Una mujer “aguerrida, comprometida con la lucha social”. Así definen quienes la conocieron a Gisela Mota Ocampo, alcaldesa de Temixco, Morelos, asesinada un día después de asumir su cargo. Militante de izquierda de toda la vida, para llegar a la presidencia municipal libró dos batallas. Una contra la oposición de políticos locales a garantizar la equidad de género en las pasadas elecciones de alcaldías. Esa disputa la ganó: por primera vez en la historia Morelos tuvo un número importante de mujeres candidatas. Ella misma sería la primera mujer en gobernar su municipio.

La otra batalla estaba a punto de iniciarla.

Gisela Mota había ofrecido entregar la seguridad de Temixco al gobierno estatal y combatir de esa manera a la delincuencia organizada, que asedia a la población. Ya no pudo hacerlo. La mañana del 2 de enero fue asesinada por un grupo que entró violentamente a su casa. El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, dice que los responsables son parte de la banda de narcotráfico de Los Rojos. El crimen es parte de la disputa de los carteles de narcotráfico por controlar la región, afirman especialistas y autoridades.

Paridad de género

La familia de Gisela Mota estuvo muy vinculada con las comunidades eclesiales de base que fundó el obispo católico Sergio Méndez Arceo. El sacerdote fue uno de los principales representantes de la Teología de la Liberación en América Latina. La activista Flor Desiree León Hernández le dice a BBC Mundo que la formación de la alcaldesa fue decisiva en la reciente contienda política del estado.

160104224758_temixco_mexico_morelos_mayor_shot_afp_624x351En Morelos, los partidos políticos se opusieron a que hubiera paridad de género en la asignación de candidaturas a presidencias municipales. “Sigue gobernando una visión patriarcal, donde la política y la toma de decisiones se ve como asunto de varones y no de mujeres”. La alcaldesa recibió el apoyo de León Hernández y el grupo que coordina, Comunicación e Intercambio para el Desarrollo en América Latina (Cidhal).

“Fue un referente muy importante”, recuerda la activista. “Logramos sumar a mujeres de todas las ideologías políticas”. El resultado fue que, por primera vez en la historia de Morelos, ahora existen 6 alcaldesas y 27 regidoras. Y por iniciativa de Gisela Mota, el cabildo de Temixco está integrado por un 50% de hombres y in 50% de mujeres. Es una de las acciones que definen a la alcaldesa. La otra fue su decisión de combatir la inseguridad en su municipio.

Los Rojos

El asesinato de la alcaldesa ocurrió en medio de la batalla por el control de rutas de narcotráfico en Morelos. Una guerra donde el papel de las policías municipales es esencial, le dice a BBC Mundo Armando Rodríguez Luna, investigador del Colectivo Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede).

“Primero buscan controlar el territorio, por eso se dirigen contra alcaldes, y luego van por el control de las policías municipales”, explica. Así, la decisión del gobierno estatal de asumir la seguridad en los municipios a través del programa Mando Único provoca la resistencia de los criminales. Y también de autoridades vinculadas con ellos, añade el especialista.

“Se puede ver el rechazo de los munícipes a ceder un área que les ha permitido vincularse con la delincuencia organizada y obtener beneficios económicos importantes”. “Pero también puede leerse como la resistencia de grupos criminales que han encontrado en las policías municipales la forma de tener brazos armados, operativos y de inteligencia”. Una de las hipótesis sobre la muerte de la alcaldesa era su respaldo al Mando Único en Temixco, dice el gobernador de Morelos Graco Ramírez. También su rechazo a Los Rojos en su municipio.

“El motivo que vemos, en principio, es la negativa de ella a que puedan tener presencia y que el mando de la policía no sea de ellos sino de la ciudadanía”, explica a medios locales. “Gisela Mota estaba de acuerdo con nosotros para que así fuera”.

El contexto del crimen 

Los Rojos son uno de los grupos de narcotráfico que actualmente operan en Morelos, dice el investigador de Casede. Hay otros 3: Los Ardillos, Guerreros Unidos y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Estas organizaciones disputan la producción de heroína en las montañas del vecino estado de Guerrero, que se transporta sobre todo por vía terrestre a Estados Unidos. El narcotráfico aumentó la violencia en Morelos.

También la ruta de tráfico de drogas sintéticas, especialmente anfetaminas, desde Ciudad de México al sur del país. En este escenario es fundamental la llamada Autopista del Sol que comunica a la capital mexicana con el balneario de Acapulco. Casede documentó que los municipios aledaños a la carretera tienen un alto índice de delincuencia. Temixco es uno de ellos, además de Huitzilac, Cuernavaca, Xochitepec, Jojutla, Zacatepec, Emiliano Zapata y Puente de Ixtla. Allí se han encontrado casas de seguridad vinculadas a bandas de extorsión, tráfico de drogas y secuestro.

“Es un paso estratégico para diferentes actividades delictivas”, explica Rodríguez Luna. “También observamos colusión muy importante de policías municipales con algunos de estos grupos criminales. Los grupos que se disputan Morelos son extremadamente violentos, dice el gobernador Graco Ramírez. Con sus crímenes suelen enviar mensajes, lo que parece ser el caso de Temixco: la dirección operativa del Mando Único de la policía se ubica en este municipio.

Fuente: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/01/160104_temixco_mexico_quien_era_gisela_mota_narcotrafico_an