#DiasdelFuturoPasado volumen 52

Jorge Tadeo Vargas

“Estamos frente a la extinción”

Cyclops en Second Comming

Después de unos días bastante movidos, terminaron las elecciones en los Estados Unidos con una victoria para la dupla demócrata Joe Biden/Kamala Harris. A pesar de la plañidera de Trump y sus seguidores, el triunfo demócrata es un hecho. Los últimos cuatro años republicanos dejan un residuo bastante toxico en todo el mundo, y va desde el empoderamiento de la extrema derecha -algo que se dio en muchos países como Inglaterra, Brasil, Francia– que de nuevo salió a las calles de forma masiva y que será muy difícil de sortear en los próximos años. El discurso de odio de Trump posicionó a muchos grupos que mantendrán una presencia mediática y de acción como hacía muchos años no se veía en Estados Unidos. El activismo de los grupos supremacistas va en aumento gracias a esta administración presidencial que ya se va y que estuvo más ocupado en crear odio que políticos publicas sólidas, sociales, que ayudaran a la ciudadanía norteamericana.

El espectáculo de odio que montó Trump es su legado, de él como presidente no hubo una sola política exterior o interior, todas fueron orquestadas, elaboradas, puestas en marcha desde el poder legislativo, el cual tuvo dominancia republicana. El papel que represento Trump fue el de un incitador del odio, un orador de los grupos supremacistas blancos que hicieron que estos cuatro años la violencia hacia las minorías fuera en aumento, no solo desde la sociedad civil, sino desde la policía. Un recuerdo muy amargo de la época Reagan. Sin embargo, el verdadero peligro, donde estaban los mayores riesgos gestándose, donde aún se mantiene es con los legisladores republicanos. Ellos son los que buscan mantener la modalidad de capitalismo que estaban construyendo estos años, un tanto alejado de las nuevas tendencias de capitalismo maquillado de inclusivo, de verde, de políticamente correcto.

La victoria de Biden tiene muchos asegunes, muchas cosas que se le pueden criticar más allá del festejo internacional por la derrota de Trump, sin embargo para el ejercicio de esta columna, desde donde escribo semana a semana, escribiré de las posibilidades de que el Green New Deal (GND) el cual ha sido promovido por Bernie Sanders y fue uno de los puntos que dejó claro que tenía que quedarse en la agenda si renunciaba, que tiene el apoyo de legisladoras como Ocasio Cortez, de investigadores, activistas de la talla de Chomsky o Naomi Klein y que aunque no es prioritario en la agenda de Biden/Harris si lo es para muchos de los demócratas, por lo que la presión para que la presidencia lo apoye será muy fuerte.

Por otro lado, muchas transnacionales van a hacer un cabildeo brutal para que el GND sea aprobado, que puedan entrar hacer negocios de privatización y extractivismo al Sur Global con todo el apoyo del gobierno norteamericano y los gobiernos cómplices bajo el pretexto de las energías limpias, renovables, fortaleciendo el modelo capitalista verde, ecofacistas, neofeudal, fomentando un nuevo extractivismo.

Pero no nos adelantemos, la dupla Biden/Harris no la tienen fácil. En el Senado con una fuerte presencia republicana tiene como consigna que el GND no pase, mantener todo como hasta ahora, al menos materia de energía, es decir que el carbón y el petróleo sigan como los principales energéticos, esto no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. El trabajo que se viene haciendo por parte de las corporaciones transnacionales energéticas en el Tratado de la Carta de Energía dan fe de esto. Un intento desesperado por explotar al máximo los combustibles fósiles. De ahí el negacionismo. No tiene nada de ignorante, al contrario, al menos como propaganda por parte de las grandes corporaciones y sus títeres, es un ejercicio para mantener una matriz energética que nos tiene en la crisis climática actual.

Por otro lado, quienes están tratando de impulsar la falsa solución en la que se basa su GND, tienen en Biden/Harris a su mejor aliado. En el caso del presidente tiene toda la experiencia para el cabildeo con países del Sur, la experiencia de armar golpes de estado cuando sean necesarios – ¿Recuerdan Honduras? – y los aliados necesarios dentro de su gobierno y fuera de el para tener éxito en implementar este nuevo plan Marshall. El hecho de que la Unión Europea ya tenga un marcha su propio Green New Deal, que lo estén trabajando con miras a que desde ahí salgan los planes o las acciones para la crisis climática es una presión más para que los demócratas en el Senado comiencen a negociar con los republicanos con el objetivo de conseguir que el GND se apruebe. Por lo pronto la promesa de campaña por parte de Biden de regresar a Estados Unidos al Acuerdo de París, es parte del camino que tienen que recorrer, especialmente si tenemos en cuenta que la COP26, del próximo año -si la pandemia lo permite- a llevarse a cabo en Glasgow, Escocia, va encaminada a que todas las negociaciones, todo lo que se plantee en ella este fundamentada en estos pactos verdes, con el propósito de que el fallido acuerdo firmado en la COP21 pueda sostenerse. Claro, desde las falsas soluciones, el capitalismo verde y el nuevo colonialismo.

Sobre Biden/Harris se puede escribir mucho. Su historia al servicio del sistema es larga, ampliamente documentada, sin embargo quiero puntualizar que su llegada, el regreso de los demócratas al gobierno norteamericano fortalece aun más la tendencia del sistema de clases que está en franca evolución del neoliberalismo hacia una forma de gobierno y casta de clases mucho más agresivo, mientras que se pinta de inclusivo, políticamente correcto, mientras que las zonas de sacrificio aumentan, con todos los impactos socio-ambientales que conlleva.

A diferencia de Trump y su política del espectáculo del odio, de sus discursos sustentados en el racismo, la homofobia, el sexismo, con Biden el cabildeo del modelo de producción-consumo será más silencioso, sin alaracas, con resultados a mediano plazo mucho más agresivos, peligrosos, destructivos para con las comunidades humanas y los ecosistemas.

Sanders y Ocasio-Cortez

Desde la resistencia ante la extinción

Noviembre 2020, Año de la pandemia

Jorge Tadeo Vargas. Vive con sus dos amores en una relación poliamorosa, en una casa donde las perras y gatas superan en número a las humanas que viven bajo su dictadura. Es biólogo, anarquista, activista, ensayista, escritor y panadero casero. Ha escrito a la fecha cinco libros (novela, cuentos y ensayos) y colaborado en algunos colectivos. Desde hace ocho años escribe una columna regular en Libera Radio.

Es el coordinador no oficial de LIDECS, colectivo que busca mediante la investigación aportar a la búsqueda de la justicia socioambiental. No puede vivir sin música, la cual suena todo el día en casa.