Por: Oscar Yescas
Desde hace días la mujer panista disfrazada de morenista que ostenta el título de Presidenta Municipal de Hermosillo, la capital sonorense, dio un paso que aumentó considerablemente su distancia con el pueblo que la colocó en esa posición de poder al presidir una reunión del Cabildo municipal y lograr que éste autorizara la venta del terreno denominado El Cárcamo.
El tradicional estilo autoritario utilizado por esta autoridad legal que pierde legitimidad a pasos agigantados ante la ciudadanía sonorense, se muestra en toda su crudeza al ignorar las peticiones de diversos grupos de ciudadanos que promueven el deporte, que defienden el medio ambiente, que intentan construir un corredor biológico que cruza por ese estratégico lugar ubicado en un punto donde circulan aguas subterráneas que en este clima semidesértico es como si existieran pozos de petróleo en ese lugar.
El menosprecio hacia la ciudadanía por parte de quien liderea el ayuntamiento no es algo nuevo, ya que en otras ocasiones ha calificado de ignorantes a quienes se oponen a sus decisiones, lo que llamó la atención fue la premura y sigilo en la toma de decisión de vender un terreno propiedad del ayuntamiento (o sea de la ciuadanía hermosillense), la colaboración de miembros del cabildo con larga trayectoria como académicos universitarios progresistas que ocupando posiciones de poder y avalando despojos de terrenos que afectan a la colectividad hermosillense, siguen insistiendo en que son de izquierda.
Pero lo que realmente ha generado malestar colectivo es el argumento principal que utilizan para vender este terreno que afirmando que la mayor parte de lo obtenido será para tapar baches de las calles de Hermosillo y una pequeña parte para apoyar a pequeños empresarios en crisis por la baja de ventas debido a la cuarentena que intenta prevenir mayores casos de contagio del corona virus.
Desconozco si el estimado lector que sigue estas líneas conoce el lugar motivo del conflicto, si conoce el Cárcamo. Si no lo ubica, la periodista y Yanny Barrera publicó unas fotos y videos del lugar que desnudan algo que estaba a la vista sin ser apreciado en su real magnitud.
El terreno en cuestión es un monte, en parte desmontado, para convertirlo en llano y poder jugar béisbol y fútbol en ese lugar. No cuenta con infraestructura deportiva como gradas bajo techo, cerco protector, baños públicos, acceso pavimentado, etc.
Es simplemente un terreno descuidado por el ayuntamiento (abandonado más bien) que ha sido utilizado por grupos de ciudadanos que aman el deporte del béisbol y otros el fútbol para usarlo los fines de semana como centro de prácticas. Se puede apreciar que es un terreno rústico que de deportivo sólo tiene el nombre porque es espacio abierto y el vacío de infraestructura deportiva es llenado por el entusiasmo y vitalidad de quienes acuden a ese lugar para practicar béisbol y fútbol soportando altas temperaturas bajo un sol ardiente. He pasado varias veces por ese lugar y cuando veía gente jugando en pleno sol me preguntaba a mí mismo: “pobre gente, ¿cómo puede jugar con este calor y este fuerte sol en ese árido lugar? Yo mismo encontraba la respuesta a esa pregunta. Lo hacen porque aman el deporte y no porque sea pretexto para ingerir bebidas alcohólicas. No hacen daño a nadie, se divierten, ejercitan, conviven en familia y disfrutan la vida.
Tan sólo ver con ver el lugar se puede apreciar el abandono de las autoridades municipales de un lugar que es centro de reuniones deportivas desde hace varios años. Este abandono me hace cuestionar lo siguiente: ¿dentro de la estructura organizacional del ayuntamiento de Hermosillo existe un Instituto que promocione el deporte en la población sonorense?, ¿Por qué el ayuntamiento de Hermosillo ha ignorado este predio utilizado por la ciudadanía para practicar deportes los fines de semana y promover clínicas de béisbol y fútbol para niños y jóvenes entre semana?
