La crisis que actualmente sufre la política en todo el mundo es por la asociación que la política convencional tiene con la corrupción, impunidad, simulación y servilismo a las élites financieras y la gran fábula de presentar a los aparatos de democracia representativa y sistemas anti-corrupción como elixir para los grandes males sociales y económicos.
Estos aparatos se encuentran desgastados porque la realidad los exhibe como opacos, escurridizos y no solo son inútiles para frenar la voracidad de corrupción, sino que siguen engrosando una burocracia de por sí obesa e inoperante.
En Sonora los grandes referentes de está realidad opaca y escurridiza en tres de los últimos cuatro sexenios han sido y siguen siendo los ranchos ligados a los gobernantes en turno: Armando López Nogales y “El Amole”; Guillermo Padrés y el “Pozo Nuevo”; Claudia Pavlovich y “Las Norias”.
El rancho “Las Norias”, propiedad original de Sergio Torres Serrano, padre de Sergio Torres Ibarra, esposo de la Gobernadora de Sonora Claudia Pavlovich, ha contado con una fuerte inversión en infraestructura en lo que corresponde al área de la casa principal entre 2015 y 2019, período en qué Pavlovich Arellano se ha desempeñado como la ejecutivo en el poder gubernamental estatal.
Si se comparan las fotos obtenidas de los años 2003, 2009 y 2015 de la plataforma Google Earth (que se muestran al final de esta columna), se puede apreciar claramente que era un rancho relativamente común y corriente para la zona, ubicado en el kilómetro 45 de la carretera Hermosillo-Mazatán. El único cambio que se había registrado en todos estos años fue en el 2015, ya habiendo sido Palvovich Senadora y después candidata a la gubernatura.
Maquinaria pesada pavimentó aproximadamente un kilómetro de la antigua brecha de tierra que conecta la carretera con la casa principal. En ese lapso, ya en tiempos de campaña electoral, se había cuestionado a la entonces candidata su relación con “gestiones especiales” que llevaba a cabo ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), con el fin de modificar las bases de licitación para que empresarios cercanos al priísmo y a las élites locales pudieran concursar sin demasiado problema las obras de remodelación de la Carretera Federal de 4 carriles.
En grabaciones dadas a conocer en redes sociales y por las cuáles el Comité Ejecutivo Estatal del PAN interpuso denuncias la Procuraduría General de la República (PGR), las cuales nunca prosperaron, se evidenciaba la intervención de la entonces Senadora con un subsecretario de la SCT para que los constructores locales pudieran acreditar la solvencia para concursar. Esto, se adujo, era en beneficio de los sonorenses pues así empresas de Estado podían quedarse con las obras de infraestructura.
Como se puede apreciar claramente en las fotografías satelitales, el cambio en el viejo rancho del suegro de la Gobernadora fue espectacular después de que Claudia Pavlovich tomará el poder en el 2015, justo de lo mismo que se acusó al ex gobernador Guillermo Padrés, quién construyó una presa en su rancho “Pozo Nuevo” durante su sexenio, algo que generó una gran suspicacia en cuanto a la posible utilización de recursos públicos en esta obra para beneficios particulares y que dañó severamente su imagen, además de la afectación de los pobladores aledaños.
Habitantes del ejido de Bacanuchi señalaron que la disponibilidad de agua bajó desde la llegada de Padrés al Gobierno de Sonora y con la construcción de una presa. También señalaron que el rancho se fue transformando pues, en cuatro años, la propiedad pasó de ser un agostadero con mezquitas a una huerta agrícola electrificada con una presa particular, donde además se dijo que había 300 hectáreas de nogal alimentadas con sistema de riego por goteo.
En el caso del rancho “El Amole”, propiedad del ex gobernador Armando López Nogales, el escándalo se detonó porque la adquisición de éste fue en plena administración del priísta con un costo millonario. Jamás quedó en claro de dónde salió el recurso financiero para comprarlo. Este tipo de acciones parecerían haber sido emuladas por Pavlovich Arellano y familia.
En las imágenes, se puede apreciar, a simple vista, un drástico cambio en el rancho; se aprecia la construcción de al menos cuatro residencias amplias y modernas. También la construcción de tres complejos de departamentos (posiblemente) para invitados, dos de los cuales ya están concluidos.
A la casa principal se le observa un segundo piso con todas las comodidades, así como un pequeño lago artificial ubicado aproximadamente a unos 30 metros de esta residencia principal. Alrededor se pueden ver al menos 5 casas pequeñas al parecer destinadas al personal que labora en el rancho, todo esto edificado después del 2015. Tema aparte es la gran cantidad de cabezas de ganado que también se pueden apreciar en la tomas aéreas, así como las recurrentes voces que señalan que varios ranchos han sido obtenidos a lo largo y ancho de la Entidad.
La pregunta obligada ante toda esta repentina suntuosidad de infraestructura en el rancho “Las Norias” es: ¿Cuál es la explicación de lo que no se hizo en por lo menos 12 años con toda esta opulenta inversión en su infraestructura, si se ha realizado en tan solo cuatro años coincidentes con la llegada a la gubernatura de Claudia Pavlovich?
Por: Aarón Tapia, Hermosillense, amante del sarcasmo y de la
buena polémica para el debate. Conductor de La Tertulia Polaca/Ensalada de Tópicos.
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