, existen diversas áreas que se encuentran inutilizadas y que actualmente representan cargas impositivas para el Gobierno del Estado por generar gastos tales como mantenimiento, vigilancia, verificación, limpieza y retiro de maleza por tratarse de una extensión de terreno muy amplio y accidentado, ya que en su interior se encuentran canales de conducción de agua, antiguas edificaciones, juegos mecánicos y otras atracciones de diversión que ya no se encuentran en uso, por lo cual han dejado de ser útiles para fines de servicio público y, en términos de la fracción III del artículo 14 de la Ley de Bienes y Concesiones del Estado de Sonora, son aptos para su desincorporación del régimen del dominio público del Estado”.
Con ello pretenden ceder a un particular, sin que se prevea licitación alguna, poco más de 13 hectáreas y media de terreno en una de las zonas más apreciadas por los “inversionistas”. Esa extensión de terreno representa, prácticamente, un Parque Madero y medio. En una ciudad que ha ido perdiendo sus pocas áreas verdes nos parece una medida audaz y muy perjudicial para la cada vez más endeble salud de la ciudad. Para nadie es un secreto que han aumentado, en los últimos años, las enfermedades relacionadas con la contaminación ambiental y que requerimos con urgencia crear nuevas áreas verdes en lugar de destruir las poquitas que aún nos quedan. Que nos digan que el área en mención representa cargas impositivas para el gobierno nos parece una exageración. No es creíble, para cualquiera que visite ese lugar, que se diga que se ha invertido en mantenimiento, limpieza y retiro de maleza, ya que los 50 millones que se anunciaron con bombo y platillo para realizar ese tipo de acciones simple y sencillamente nunca se vieron. Que digan que ese inmueble ha dejado de ser útil para fines de servicio público nos parece una vil mentira, dado que cualquier área verde que podamos rescatar le dará el mejor de los servicios a la ciudadanía sonorense, esto es, aportará oxígeno a la zona y absorberá toneladas de gases contaminantes.
Todo es cuestión de que se tenga visión política y no solo pensar en a quien llenarle los bolsillos de dinero. Ya lo intentaron una vez y concesionaron ese lugar a un particular que terminó por dejarlo abandonado. Ahora, se pretende, a través de la desincorporación, enajenar ese bien inmueble y trasladarlo a manos de un particular con lo que perderíamos trece hectáreas y media de área verde. No solo eso, todo se hace de espaldas al ciudadano común y tratan de considerarlo un hecho por haber publicado el decreto en el Boletín Oficial.
En Nosotros, los Ciudadanos, está el impedir este nuevo intento de atraco desde las esferas del gobierno estatal. Requerimos apropiarnos del lugar y Nosotros mismos darle la utilidad que no visualizan quienes solo están pensando en el negocio. Si se animan, el próximo fin de semana podríamos hacer labores de limpieza, retirando maleza de los lugares donde han crecido algunos árboles nativos. Algo parecido estamos haciendo por el rumbo del Parque de Villa de Seris, en la idea de que ese patrimonio es de los sonorenses y que nuestra necesidad de áreas verde es más importante que cualquier “inversión” que provoque la desaparición de las mismas.
Por: Isabel Dorado Auz es miembro de Amigos y Amigas del Parque Madero, Ciudadanía Activa y es maestro universitario.
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