POR JORGE TADEO VARGAS
Hacer listas es odioso, especialmente porque cuando se lee una lista se piensa que quien la escribe está siendo pretencioso, “tirando línea” de que es lo mejor, es por eso que se convierte en un ejercicio odioso, incluso simplón porque justamente las listas son para que aquellos que son de gustos afines, estoy seguro que el MetalHead más aferrado que lea esta lista, dirá que no es lo mejor, que faltan bandas como Category 7 que sacó un estupendo disco este año, es por eso que evito decir que es lo mejor, es sencillamente lo que más me gusto ¿Es un ejercicio presuntuoso? Claro que lo es, en mi columna pasada me tomé el atrevimiento de presumir que escuche más de cien discos, eso, aunque real es bastante presuntuoso de mi parte.
¿Es lo mejor? Claro que lo es, para mi es lo mejor que escuche, seguro que quienes la lean no estarán de acuerdo con todos los discos que aquí incluyo y es lo más sano que puede pasar, así mismo le servirá a alguien para descubrir nueva música. Eso es lo importante.
En la primera parte hice un recuento de bandas, seis discos que hacían un recorrido por la American Root Music. Esta vez toca aquella música compuesta e interpretada por mujeres, más allá de la nirvanización del género como el Country –en todos sus subgéneros- del Folk entre otros.
Al igual que la lista anterior, no están en orden de importancia, por lo que no es un “top cinco o diez” es solo un recuerdo a bote pronto de todo aquello que me gusto.
Sarah Shook and The Disarmers – Revelations: Desde su disco Nigthroamer en el 2022 a la fecha ha habido muchos cambios en la vida de Sarah. El primero es que pasó de ser Shook a Rivers, aunque el nombre que maneja como cantante siga siendo el mismo. El otro significativo es que The Disarmers cambió por completo su alineación. Hoy son nuevos integrantes con los que ha grabado un disco que, aunque mantiene el coraje, la rabia, después de varios años sobria, podemos decir que también está lleno de esperanza y amor. No es una nueva Sarah, es la evolución –constante- que ha venido mostrando en toda su trayectoria. Es la persona que tiene que ser justamente en este momento y eso hace que Revelations sea un gran disco. La alineación puede ser nueva, pero el sonido sigue siendo el mismo, parte del corazón y las entrañas de Sarah y es justo por lo que no se escucha distinto.
Cuando se le preguntó a Sarah cómo clasificaría su música, fue muy clara: Hony Tonki Punk y esto lo aleja del manoseado término Cowpunk e intenta marcar una línea como el Country Alternativo, donde por sonido y sus letras encaja bastante bien, pero para ella va más allá, es una Punk de la vieja escuela, contestataria y confrontativa.
Rivers se mantiene en la misma línea que Years o Sidelong, cada una de las canciones que componen Revelations muestran el proceso de maduración y avance personal de Rivers, pero no solo en las letras como se podría pensar al escuchar canciones como Jane Doe donde habla de la fuerza que necesitan las mujeres para salir de una relación abusiva o en Revelations donde habla de la fuerza que se necesita para avanzar con nuestros propios demonios. Musicalmente se escucha más suelta, madura, ese Country Alternativo de la vieja escuela, nunca se había escuchado tan actual. Sarah Shook/Rivers es sin duda uno de los mejores secretos del Country Underground.
https://sarahshookthedisarmers.bandcamp.com/album/revelations
Hannah Juanita – Tennessee Songbird: Hannah se define a sí misma como una Honky Tonki profesional y lo es, no hay nada que la defina mejor, es una cantante que podría estar en el Mainstream sin problemas, pero no lo quiere, simplemente porque no lo necesita, es la representación misma de ese Country Clásico previo al Sonido Nashville, lo sabe y lo acepta, eso sí, sin quedarse callada ante las embestidas de la industria corporativa cada que lo necesita.
Hannah te invita a enamorarte del Country ya sea tu primera vez escuchándolo o te hayas desencantado de él, es capaz de capturar sentimientos atemporales y darnos canciones simples, sin mayor pretensión que hablar de frente. En este su segundo disco se mantiene en esa línea, recordándonos que en la simpleza está la mayor belleza.
Tennessee Songbird es un disco para recordar las raíces de Hannah, a la vez que nos recuerda que Nashville podrá ser la capital del Country corporativo, pero en algún momento cuando este se mantenía entre la clase trabajadora tenía mucho que decir y aun lo tiene. Este es un disco que convierte en poesía el amor a una música que representa más de lo que muchos piensan o suponen.
