Actualmente radica en Barcelona, donde trabaja con dos productoras españolas para producir sus guiones. Su cortometraje No lo llames drama, ganó 4 premios en el concurso de Cinépolis-UVM; mejor dirección, mejor producción, mejor banda sonora y mejor guion
Por Fidelia Caballero Cervantes | Poetripiados
Antonio Huerta Preciado, es un joven cineasta mexicano, que ha escrito, producido y dirigido, más de 30 cortometrajes. Actualmente radica en Barcelona, donde trabaja con dos productoras españolas para producir sus guiones. Su cortometraje No lo llames drama, ganó 4 premios en el concurso de Cinépolis-UVM; mejor dirección, mejor producción, mejor banda sonora y mejor guion. Con el apoyo de Carles F. Galí (director de videoclips de Bad Bunny, J Balvin y Bad Gyal), y la productora Vivir Rodando, produjo Caviar, corto que estará en el Festival de Cine de Rotterdam, D´A Barcelona, New York Film Festival y Bafici de Buenos Aires, Argentina.
-¿Cómo nace un cineasta? ¿Qué características tiene?, y en tu caso, ¿hay alguna película que te haya llevado a donde estás ahora?
Un cineasta nace viendo películas. En mi caso fue al ver películas de Blockbuster y el cine popular de la ciudad, como Elisa antes del fin del mundo, El Zorro, o películas de Canal 5. Recuerdo bien haber visto la película Jóvenes pistoleros, con Emilio Estévez & Charlie Sheen.
Como característica: no sé si a alguien de mi generación haya hecho lo mismo, pero yo lo que hacía era conectar dos videocaseteras a un televisor; grababa películas y videoclips de MTV por la madrugada en un VHS y después los editaba en la segunda videocasetera. Aún conservo los VHS. En ese entonces no sabía que eso era editar, porque tenía ocho años.
Películas que me influenciaron, Weekend, de Jean Luc Godard y Sombras en el Paraíso, de Aki Kaurismaki. Me gusta influenciarme del cine minimalista radical, siempre con crítica al gobierno, mostrando el trabajo de las clases sociales, con un planteamiento romántico.
-¿Qué tan difícil es hacer cine en México?
Hacer cine en México de bajo presupuesto es posible, pero difícilmente tendrás una distribución. El tema es que, si ganas algún concurso del gobierno, te producen una obra cinematográfica y te la distribuyen en plataforma o festivales, pero hay muy poco apoyo para el cine retorcido como el que hago yo. Nunca gané un concurso de recursos del gobierno, tampoco algo del IMCINE. Creo que ni la gente que está en esos departamentos del Instituto Mexicano de Cinematografía, ve cine underground, o talvez no le apuestan al cine de autor con una gran distribución, y no los juzgo, pero sí los condeno.
-¿Crees que el cine puede desempeñar un papel importante en un cambio social y cultural de los países?
Sí, bueno, creo que el cine es una buena manera de influenciar la vida de las personas. Mi aportación al cine es con historias poéticas-aventura-delirantes, buscando que el espectador neurodivergente (los nuevos locos), esos que son outsiders, se identifiquen con una película retorcida, llena de acidez, en la narrativa y la fotografía, pero también me gusta que vean que la dirección a los actores es como una telenovela (Soap Opera), de bajo presupuesto latinoamericana. Una gran influencia es Cuna de lobos, Soñadora, Mujer casos de la vida real. Pero también me inclino mucho por el cine de Fassbinder, que es una crítica política/social, Godard en los 70’s y Emir Kusturica.
-¿Cuál es la lección más importante que has aprendido hasta ahora como cineasta?
Para ser sincero, lo que he entendido con el paso del tiempo haciendo cine serie B, en una ciudad como Hermosillo, Sonora, México y Barcelona, Catalunya, España; es que sólo hay una forma de hacer cine y es sin darse por vencido. Yo, que me niego a ser un perdedor, busco que mis guiones lleguen a productoras o gente con dinero que quiera invertir en la obra.
También he entendido que en Europa les gusta más el cine retorcido que en América. Supongo que es cuestión de gustos. Las cinetecas/filmotecas de América se “alarman” viendo un cine tan raro como el mío. También he entendido que no soy un realizador cinematográfico por gritar “¡acción!”, cuando está la cámara prendida y la puesta en escena; soy un cineasta porque todos mis desarrollos de composición terminan en una vertiente, donde todo se une para que se vea en una pantalla, y puedo añadir que el mayor aprendizaje está en producir películas, creando el movimiento del próximo espectro de la imagen.
-¿Por qué elegiste España para estudiar y filmar? ¿Por qué no una ciudad mexicana u otro país latino?
