El provincial de la Compañía de Jesús, Luis Gerardo Moro Madrid, advirtió que continuarán con la exigencia de justicia para la Sierra Tarahumara, porque la deuda de justicia continúa a pesar del asesinato de José Noriel Portillo Gil, conocido como El Chueco, señalado como el homicida de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales (padre Gallo) y Joaquín Mora Salazar.
Con los jesuitas fue asesinado el empresario de turismo Pedro Eliodoro Palma Gutiérrez, y ese mismo día, el 20 de noviembre de 2022, Noriel Portillo asesinó al joven Paúl Osvaldo Berrelleza Rábago, también en Cerocahui, municipio de Urique ubicado al suroeste del estado, en la Sierra Tarahumara.
“Ante la confirmación científica de la ejecución del responsable de los asesinatos de nuestros hermanos #jesuitas Javier y Joaquín, la deuda de justicia para la Sierra #Tarahumara sigue vigente, pero también para las miles de víctimas de México.
“Los jesuitas nunca hemos callado sobre la violencia y siguiendo las enseñanza la de la Iglesia, apostamos por una vida en la que resplandezca la perfecta justicia del Evangelio. Hoy, más que nunca, necesitamos garantizar la seguridad para las comunidades”, enfatizó este domingo Moro Madrid.
El provincial de los jesuitas anunció que pronto invitarán a la sociedad a construir memoria con denuncias de las injusticias.
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