Si bien las letras de Hannah son hermosas por sí mismas, lo que logró tanto con la composición y los arreglos convierten a este disco en uno de los mejores del año y sin la necesidad de “rescatar al pasado” revive al Country más que cualquier música que la industria corporativa quiera imponer.
Desde la Lap Steel, el Violín, la Telecaster hasta permitiéndose un Acordeón y esa voz que es perfecta para lo que canta y compone Hannah recorre por todo el sonido Honky Tonki, ese Swang Country tan atemporal como histórico a la vez que presente.
Hurray the Riff Raff – The Past is Alive: Alynda Segarra creció entre el doo-woop, el jazz que escuchaba en su casa materna –su padre fue un músico de jazz– y el punk /hardcore, siendo una asidua del ABC No Rio en su adolescencia. Se fue de su casa a los diecisiete años y pasó un tiempo viajando en trenes de carga por todos los Estados Unidos.
En compañía de otros “sin hogar” formó la Dead Man Street Orchestra, con la que grabó dos discos. Acostumbrados a tocar en las calles su trabajo fue documentado en un ensayo fotográfico publicado en la revista Time. Para el 2008 Segarra, decide publicar su primer disco como solista y cambiar su nombre a Hurray for the Riff Raff, convirtiéndose en una especie de celebridad en Nueva Orleans.
En el 2024, regresa con The Past is Still Alive, un disco con el que sigue hablando desde la marginalidad, pero esta vez la personal, la propia, haciendo uno de sus discos más personales a la fecha. Tal vez la decisión fue tomada –no de forma consciente– por los meses de pandemia, aunados a las semanas que pasó con COVID, encerrada en casa, de donde surge la primera canción del disco: Snake Plants (The Past is Still Alive). Mezclando el Folk, como base para su música, Segarra, le hace guiños muy seguidos al country alternativo, al doo-woop, al punk, pero sin llegar a predominar ninguno de estos géneros, sino que aderezan el Folk tranquilo, relajado con el que acompaña sus historias.
The Past is Still Alive es un disco que nos habla del pasado, para comprender el fin del mundo, que si bien, estamos justo en esa transición de entrar al fin del mundo –al menos del que conocemos– eso no quiere decir que debemos enfrentarlo con incertidumbre, al contrario, sino aventarnos al vacío sin miedo. Hurray for the Riff Raff, nos da al menos un puñado de discos que nos sirven como acompañantes en este viaje.
https://hftrr.bandcamp.com/album/the-past-is-still-alive
Kaitlin Butts – Roadrunner!: Kaitlin es una de las cantantes más infravaloradas dentro de la escena Country; esto tal vez se deba a que no ha sacado la cantidad de discos que la pondrían en el sitio que se merece, aunque es algo que a ella no le interesa. Va a su ritmo produciendo sencillos y grandes discos como su debut: Same Hell, Different Devil publicado en el 2015.
En la música de Butt, no van a encontrar la clásica campesina obediente al marido, o canciones de desamor cantadas desde el dolor de haber sido engañadas, ella va más allá y desde sus inicios ha dejado claro que sus canciones son de venganza, sangrientas, sin reparos en cantar sobre desamor y muerte, es posiblemente la “reina de las canciones de asesinatos” moderna.
Para Roadrunner! toma la aventurada decisión de adaptar la obra de teatro Oklahoma, como una especie de tributo a su ciudad natal, dándole un enfoque poco convencional a cada una de las canciones que forma este disco conceptual que muestra la relación entre hombres y mujeres desde una visión entretenida, compleja y estimulante. Pero no se engañen, estamos ante un disco de Country desde la primera canción hasta la última que componen este disco, por lo que en cada canción vamos escuchando los sonidos clásicos de este género, mezclados con algunos más de la American Root Music e incluso un poco de Rock Sureño, como deja constancia en la canción Others Girls (Ain´t Havin’ Any Fun) donde muestra su capacidad vocal.
Roadrunner! Es un disco que parte de la dicotomía del amor, el cual puede ser maravilloso, a la vez que crear una dependencia malsana e incluso llevar a cometer los crímenes pasionales más devastadores y sangrientos. Ese es el paseo que hace Kaitlin. No intenta desentrañar o entender este sentimiento, solo lo presenta de las muchas formas que esa sale de nuestro cuerpo para expresarse ante los demás.
Myriam Gendron – Mayday: Conocí a Myriam por su disco del 2021: Ma délire – Songs of Love, Lost & Found, donde hace una recuperación de canciones de Folk desde el siglo diecinueve hasta el veintiuno con una belleza que pocos músicos pueden superar. Después de eso busque su discografía, maravillándome con su álbum debut del 2014 Not So Deep as Well, donde les pone música y voz a poemas de Dorothy Parker hasta llegar a en este 2024 a su disco Mayday, donde esta cantante/guitarrista vuelve a reinventar el Folk y la Balada desde esa idea propia de cómo pueden –que no es lo mismo que deber- sonar cuando alguien se las apropia con todo el derecho de hacerlo.
