Por Isabel Dorado Auz.
Pareciera que el Toño recurre a la máxima de que es bueno que hablen de Ti, aunque sea mal, para mantener vigencia política. Lo anterior explica el sinnúmero de “iniciativas” que ha tenido el alcalde en el transcurso de su trienio.
Inició su mandato solicitando al presidente de la República una cifra estratosférica de dinero para poder resolver el problema de los baches en Hermosillo, a lo que contestó Andrés Manuel con un “y su nieve de qué la quiere”.
En la colonia Sacramentó intentó privatizar un área verde y hasta permitió que se construyera en una parte de ésta, lo cual se detuvo gracias a la intervención de los vecinos y aquello quedó en obra negra sin terminar. Después, intentó poner una cancha de pádel sobre el boulevard Hidalgo, pero otra vez, los vecinos le impidieron culminar ese intento. En los últimos meses, el alcalde “ecologista” ha promovido el uso de pasto sintético en instalaciones deportivas y en otros espacios públicos, generando islas de calor.
Por si fuera poco, también anunció que en febrero del año pasado presentaría un plan ejecutivo para la rehabilitación de La Sauceda, una propiedad del gobierno del estado, lo que motivó que unos meses después, el 15 de mayo, el gobernador se comprometiera a invertirle una gran suma de dinero a ese emblemático lugar y en octubre 2 anunciara la liberación de los primeros recursos de lo que anunció como la primera etapa de Rehabilitación, destinando una suma cercana a los 10 millones de pesos.
Si bien, este año entregó buenas cuentas en relación a la Unidad Deportiva El Cárcamo, después salió con la sorpresa de que le quiere cercenar una parte para instalar oficinas de lo que él llama Centro de Gobierno Municipal y que traería como consecuencia la desaparición del campo de beisbol número 3, mismo en donde jugaron de pequeños Erubiel Durazo e Issac Paredes dos prominentes ligamayoristas del pasado reciente y de la actualidad. No solo quiere acabar con esa área verde, sino que también pretende remover 32 árboles de otra área verde ubicada en el paso a desnivel de Luis Encinas y Veracruz, aunque acá parece que ya cuenta con la complacencia de la Sociedad Ambientalista y de Caminantes del Desierto, quienes supervisarían el trasplante de esos árboles, los cuales seguramente no soportarán ese proceso. Además, se afectará a otras decenas más de árboles, que al estar contiguos a los que serán removidos, sufrirán cortes de sus raíces durante el proceso de trasplante.
El encargado de destruir las pocas áreas verdes que aun conservamos es el titular del IMPLAN, aunque quien realmente autoriza es la titular de CIDUE quien solo es una figura decorativa en el Ayuntamiento, dado que para ella siempre están los intereses empresariales por encima del cuidado del medio ambiente.
Con toda esta efervescencia del alcalde, nuestro Colectivo, Ciudadanía Activa, ve rebasada su capacidad de respuesta y se requiere que más Ciudadanía intervenga en la defensa de nuestras áreas verdes.