Se trata de un predio usado por la ciudadanía hermosillense para practicar deporte en un terreno ignorado totalmente por las autoridades municipales y principalmente las autoridades deportivas que jamás gestionaron recursos para habilitar gradas para que los asistentes pudieran tomar asiento bajo la sombra que los cubriese de los ardientes rayos del sol, mientras los jugadores practican su deporte favorito. Podrían haber gestionado trámites para aplanar el terreno, para limpiar y quitar la maleza, pintar el diamante o construir casetas o baños públicos.
Vergüenza debiera darles a las autoridades el que circulen estas imágenes de un lugar utilizado por la ciudadanía como área deportiva. En otras ciudades del país (ya no digamos en otros países) las áreas deportivas utilizadas por la ciudadanía están equipadas para practicar deportes y para brindar confort al público asistente.
Este terreno que sufría el abandono total de las autoridades adquirió valor de un momento a otro para las autoridades que lo perciben como fuente de ingresos y no tienen la empatía social necesaria como para ver que con esta decisión están afectando a quienes practican el béisbol llanero en ese lugar.
Solo tomaron nota de su existencia como un activo del municipio que pueden vender (según ellos) para obtener recursos financieros que les permitan cumplir parte de sus funciones sin afectar los altos sueldos de las autoridades y funcionarios municipales que de servidores públicos tienen lo que Hermosillo tiene de bosques y selvas. La avaricia, la incompetencia, la complicidad, la insensibilidad social, el autoritarismo, la mentira, la corrupción y la traición están detras de esta decisión de vender este rústico predio.
Pero sobre todo esta decisión refleja el estado de distanciamiento que existe entre autoridades municipales y ciudadanía sonorense. Esto es lo más grave del asunto, quienes llegaron al poder gracias a Morena y la población sonorense, se enquistaron en el mismo y actúan como si estuviesen en tiempos del prianismo, es decir, cuando la forma de gobernar era con autoritarismo, corrupción de funcionarios, toma de decisiones sin consulta popular, ignorando y pisoteando derechos de la ciudadanía y favoreciendo intereses particulares.
Pero los tiempos han cambiado y parece que es necesario que la población hermosillense tome la iniciativa de recordarles a las autoridades municipales que ellos son servidores públicos y deben servir a la población. No pueden tomar una decisión que afecta a la población, no deben mantener esa decisión si la población se está manifestando en contra de la venta de este terreno.
Exigimos se de marcha atrás a esta decisión y en caso extremo que se someta a consulta popular nos encontramos en un período de cambio social que es decisivo para el futuro de nuestro país. Un momento histórico en el que debemos los gobiernos emanados del triunfo de Morena deben demostrar un estilo diferente de gobernar.
La población mexicana y hermosillense ha sufrido muchas decepciones de los políticos, el hartazgo social hacia las formas de autoritarismo del prianismo y sus diversas formas de corrupción fue lo que allanó el camino para que Morena recibiera un respaldo masivo para llegar al poder.
Los militantes auténticos de Morena en Sonora y en Hermosillo deben encabezar esta lucha para impedir que se concrete la privatización de este terreno que es propiedad pública. Si no se escucha la voz de los líderes formales de Morena y sus militantes, la población los rebasará y en las próximas elecciones les cobrará la factura.
El peligro de que elementos del prianismo utilicen la inconformidad sonorense como bandera política para desprestigiar al partido que los quitó del poder está latente.
Elementos oportunistas de todos los partidos (incluido Morena) tienen los ojos puestos en las próximas elecciones para Gobernador en Sonora.Pero mientras tanto, las autoridades municipales que navegan con la bandera de Morena, demuestran incapacidad política, negligencia administrativa y ceguera moral en su actuación.
En última instancia los ciudadanos hermosillenses somos quienes diremos la última palabra haciendo valer la premisa de que el pueblo salvará al pueblo y la postura de la ciudadanía será un rotundo No a la venta del Cárcamo.
Publicado originalmente en: http://oscaryescasd.blogspot.com/