“Mi nombre es Max. Mi mundo se reduce a un solo instinto: sobrevivir. Al caer el mundo fue difícil saber quién estaba más loco. Yo… O todo el mundo.”

Mad Max Fury Road

#DiasdelFuturoPasado Vol. 66

Jorge Tadeo Vargas

El tres de julio hubo una ruptura de una de las válvulas de gas de los ductos submarinos de PEMEX instalados en el Golfo de México. Esto ocasionó una fuga de diversos gases relacionados con la extracción de petróleo, y un “Ojo de Fuego” que duro un poco más de ocho horas.

Este “evento” que a decir verdad no tiene nada de extraordinario, ni clasifica como emergencia ambiental, ni tiene un gran impacto ecológico en la zona ya devastada por la construcción de la plataforma petrolera. Las razones porque no clasifica de esa forma las escribiré un poco más adelante. Antes me parece importante mencionar que justo este “evento” fue magnificado en las redes sociales, llegando incluso a ser comparado con el derrame ocasionado por la British Petroleum hace diez años manteniendo el debate sobre el uso de los combustibles fósiles y los daños que estos generan. Un debate dicho sea de paso que ya está rebasado, que se acepta, que incluso los propios gobiernos y la industria petrolera, al menos en lo que energéticos se refieren ya los presentan como combustibles de transición. Lo que quiere decir es que los piensan seguir usando mientras estén al alcance económico, más que socioambiental, para después darle paso a las mal llamadas energías limpias y/o renovables. Dos grandes mentiras que hemos evidenciado en otro momento en esta misma columna.

Hagamos un paréntesis aquí. Es incuestionable los impactos sociales, económicos, ecológicos que ha venido causando el uso del petróleo en las ultimas décadas. Tanto el sistema de clases como el modelo de producción-consumo lo tienen como base para su control hegemónico en todo el mundo. Nadie en su sano juicio podría defender esta Era del Petróleo, todas las injusticias que se han cometido para su extracción que lo llevan a ser el principal culpable del colapso civilizatorio que estamos viviendo actualmente.

Estamos ante la urgencia de una transición justa y comunitaria que no pasa por la agenda ni de los gobiernos, mucho menos de las empresas petroleras, tampoco por mucha gente que aún no ve el peligro que tenemos enfrente. Aclarado esto, regresemos a lo ocurrido hace una semana.

Esta fuga que no es comparable con un derrame de petróleo, que de no haber ocurrido, el gas que se filtró hubiera llegado a tierra a una válvula similar la cual se abre y se quema cada determinado tiempo; en las refinerías la llama de la quema de gas esta de forma permanente 24/7. Esta es la forma que la industria petrolera se “deshace” de los gases que vienen junto al petróleo. Lo que planteo es que al final estos gases iban a ser quemados e iban a contaminar de manera mucho mas agresiva a las comunidades cercanas y a la naturaleza.

Ver el “Ojo de Fuego” es mucho más dramático, eso me queda claro. El océano no se debe de incendiar según nuestro imaginario actual, sin embargo los muertes silenciosas en las zonas de sacrificio petrolero, la pérdida de biodiversidad cercana a estas zonas, todo lo que va ocurriendo de forma gradual no es tan mediática, mucho menos es dramática como para lograr impactarnos como una sociedad que ya nos hemos acostumbrado a ello. Para un visitante de los Atlantes de Tula, las llamas de la refinería son parte del paisaje y no se asocia con el Antropoceno y sus impactos. Mucho menos nos habla de todos los muertos, enfermos, de toda la toxicidad que se va acumulando en estos infiernos ambientales.

Otro de los argumentos fallidos que han utilizado los medios y las redes sociales para denunciar esta fuga, es la emergencia climática (un concepto secuestrado por las ONGs y algunos investigadores) y como este “evento” contribuye al aumento de los Gases de Efecto Invernadero. Cabe aclarar dos puntos importantes con respecto a esto: los gases mayoritarios que arroja la industria del petróleo son compuestos químicos con base de azufre, nitrógeno, metanos, entre otros. Tanto los azufres como los nitrógenos no generan GEI sino otras sustancias mucho mas agresivas y toxicas a nivel local, el metano sí es un gas de efecto invernadero, que además es mucho más agresivo que el dióxido de carbono. Quemarlo para que no llegue a la atmosfera es una alternativa, no la mejor, no la más sustentable pero lo es.

Se tiene que hacer un diagnóstico mucho más profundo de los verdaderos impactos que se generaron con esta fuga, la quema de los gases y sumarle a esto el deterioro de ese hábitat por la construcción y la operación de la plataforma de PEMEX.

Antes de que aparezcan los haters para decirme lo equivocado que estoy y que esta columna ahora tiene un tufo a defensa del petróleo, que ya Gael García ya nos dijo que el futuro son los renovables o peor aun me tilden de vendido a la 4T, habrá que ser muy claros. Nunca, pero menos ahora el alarmismo tiene cabida, mucho menos cuando los medios, algunas ONGs e investigadores lo utilizan en beneficio de su propia agenda. No ayudan nada haciendo que la ciudadanía caiga en un parálisis a la espera de que las soluciones vengan desde arriba, que los gobiernos y las empresas sean los salvadores de este colapso impidiendo con esto cualquier acción comunitaria, de comunalidad, apoyo mutuo y cooperación solidaria.

Estamos entrando en la recta final de la era del petróleo y con ello todo el colapso del sistema de clases actual que ya comenzó a mutar hacia algo mucho más agresivo que lo que tenemos en la actualidad. Así que o le entramos desde abajo haciendo un trabajo más local, de acciones colectivas o dejamos que los mismos de siempre tomen las decisiones beneficiando a los de siempre, con los costos sociales para las comunidades vulneradas y la naturaleza y los beneficios económicos y socioambientales para beneficio de unos cuantos.

Desde la rebelión contra el Elisyum

#SierraMorelos, julio 2021.

Jorge Tadeo Vargas. escritor, ensayista, activista, anarquista, panadero casero, adicto al vino tinto, el café, el té y lo que él considera buena música. Coordinador no oficial de LIDECS.