Me vine a España porque gané en un festival de Cinépolis/UVM, unos premios, y decidí dejar la carrera de Comunicación porque no era lo que quería; yo quería convertirme en director y guionista. A los 20 años veía películas de Eric Rohmer; me influenció mucho el estilo de Néstor Almendros. Soñaba con poder hacer cine español, más que nada por la movida de Luis Buñuel y Los Surrealistas. Siempre me ha gustado el tono del cine español, muchísimo más que el cine yankee, aunque me crie con cine americano. En Latinoamérica sufres mucho para poder producir, en Europa también; supongo que fue el gusto de haber encontrado la escuela Bande à Part, como la película de Jean Luc Godard; esos cineastas que tenían un movimiento, no sólo tenían películas. Por eso decidí venir a vivir a Barcelona. Aunque mi intención principal es hacer que mi cine llegue a Latinoamérica y que la gente conozca mis obras, vea que es preferible hacer cine que ser narcotraficante, o estar en el crimen organizado latinoamericano; y eso para mí, sí que es una propuesta radical bien sonorense.
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-Cuéntanos sobre tu proyecto actual en España. ¿De qué se trata tu cortometraje y quién te está ayudando a producirlo?
El cortometraje se titula: Caviar, dura 16:00 minutos, está escrito con un estilo de argot de Hermosillo, Sonora, México; pero el idioma es el catalán, porque siempre me ha gustado esta lengua. Prefiero mil veces hacer cine en catalán que hacer cine en inglés. La obra la produjo una productora de Barcelona que se llama Vivir Rodando. También tuvimos el apoyo de El Dedo en el Ojo, pero la productora principal es la mía, Macizo.
La historia habla de un detective esquizofrénico que tiene un chip incrustado en una muela, y por allí le habla el Rey de España para resolver un secuestro de la mafia catalana. Está llena de delirios, aventura y amor.
– ¿Qué temas te interesan más a la hora de escribir? ¿Cómo describirías tu estilo cinematográfico?
Me gusta leer periódicos, tengo que aceptar que soy un coleccionista de revistas. Me gusta mucho leer revistas de ensayo. Empiezo escribiendo un poema o un ensayo, se me ocurren personajes y después no paro de escribir diálogos, y así se van formando los guiones. Mi estilo de cine es Infra-Realista, un realismo delirante. Del infra-mundo a la pantalla. El Cine Infra-Realista viene de los infrarrealistas, los poetas punks de los 70’s en México. En una “amanecida” en CDMX, terminé en Derechos de Autor con una justificación, con cortometrajes realizados y la corriente de cine fue aprobada: Ciencia Cinematográfica Infra-Realista con Arte Kitsch.
-¿Cuáles han sido los mayores desafíos al filmar en España como cineasta mexicano?
La verdad es que me han abierto muchas puertas en España; creo que valoran mucho que venga de una ciudad lejana y pequeña, comparada con Barcelona. Llegué con muchos guiones para proponerles, y vieron mi página web. Actualmente estamos trabajando en un segundo cortometraje que se titula: El Pollo & La Polla, que habla de un chef que también es diseñador de moda, y se le aparece el espíritu de Cristóbal Colón, que nada más él puede ver.
-¿Cómo visualizas el futuro del cine?
Podría decir miles de cosas estúpidas como: “Ya nadie va al cine, los van a clausurar”, o cosas que dice esa gente a la que le da hueva ir al cine porque tiene Netflix en su casa y ve puro cine culero. La verdad es que el cine va a evolucionar a nuevos géneros, como al cine delirante, dejando atrás el horror; como se quedó atrás el suspenso, y no estoy diciendo que hayan muerto esos géneros, pero existimos personas que queremos aportar nuevas maneras de narrar. El futuro del cine está en abrir espacios, más cines independientes, cines ambulantes en pueblos, periferias; cine para toda la gente que no le llega cine a su localidad. El Futuro del cine no está en las oportunidades que le dan a la gente para producir cine, sino en distribuir las películas.
El séptimo arte evolucionará en su composición, en sus plataformas e interacción con el público, pero me reservo la idea que tengo sobre eso.
-¿Cuáles son tus metas a corto y largo plazo en tu carrera cinematográfica?
Convertirme en el cineasta con más cortometrajes en la historia del cine; hasta la fecha tengo 35 producciones. Empecé a los 17 años haciendo sketches con mis amigos en el ático de mi casa.
En 2025, con la Productora, vamos a presentar el Macizo Film Festival, festival del cine delirante, para dejar de lado el término “experimental” o cine que no tiene espacio en festivales convencionales. El estudio de Macizo está actualmente en el Raval, Barcelona, pero planeamos crecer como productora y tener distribución en la plataforma de Filmin de Europa.
Antonio Huerta fue director de El Camareo TV, programa de televisión alternativa; y dirige Macizo Cinema, productora cinematográfica.
Material publicado originalmente en Poetripiados
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