
DiasdelFuturoPasado 74
Por Jorge Tadeo Vargas
Esta semana inició la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas. La llamada COP por sus siglas en ingles. Esta es la veintiseisava reunión en la que participan los firmantes de los distintos acuerdos que han salido de estas cumbres, siendo el Acuerdo de Paris el más reciente de ellos, además de ser el que más países firmaron, un acuerdo que muchos lo vieron como una esperanza de lograr detener la crisis climática actual.
En estas conferencias o cumbres, los gobiernos discuten, debaten, ponen en la mesa, los acuerdos y/o acciones que se deben de llevar a cabo en materia de mitigación (reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero) y de adaptación ante la emergencia climática. Esto lo hacen teniendo como base los informes que presenta el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC). Claro, tanto lo primero, como lo segundo es la teoría o el discurso que lanzan hacia los medios, la realidad es que el cabildeo de las corporaciones transnacionales es quien decide el rumbo y futuro de la crisis climática.
En estos días se reúnen en la ciudad escocesa de Glasgow, cargando con el mayor de los fracasos que fue la COP25 que por la pandemia se movió de Santiago de Chile a Madrid, imposibilitando mucho cabildeo, acuerdos y con muy pocas movilizaciones por parte de las organizaciones y movimientos sociales, el cambio de sede no permitió una mejor organización y al final fue una fallida cumbre.
La COP26, mucho más que las anteriores llega con un tufo a fracaso que se alcanza a ver en el discurso del primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, que inicia su discurso de bienvenida con la siguiente frase: “Si fallamos en Glasgow, fallamos todos” sumada a otra que dice “no hay excusas para no pasar a la acción”. No solo son frases vacías y sin sentido, sino que además no toma en cuenta -como es lo usual- el sexto informe del IPCC que entre muchas cosas dice que el principal obstáculo para accionar medidas contra la emergencia climática es el propio sistema de clases, por lo que si Johnson no está hablando de desaparecer el capitalismo, como forma de gobierno, no hay como pasar a la acción.
La cumbre oficial, llega en medio de una pandemia que ha puesto en evidencia la crisis del capitalismo tardío, que este modelo de producción-consumo de lo global a lo local esta en crisis y de que no hay como cumplir con el Acuerdo de Paris, no solo porque la realidad ya nos rebaso, sino porque incluso muchos países entre los que se encuentra México ha habido un retroceso en poner en marcha las políticas publicas acordades en la COP15 de Paris, para mantenernos abajo del 1,5 grados. En este momento hemos alcanzado el 2,7 por lo que cualquier medida pensada en este Acuerdo ya no es posible.
En el interior de la COP, lo que se vive es el cabildeo por parte de las corporaciones transnacionales, especialmente con los países del Sur Global para promover nuevos mercados de carbono, con el objetivo de mantener el nuevo colonialismo y su intercambio de emisiones para darle entrada a los pactos verde, el Zero neto y lo que salga en el camino, que van de la mano de las peticiones de muchas ONGs transnacionales de poner en marcha mecanismo de financiación para los países más vulnerados por el cambio climático.

Greta Thunberg tiene razón cuando dice que nos movemos en la dirección equivocada, es decir hacia el lado contrario de las políticas que nos sirvan para mitigar y adaptarnos a la nueva realidad que nos enfrentamos. El informe del IPCC advierte que de no darse un cambio radical de sistema, no hay solución a la emergencia que vivimos, sin embargo los tomadores de decisiones siguen buscando -cuando lo hacen-desde el capitalismo verde, así mantener este modelo económico funcionando.
Nada se ha modificado, excepto en el circo mediático, que estos días dará una brutal cobertura a la COP, para en unos días que pase toda la efervescencia el tema vuelva a quedar relegado a ser noticia de relleno. Más allá de esto no se puede pensar en que desde las cumbres oficiales vaya a salir algo beneficioso para la naturaleza y los seres humanos.
Ya no existe un reto o una acción que pueda o vaya a salir de la COP26, a menos que tengamos en puerta un Seattle del ’98, este es un espacio que ha sido rebasado por la realidad y que en este momento -igual que hace veintiséis años atrás-solo sirven para el cabildeo, la promoción del capitalismo verde, los mercados de carbono, ese es su principal y único objetivo.
Los retos ya pasan de las cumbres oficiales, incluso pasan de las cumbres de los pueblos que se organizan paralelamente a la oficial; pasan de medidas de mitigación para darle -o deberían de darle-mayor protagonismo a las medidas de adaptación, aunque muchas de ellas no tengan relación aparente con la crisis climática. Desde estas medidas comunitarias, comunales, cooperativas es que saldrá la verdadera transición justa que tanta falta nos hace.
Desde el exilio en Ankh-Morpork
Noviembre 2021
Jorge Tadeo es escritor, ensayista, activista, anarquista, pero principalmente panadero casero.