Hay muchos esperanzados en que el nuevo gobierno federal habrá de resolver las complejas problemáticas sociales que enfrentamos cotidianamente, pero déjenme decirles que están totalmente equivocados.
Las soluciones que requerimos tendrán que venir de la organización comunitaria en diversos escenarios. En Hermosillo, por ejemplo, desde antes de que asumiera Célida López la alcaldía, un grupo de ciudadanos se integró en una Red Ambiental, que lo mismo ha plantado árboles que lleva a cabo campañas de limpieza. Otras organizaciones han desarrollado también actividades comunitarias como las Amigas y amigos del Parque Madero que han defendido ese bosque urbano de cualquier tipo de intervención. Surgieron también agrupaciones como la Comunidad Animalera Trabajando y Pata de Perro que se han dedicado al rescate de animales en situación de calle y, además, han asumido un papel protagónico en defensa de los animales en general.
Antes, el Dr. Mireles y otros líderes michoacanos convocaron a la integración de autodefensas para enfrentar los males provocados por el crimen organizado. Lo que dejó de hacer el gobierno federal en relación con el tema de seguridad, tuvieron que asumirlo esas autodefensas. Mucho antes, el EZLN logró instalar un sistema de autogobierno en algunas comunidades indígenas chiapanecas.
Hoy en día, con el nuevo gobierno federal, se abre la posibilidad de que surjan verdaderos liderazgos sindicales y se acabe con esa cultura del charrismo fomentado principalmente por las centrales sindicales priistas. Es un tema bastante difícil de enfrentar, pero si no se empieza hoy, entonces se perderá una oportunidad valiosa de darle nuevos aires a la representación sindical. En Sonora, por ejemplo, sindicatos que fueron ejemplo de lucha, terminaron por adherirse a una especie de mafia sindical denominada Consejo Sindical Permanente. El sindicato mas numeroso del país, el SNTE, podría experimentar un aire renovador, mismo donde no cabe el regreso de Elba Esther Gordillo.
Aunque todo empezaría a cambiar radicalmente si se hace realidad la principal propuesta de Andrés Manuel López Obrador de acabar con la corrupción. Para ello, tendrían que empezar, necesariamente, a surgir nuevos liderazgos políticos, ya que chango viejo no hace maromas nuevas. Esto es, se necesita desplazar a la vieja clase política corrupta y renovarla por completo. Algo parecido a lo que se quiere hacer con las fuerzas policiacas, las cuales están invadidas por el crimen organizado según se ha denunciado desde hace años. Así, el posible surgimiento de la Guardia Nacional, integrada con personas íntegras, sería la solución al grave problema de la inseguridad. Para lograrlo, se requiere el ejemplo de políticos íntegros que aporten lo mejor de si mismos para sacar adelante a nuestro querido México.
Solo con una organización de abajo hacia arriba se hará realidad la frase utilizada por el nuevo presidente de nuestra República en el sentido de “Mandar obedeciendo”. Será posible, entonces, empezar una nueva era donde la Política sirva efectivamente para darle un rumbo seguro a nuestra nación.
Por Isabel Dorado Auz.
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