Por: Isabel Dorado Auz
Al parecer, se superaron expectativas respecto a la manifestación de este domingo en contra de la instalación de la planta de amoniaco en la bahía de Ohuira, por rumbos de Topolobampo Sonora, dado que había decaído el ánimo por los últimos acontecimientos donde sintieron la imposición de un mayoriteo en una Consulta que llevó a cabo el gobierno federal, donde se incluyó a comunidades indígenas alejadas del lugar y que tendrían menor riesgos de ser alcanzadas en caso de alguna catástrofe en la planta.
Las comunidades indígenas de Paredones, Lázaro Cárdenas y Ohuira sintieron el respaldo de varios Colectivos Ambientalistas de diversas partes del estado de Sinaloa y apreciaron especialmente el apoyo que les brindó una pequeña comitiva de nuestro Colectivo, Ciudadanía Activa, que viajó desde Hermosillo para brindar el apoyo solidario..
Felipe Montaño, gobernador de la etnia Mayo de la comunidad de Ohuira, quien se hizo acompañar de las autoridades indígenas, denunció que ha sido objeto de amenazas de muerte. Diría, también, que las tradiciones no se venden y que la tierra se tiene que defender y que no sentía miedo por el hecho de que lo quieren matar, ya que todos, diría, vamos a morir de alguna manera. Recordó a Tomás Rubio y a Tomás Rojo, quienes ofrendaron sus vidas por la causa indígena. Para él, la planta de amoniaco es un monumento a la corrupción y dio las gracias a todos los asistentes a la marcha por el apoyo otorgado a las comunidades indígenas. Mencionó que a los indígenas de la etnia Seri les ofrecieron comprarles sus tierras y preguntaron cuál sería el costo, a lo que contestaron que sus tierras valían sangre y si las quieren vengan por ellas, ejemplificando como debiera ser la defensa de sus propias tierras.
Al final de la manifestación se hizo la clausura simbólica de la planta y se cantó el himno nacional en la lengua indígena. Paradójicamente, la empresa que quiere instalar la planta había colocado una lona en donde convocaba al diálogo.
Después de esta visita a Sinaloa, me queda bastante claro que el discurso del presidente no es congruente con la realidad y espero fervientemente que rectifique y respete las tradiciones de las comunidades indígenas, lo cual incluye el respeto al territorio, al medio ambiente y a la actividad económica de las comunidades de Ohuira, Paredones y Lázaro Cárdenas. Espero que el presidente no le de prioridad a los intereses empresariales extranjeros y si respete el derecho a la vida en toda la extensión de la palabra.
Hicimos el compromiso, la representación del Colectivo Ciudadanía Activa Sonora, a seguir apoyando al movimiento desde nuestra trinchera. Por lo que si se convoca a un evento regional, o nacional, de manifestaciones en diversos puntos de nuestro país, haríamos lo propio en la capital de Sonora, Hermosillo. Hemos establecido un contacto directo con los líderes del movimiento “Aquí ¡NO!” y estaremos informando de las próximas acciones.
Queremos evitar que el poder económico y el poder político se ensañen en contra de unas pequeñas comunidades indígenas.