Por Ángeles Mariscal

Chiapas tienen un incremento drástico en el número de personas desaparecidas y en el caso de la niñez está arriba de la media nacional, de 2018 a 2022, con 1,835 casos, según los registros de la organización Melel Xojobal.

A estos suman el de los jornaleros agrícolas originarios de zonas indígenas y campesinas, quienes desaparecieron luego de migrar a otros estados y, en sus casos, ni la Fiscalía de Chiapas, ni la de los estados donde tuvieron su último contacto, ni la federal, han querido integrarlas a las estadísticas del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas; forman parte del subregistro que el Estado mexicano no quiere reconocer.

En el estado, por primera vez, cientos de familiares de personas desaparecidas salieron a las calles, organizaron foros, realizaron protestas. Apenas hace un año, el tema de las desapariciones estaba invisibilizado, “en mi caso viví pensando que esto no nos iba a alcanzar, solo sabíamos de casos en las noticias, pero ahora le tocó a mi familia, explicó Jesús López, quien busca a Joany, una joven que cumplió 18 años de edad estando desaparecida.

De acuerdo al estudio de Melel Xojobal, la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, el principal centro turístico del estado, tiene la mayor tasa de desapariciones de niñas, niños y adolescentes a nivel estatal. “La población más vulnerable son adolescentes mujeres de entre 14 y 16 años de edad”, detalla el informe.

En esa ciudad, familiares de desaparecidos colocaron un altar y colocaron siluetas con mensajes a sus hijos e hijas desaparecidas. “Soy tu papá, tengo la esperanza de encontrarte, Tengo la fuerza para luchar y esperarte: Don Samuel”, señala uno de ellos.

Cientos de carteles con fichas de búsqueda se desplegaron en el piso, y durante el foro hablaron de la situación de criminalidad que ha aumentado en forma expotencial en todo el estado y el país, y con ello las desapariciones.

Mujeres de las zonas rurales e indígenas también hablaron. “Somos familias de Chiapas que buscamos a nuestros familiares que migraron al interior de la República mexicana o a los Estados Unidos en busca de trabajo; salieron para poder tener acceso a la salud, alimentos, vivienda, educación, o para el pago de deudas que se formaron en este contexto de pobreza de la vida”, explicaron.

Agrupadas en la organización Junax Ko´tantik, explicaron que, en su caso, sus familiares desaparecidos no están siendo buscados por las autoridades ni aparecen en los registros oficiales de desaparecidos, porque la Fiscalía de Chiapas dice que no desaparecieron en el estado, y las de los estados donde dejaron de tener contacto argumentan que no hay pruebas de que ahí hayan desaparecido.

A esto se suma que la mayoría son familias sin posibilidades económicas para llegar a las ciudades donde están las fiscalías de justicia, y tampoco para trasladarse a otras entidades; más aún, muchas son monolingües y solo hablan una lengua indígena.

La crisis de las desapariciones alcanzó a Chiapas, explicaron organizaciones humanitarias que los acompañan.

También, en la capital de Chiapas, se manifestaron familiares de 17 militares chiapanecos de diferente rango, quienes desaparecieron mientras estaban en servicio.



Publicado originalmente en chiapasparalelo