La muerte de tres mineros en Cananea, por la imprudencia de otro trabajador que operaba maquinaria pesada que le cayó encima al vehículo donde fallecieron los tres trabajadores, no es un hecho aislado, ni resultado de una imprudencia individual.
Por: Oscar Yescas
Son los efectos de la Reforma Laboral que FeCal (o sea Felipe Calderón) nos impuso contando con el apoyo de senadores y diputados, tanto del PRI, como del PAN (algunos de ellos ocupando puestos de Gobernador, como en el caso de Claudia Pavlovich en Sonora), https://www.youtube.com/watch?v=x1FOwS6qII4 que traicionaron a sus representados al aprobar una ley que perjudicó a millones de trabajadores en México y que ignoraron las masivas protestas en contra de la de esta ley que fue aprobada en el Congreso de la Unión convertido en un verdadero Búnker, rodeado de policías y militares que impidieron la entrada de quienes exigían su no aprobación.
Esta Reforma Laboral eliminó derechos y prestaciones que se encontraban registrados en la constitución mexicana como producto de las luchas sociales que los trabajadores mexicanos realizaron (entre ellos la lucha de los mineros de Cananea por la jornada de ocho horas de trabajo hace más de cien años).
Precisamente esta nueva Reforma Laboral eliminó la jornada de ocho horas de trabajo permitiendo una mayor explotación del trabajador al obligarle a trabajar turnos de 12 horas al día. Aparentemente esa fue una de las causas del accidente, la fatiga del operador de maquinaria pesada por trabajar turnos de 12 horas.
En este contexto debemos responder a la pregunta ¿Quién es el responsable de esta tragedia? Evidentemente no podemos culpar a trabajador que operaba la maquinaria pesada, en realidad hay muchos culpables y debemos tener claro quiénes son para deslindar responsabilidades y exigir justicia en este caso.
Podemos decir en principio que son los dueños de esta empresa y sus autoridades administrativas que explotan sin medida alguna a los trabajadores que laboran ahí al obligarlos a trabajar turnos de 12 horas, que está demostrado que son jornadas sumamente desgastantes y sobre todo si el trabajo consiste en operar maquinaria pesada. Son varios los incidentes que ha tenido esta compañía que ponen en peligro la salud de sus trabajadores, de los habitantes de esa ciudad y por el nacimiento de ríos en esa región, pone en riesgo la salud de los habitantes de buena parte del Estado de Sonora.
También son responsables las autoridades de gobierno de los tres niveles que están permitiendo que la compañía minera que pertenece al Grupo México, esté explotando en forma irracional los recursos minerales de esa población y sus alrededores, provocando destrucción de la naturaleza circundante, eliminación de flora y fauna, contaminación de suelos y ríos (recordemos la contaminación del Río Sonora y el papel encubridor de autoridades estatales y federales), afectando la salud de la población residente en esa ciudad y sobre todo por la explotación inhumana de los trabajadores que laboran en esa empresa.
Finalmente y no por ello se reduce su responsabilidad, debe señalarse que aquellos diputados y senadores que aprobaron la Reforma Laboral también son responsables de este accidente, porque proporcionaron el marco legal para que sucediera el mismo.
Los mineros de la sección 65 de Cananea han demostrado una resistencia y convicción de lucha admirable, manteniendo una huelga prolongada por más de ocho años, accidentes como el que sucedió les dan la razón una vez más cuando reclamaban mejores condiciones de trabajo.
Hoy los trabajadores mineros levantan una nueva bandera de lucha, curiosamente la misma bandera que levantaron sus antepasados y que dio origen a la revolución mexicana (que posteriormente fue prostituida por el PRI), la jornada de ocho horas. Es increíble que en pleno siglo XXI, los trabajadores estén demandando una petición que hace más de cien años en el inicio del siglo XX, levantó en armas a este país. Es una muestra de cuanto hemos retrocedido en materia laboral, de cuanto ha avanzado el neoliberalismo en la explotación de los trabajadores, pero también es una muestra de lo mucho que tenemos que pelear, es un motivo más para alzar la voz y sumarnos a la petición de retorno a la jornada de ocho horas y exigir la salid del Grupo México de Sonora que deja más daño que beneficio en nuestras tierras.
Solidaridad con los familiares de los fallecidos, solidaridad plena con las demandas de los mineros, solidaridad con los habitantes de esa hermosa ciudad que están hartos de ver la destrucción del lugar donde viven solo para beneficiar a los dueños del Grupo México y por la pasividad de nuestras autoridades.