La trayectoria de Myriam se remonta a cantar canciones de Leonard Cohen en el metro de París, lo cual fue su forma de preparación para ir armando todo el aparato musical donde sostiene su calidad musical, que no necesita ser compleja el contrario, cada canción de ella peca de una sencillez comparable solo con los propios sonidos de la naturaleza.
Pero no todo es su guitarra y su voz, también es un disco coral que en algunos momentos coquetea con el Jazz, como en Berceuse o los sonidos de la guitarra eléctrica en Long Way Home o la batería en Lulla Lullay, que convierten a este disco en uno lleno de sonidos que, sin necesidad de presentarse estruendosamente, lo hacen con una fuerza pausada, lenta, simple, elegante.
Myriam es una historiadora de la música, pero no escribe papers científicos, no da conferencias, ella la reinventa, la recompone a su gusto, desde sus filias y la forma de entenderla y después la muestra al mundo, con esa sensibilidad única y particular de ella. Mayday es solo una continuación de un trabajo espectacular que tiene varios años haciendo.
https://myriamgendron.bandcamp.com/album/mayday
My Black Country: The Songs of Alice Randall: Este año con la nirvanización del Country, muchos músicos y/o cantantes del Mainstream se han subido a la comercialización de este género, llegando incluso a dar declaraciones un poco desafortunadas, como las que han surgido a raíz de la publicación del disco ¿Country? De Beyoncé que la presentan por un lado como la cantante que vine a “salvar el género” o como quien re-dignifica la participación de los afroamericanas en la historia de este estilo musical y cultural. Nada más alejado de la realidad tanto lo primero como lo segundo. Por un lado, el Country goza de muy buena salud tanto en lo que se refiere a sus escuchas, como en lo económico. Los festivales, los conciertos y la venta de música, se mantienen al alza y lo segundo no solo es una insensatez sino también peca de ignorante, pues borra a todos las y los músicos afroamericanos que por años han estado produciendo, componiendo y aportando a la escena Country –en todos sus subgéneros- desde siempre. Este disco es una prueba de ello.
Dicho esto, si alguien se merece un tributo como este, por todo lo que ha aportado, no solo a la música, sino a la literatura, al activismo, a la difusión y promoción de la cultura es Alice Randall, una mujer afroamericana que por años ha cantado y compuesto música Country, por lo que es un gran acierto de OH Boy! Records sacar este tributo donde once cantantes afroamericanas reinterpretan las canciones de Alice Randall, haciendo un disco que no solo se convierte en un homenaje a Randall, sino es un documento histórico de la participación afroamericana en el Country.
Este es un proyecto que la propia Randall coordino, como un intento de rescate de la participación afroamericana en este género, el cual no solo es un disco, sino también un libro del mismo nombre. Tanto el uno como el otro son independientes, pero complementarios a la vez.
Un disco hecho por completo por mujeres coordinado por la propia Alice Randall y producido por Ebonie Smith, otra mujer que ha dejado huella en la American Root Music y la participación en la reinterpretación de cantantes como Sunny War, Rhiannon Giddens, Valerie June, Leyla McCalla, SistaStrings, Rissi Palmer, Randall Willimas, que aunque cada canción cuenta una historia específica desde el punto de vista de una mujer afroamericana, al final cuenta la historia de cada mujer que lucha por sobrevivir en cualquier concepto de la palabra. Son canciones que hablan de la lucha de las mujeres por mantener su dignidad, por su fe, su esperanza en un sistema que les es hostil.
Si hablamos de recuperación histórica, de dignidad y resistencia, este disco dice mucho más que cualquier canción que pueda cantar la reina del R&B.
https://ohboyrecords.bandcamp.com/album/my-black-country-the-songs-of-alice-randall-various-artists
La participación de las mujeres dentro de los sonidos de la American Root Music es importante pues ellas tienen una visión distinta de lo que significa pertenecer a la clase trabajadora, de igual forma lo viven distinto y eso se nota en las cantantes y su música.
Noviembre 2024
Jorge Tadeo Vargas: sobreviviente de Ankh-Morpork, activista, escritor, traductor, anarquista, pero sobre todo panadero casero y padre de Ximena. Desde hace años construye una caja de herramientas para sobrevivir.
A veces viaja a Mundodisco