#DiasdelFuturoPasado Volumen Nueve
“…se avecinan tormentas, no creo que haya falta darle muchas más vueltas, nos traen del cuello y fingen no darse cuenta, sonríen y nos matan contentas…al planeta le queda menos vida que un gramo de speed en una rave…”
Apocalipsis Memo, Planeta DEF
El 20 de febrero se publicó en el periódico español La Vanguardia un artículo firmado por José Luis Gallego. El texto hace una crítica a los países de la Unión Europea (UE) que se presentan como los más avanzados y respetuosos de los Derechos Humanos y del medio ambiente siendo que en realidad no lo son. Sus políticas ambientales van en otro sentido, especialmente en materia de gestión de residuos donde no solo continúan con la incineración de basura para la producción de energía, sino que además han decidido no seguir los lineamientos de economía circular que son la base regulatoria de la UE para un cambio en la gestión de residuos e ir evolucionando hacia planes de Basura Cero.
Entre las naciones a las que se dirige la crítica esta Alemania, un país que manda incinerar más del 40 por ciento de su basura. Y es que un país que tiene un centenar de plantas incineradoras, es imposible que piense en programas de economía circular y Basura Cero, por el contrario, no tienen planes para fomentar la reducción, el reciclaje o la separación de la basura.
Está de más hablar de porque es malo continuar incinerando basura, creo que eso lo hemos hecho hasta el cansancio, de lo que significa se ha escrito mucho al respecto. Incluso la UE está buscando desde hace unos años cómo lograr que la quema de basura quede en el pasado y que se considere como lo que es: una solución de final de tubería que no resuelve en nada el problema de la basura, por el contrario, causa mayores impactos negativos en la salud ambiental y humana de las poblaciones donde estas incineradoras/hornos de cemento se instalan.
En este momento continuar con la discusión de si las incineradoras son o no la mejor forma para el manejo de la basura es estéril, pues vemos que tanto la UE como los Estados Unidos están en un proceso de transición hacia soluciones sustentables y sostenibles como lo son los planes de Basura Cero. Continuar con esta discusión es pueril y solo sirve para seguir alimentando un modelo de producción-consumo extractivo, privatizador y criminal, que nos está llevando directamente al colapso civilizatorio.
Por si no fuera poco lo que el gobierno alemán hace en su país, desde hace décadas “asesora” a países del Sur Global en temas ambientales, incluido el manejo de residuos. Esto lo hace disfrazado de Agencias de Cooperación y básicamente lo que hace es buscar cómo administrar los bienes comunes estratégicos de los países. En México a esta agencia se le llama Corporación Alemana para la Cooperación Internacional, GIZ por sus siglas en alemán, y es quién dicta desde hace años las políticas en materia forestal, agroindustrial, de residuos entre muchas. Con el pretexto de asesoría técnica y financiera, el Estado le abre la puerta para que se pongan en marcha proyectos de monocultivo forestal, incineración de residuos en hornos cementeros con todos los impactos. Las comunidades que viven en la región Atotonilco-Apaxco los conocen muy bien.
En el sexenio pasado, GIZ logró tomar una posición muy fuerte en la agenda del Gobierno Federal fortaleciendo la incineración en hornos cementeros, mismos que pasaron de incinerar residuos peligrosos y de manejo especial a sumarle también la basura urbana con lo que los riesgos y los daños aumentan.
Ahora para la nueva administración GIZ es el asesor técnico y financiero en la iniciativa federal que pomposamente se llama: “Visión de Gestión Sustentable de Residuos”. Viendo la forma de gestionar que tienen en su país de origen, eso solo puede significar que estaríamos entrando de lleno en la incineración de residuos o “waste to energy” como le llaman. Un tema que muchas organizaciones y comunidades han estado evitado con años de lucha y resistencia; una lucha difícil que han logrado parar incineradoras, aunque lamentablemente no se ha logrado en hornos cementeros. Con esta nuevas reglas y teniendo a GIZ de asesor se aumentará los riesgos, haciendo que las comunidades estén mucho más vulnerables en todo sentido.
Es importante recalcar dos cosas. Primero: en muchos temas, pero hablando de manera específica en lo que se refiere al manejo de residuos, es irresponsable y hasta criminal que el gobierno que asesore a México sea uno de los peores en la UE en el manejo de sus propios residuos. El gobierno alemán no es un gobierno confiable en ese sentido. Es muy claro que esto nos mantendrá en un atraso que no podemos permitirnos, menos en este momento de crisis socio-ambiental. La incineración nos cuesta mucho, social, ambiental y económicamente hablando. Alemania no es el mejor ejemplo a seguir, al contrario, es el peor.
La segunda es que no podemos darnos el lujo de transitar el camino ya recorrido por el Norte Global para que dentro de 30 años comencemos a pensar en prohibir la incineración y considerarle hasta entonces como algo transitorio. No, tenemos que ver lo que están haciendo en este momento y mejorarlos –no incineración en hornos cementeros por ejemplo, algo que a ellos les falta─ adaptarlos a nuestras ciudades, nuestra visión del mundo y desde ahí comenzar a poner en marcha verdaderas soluciones para la gestión de residuos, de lo contrario continuaremos perpetuando un modelo de producción-consumo en decadencia.
Tristemente lo que vemos es que la influencia de GIZ en las decisiones del gobierno federal siguen siendo fundamentales para ellos y esto es muy peligroso. De seguir por este camino no habrá 4T.
Como dirían los Planeta DEF: “al planeta le queda un telediario y nadie parece tomarlo en serio…”
Por: Jorge Tadeo Vargas, director de LIDECS.
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