Isabel Dorado Auz

Pareciera que este debate va a evolucionar en los próximos años, dado que ambos términos están muy relacionados con el comportamiento humano.

Durante prácticamente todo el siglo XX el debate político sobre la forma de gobierno que debía adoptar la humanidad se polarizó entre estas dos opciones. La Unión Soviética, que instituyó un gobierno socialista, se presentaba como la opción comunista y otra gran potencia, los Estados Unidos se erigía como el orgulloso promotor del capitalismo. Esta polarización generó una serie de guerras civiles para tratar de alinear a diversas naciones en una u otra dirección ideológica.

De algunos años a la fecha, se intentó generar una tercera vía dado los fracasos que, en los hechos, han representado ambos sistemas de gobierno. El ser humano presenta esa dualidad; por un lado, anhela poseer bienes materiales propios, pero también posee esa solidaridad que busca una mayor equidad social. Esto es, si se combate la desigualdad social le daríamos un rostro más humano a ambos sistemas de gobierno. El socialismo real creó una burocracia dorada y el capitalismo concentró las riquezas en unas cuantas manos. La burocracia dorada se vio en la necesidad de cerrar fronteras para garantizar su forma de gobierno y el capitalismo, a través del impulso de las grandes trasnacionales, recurrió a la corrupción como el mecanismo más fácil de incrementar riquezas en un menor tiempo. Ambas formas de gobierno han ido colapsando, la Unión Soviética se transformó en 1989 y Estados Unidos va en franca decadencia, desde que en ese país se empezó a cuestionar el uso de la infraestructura militar para imponer gobiernos en diversas naciones.

Si queremos avanzar en mejorar las condiciones de vida nos podemos apoyar en el gran desarrollo tecnológico para disminuir la brecha social. Se deben apoyar las economías de los países pobres y fomentar gobiernos verdaderamente democráticos. Hoy en día, el acceso a la información es mucho mayor y difícilmente se logra la enajenación de antaño a través de los medios tradicionales. Para bien o para mal, empresas como Televisa o Televisión Azteca se han visto obligadas a cambiar la forma en que deben atender los liderazgos sociales. Cuando un comentócrata trata de desprestigiar a un líder social honesto, de inmediato recibe el rechazo social. El ciudadano se ha ido empoderando poco a poco y cada vez está más presente en la dinámica social. Hermosillo es un ejemplo claro de lo que estoy diciendo.

Creo, por lo mismo, que a pesar de las diferencias que puedan presentarse, cada día es más común el debate entre iguales para tratar de solucionar la problemática social. Los partidos políticos que antes se alineaban hacia el comunismo o al capitalismo, ahora se han desdibujado porque ambos sistemas están en crisis. Quién no quiere generar riqueza propia y, honestamente, quién no quiere ver en mejores condiciones a todas esas personas que viven en la pobreza extrema.

Los seres humanos somos comunistas por naturaleza, por eso buscamos asociarnos y apoyarnos cuando nos trazamos objetivos comunes, pero también existe ese gen capitalista que busca generar riqueza propia. Será posible crear un sistema que nos permita conservar nuestras libertades individuales y, al mismo tiempo, eliminar esa gran desigualdad social generada con el surgimiento de las grandes trasnacionales que han eliminado el desarrollo económico interno de muchas naciones.