Extraída del Border Hub. Por Melva Frutos.
Lorena realizó una investigación para el Border Hub que le permitió establecer que es imposible medir los resultados de la Alerta de Género en su natal Nuevo León, debido a falta de transparencia y a la carencia de indicadores que especifiquen cómo se gasta el dinero en ella. Tener aliados dentro de las instituciones relacionadas con el tema le permitió interpretar correctamente la información que obtuvo vía transparencia.
Una relación cordial con los funcionarios de gobierno es una táctica necesaria en el trabajo de reporteo para dar precisión y contexto a los datos obtenidos por transparencia, siempre dejando clara la finalidad de la investigación, considera la periodista regiomontana, Lorena Ríos.
“Aunque recibas información, hacer relaciones con funcionarios de gobierno, dentro de las dependencias, es importantísimo porque ellos y ellas te ayudan a entender y a descifrar lo que recibes”, explica la reportera.
Esos datos y entrevistas los ha dejado plasmados en el artículo “Alerta de Género: el confuso y opaco mecanismo que no logra eliminar violencia contra mujeres en NL”, publicado en el Border Hub el 28 de octubre de este año.
En dicha investigación, Lorena Ríos detalla cómo es que a cinco años de que se activara la Alerta de Género en Nuevo León es imposible medir sus resultados, “debido a falta de transparencia y carencia de indicadores que especifiquen cómo se gasta el dinero invertido en contrarrestar la violencia contra las mujeres”.
La periodista cuenta la historia de mujeres que han vivido violencia de género: abuso físico, psicológico y económico.
El texto describe que “la violencia y la impunidad que impera en sus realidades son un espejo de lo que viven muchas mujeres en México. La gran mayoría de ellas no logra salir de esa vida de violencia o, peor aún, son asesinadas”.
La teoría dice que la Alerta de Género es el mecanismo que debe resguardar y garantizar la integridad y derechos de mujeres, no obstante, en esta entidad del norte mexicano, que tiene una de las Alertas más antiguas del país, la violencia contra las mujeres persiste al igual que los obstáculos en el acceso a la justicia de las víctimas.
Una buena parte del trabajo de Lorena Ríos fue de reportería que, afirma, es un punto complejo durante el proceso si no se cuenta con aliados al interior de las dependencias para aclarar dudas de la información que se va recabando por medio de transparencia, por ejemplo.
“Tuve la buena fortuna de que dentro de, por ejemplo, el Instituto Estatal de las Mujeres, tenía aliadas que, si yo tenía una duda, me orientaban o incluso, dentro de ciertas dependencias, no todas, sí tenía personas que me explicaban lo que recibía, porque una cosa es recibir (información) y la otra es interpretar, y la otra es hacer fact checking”, expone.
Fue desde acercarse, agrega, explicar a los funcionarios el proyecto, del que por cierto, no todos quedaron contentos al leer el resultado.
“Yo sí fui muy transparente en decirles que esta era, pues, una exploración de lo bueno y lo malo de los claroscuros, de las áreas de oportunidad y es difícil validar el gran trabajo que se hace cuando los resultados no son claros.
“Fue complicado negociar esa parte con los entrevistados al momento de plasmar la información. Entonces uno reconoce que sí, el gobierno actúa, que sí, el gobierno invierte, pero pues hay fallas y esas fallas socavan los logros o les quitan ciertos méritos, pero pues para los funcionarios que están sacando la chamba, obviamente no es grato que no reconozcan el trabajo que se hace”, describe.
La investigación de la reportera originaria de Monterrey se sostiene fuertemente en cifras oficiales publicadas u obtenidas por medio de solicitudes de información.
Advierte que nunca había realizado peticiones de información para fines investigativos, y fue hasta que llevó el taller de Periodismo de Investigación del Border Hub que inició con esta práctica.
En todo el proceso contó con la mentoría de Priscila Cárdenas y para deducir y mostrar la información que le iba llegando a través de la plataforma de transparencia tuvo grandes aliados, como la organización especializada en periodismo de datos, La Data.
“Me ayudaron a procesar datos, entonces, pues no trabajé sola en ese sentido. Las visualizaciones son resultado del trabajo de La Data, o sea, de una colaboración para presentar la información”.
El aprendizaje de Lorena Ríos se fue robusteciendo durante los casi ocho meses que duró la investigación. Era prueba y error, admite, pues en un principio sus peticiones de información eran muy generales y con el tiempo las fue perfeccionando.
A eso se sumó que no hay uniformidad en las respuestas de cada dependencia, lo que amplía la dificultad de la organización y lectura de los datos.
“La información varía mucho y a veces hay que insistir o pedirla en un formato distinto para que te den más, entonces, pues un reto al que yo me enfrenté es que a pesar de que te están dando información oficial, muchas veces no es como la verdad absoluta o la verdad completa”.
Entender los presupuestos públicos aún es un desafío que pretende seguir enfrentando la reportera que se graduó en 2013 de la carrera de Historia en la Universidad de Austin, cuando estuvo algunos años viviendo en Texas junto a su familia.
Recuerda que su incursión en el periodismo se dio en el Cairo, Egipto, en donde vivió dos años después de la universidad porque quería conocer un poco más de esa tierra en la que se había enfocado durante su etapa de estudiante.
Empezó a reportear para medios internacionales en inglés y en algunos mexicanos. Y es que llegó precisamente cuando entró el gobierno militar.
“Empecé a explorar, a reportear, a escribir, y de ahí me paso a Turquía otros dos años, también como freelance”.
Regresó a Estados Unidos para iniciar la maestría en Periodismo Multimedia en Columbia University apoyada por la beca Maria Moors Cabot.
La especialización concluyó en 2018 y la conexión con el lugar que la vio nacer, sumada a su inclinación por un periodismo más cercano y realista, es que volvió a tocar tierras mexicanas. Llegó directamente a la Ciudad de México, en donde colaboró con Bloomberg durante un año cubriendo información de la Presidencia.
Desde agosto de 2020 está en Monterrey trabajando con becas y apoyos para hacer historias independientes y que retratan la realidad de los países en desarrollo.
Los tejidos que a Lorena Ríos le cuentan historias están ahí, en la calle, en las fronteras, en los albergues. Son los lugares que ha visitado desde su llegada.
“Me gusta hacer el trabajo de campo, de hablar con la gente, de contar historias, cubrir temas sociales y conecto mejor con México o con estos contextos. No sé cómo describirlo, pero el tipo de periodismo que me hubiera gustado hacer en Estados Unidos, creo que lo puedo hacer mejor en México y pues también fue (su regreso) de un deseo de conocer mi propio país”, comenta.
Además de haber obtenido la beca del Border Hub, es “Exploradora” –becaria- de la Fundación National Geographic y es gracias a ésta que está enfocada en el tema migratorio.
“Me estoy enfocando en el impacto de la migración en la niñez y he estado recorriendo las fronteras poco a poco. He estado en Tapachula, también en Ciudad Juárez, por primera vez en los albergues.
“He estado en Tamaulipas y pues ahora, después de lo que vimos en Ciudad Acuña, me gustaría ir. Me gustaría ir a Tijuana. He reporteado temas migratorios en Guerrero. Tengo familia en Dallas, ahorita estoy en Dallas también buscando familias migrantes. Entonces, pues me voy, en realidad, encuentro un hilo y me voy a tratar de jalar”, describe.
La también becaria del International Women’s Media Foundation confía en seguir desarrollando temas de impacto e importancia social, como profundizar más en la relación de la violencia de género y la drogadicción.