Extraída del Border Hub. Por Francisco Rodriguez.

Estos son los monumentos al recurso público malgastado. Hay desde hospitales, centros de justicia hasta pirámides, todos erguidos en diferentes puntos del Estado, como pruebas fieles de indiferencia política, omisión y en varios casos impunidad y corrupción.

¿Qué culpa tienen los elefantes de lo que han dejado de hacer los políticos? Para el economista y auditor español, Juan Antonio Bernabeu, la expresión “elefante blanco” es muy antigua.

“Hay que remontarse a la época de los reyes de Tailandia donde este tipo de mamíferos muy atípicos, son considerados desde la antigüedad como sagrados, siendo un símbolo de poder real. Cuantos más elefantes de este tipo tenga el rey, mayor su estatus. Sin embargo, cuando los reyes estaban descontentos con alguno de sus súbditos, le regalaban un mamífero de este tipo. El súbdito debía alimentarle con comida especial y permitir a todos los ciudadanos que quisieran venerarle. Esto tenía un costo elevadísimo lo que provocaba la ruina del súbdito”.

Las siguientes son obras que ocasionan más problemas que beneficio a los ciudadanos. Son obras inconclusas o en desuso. Son también obras interminables que, por alguna razón, siguen sin operar.

Miguel Ángel Ordaz, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC), considera que estos casos, los elefantes blancos, son un asunto que tiene que ver con la falta de normatividad en donde se puedan establecer responsabilidades sobre cualquier acción de gobierno en cualquiera de sus ámbitos.

Pasan los años y ahí están: elefantes blancos que se han erigido como reflejo del derroche, de la falta de planeación en políticas públicas y la visión cortoplacista de un gobierno acostumbrado a no cumplir con sus promesas.

Por eso Ordaz no duda en señalar que las acciones de los gobiernos siguen en gran medida funcionando a partir de los intereses de los gobernantes y de los intereses de los grupos económicos. Sin ninguna consecuencia.

Los elefantes blancos presentados por Semanario son tres infraestructuras relacionadas con temas esenciales como salud, seguridad y protección a la mujer. Es un mapa de elefantes blancos localizados en La Laguna, Región Sureste, Carbonífera y en la frontera de Piedras Negras.

Todos, como dice el académico Miguel Ángel Ordaz, se manejaron con los anuncios tradicionales de bombo y platillo, como algo que iba a favorecer a la región o a algún segmento, pero que finalmente, critica Ordaz, pudieron haber servido entre otras cosas solo para gastarse el dinero.

“Al no concluirse las obras, como no hay responsabilidad que fincar, no hay el procedimiento establecido para ellos, sencillamente se queda como obra inconclusa”, critica el analista político.

De los cinco elefantes blancos presentados, hay tres que no tienen remedio. Son casos perdidos. Dos más todavía tienen oportunidad de rescatarse.

Y mientras estos elefantes blancos se han convertido en paisaje, Ordaz señala que la fiscalización a estas obras inconclusas no ha sido lo suficientemente fuerte porque la misma tiene agujeros, tiene hoyos que entorpecen cualquier cosa o conducen a ninguna parte. Asegura que esta dinámica conviene a la relación “perversa” entre las autonomías y el Ejecutivo.

Considera que no hay interés en sancionar las obras inconclusas de parte de instancias como la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas o la misma Fiscalía Anticorrupción.

“Tenemos tantas leyes que sirven para regular tan poco, para sancionar a tan pocos”, critica el especialista.

Además, refiere que los titulares de los ejecutivos no son responsables de algo. Nunca, pues se diseña la norma de tal manera para que así suceda. “Todo es por la vía de la delegación”, explica.

Lo que tiene que ocurrir, considera el académico, es que la sociedad se interese por el destino de los que pagamos por impuestos, pues finalmente, lo gastado en esos elefantes blancos proviene del dinero de la gente.

“Nos acostumbraron a no exigir, a no protestar. Es un proceso largo que implica la composición de una nueva mentalidad”, dice.