REYNA HAYDEE RAMÍREZ

CIUDAD DE MÉXICO.- Aunque la euforia y la nostalgia por la despedida fueron la constante durante el sexto informe-despedida del presidente Andrés Manuel López Obrador, hubo tres momentos en que el pueblo guardó silencio.

El presidente fue recibido con aplausos, vivas, muestras de cariño, que prevalecieron al principio, al fin y en momentos que resaltó en su mensaje de poco más de dos horas, pero el pueblo guardó algunos silencios en temas muy sentidos para los mexicanos.

El pueblo no aplaudió, ni gritó vivas cuando lo escucharon decir que había construido una mega-farmacia, ni cuando dijo que en México no se consume fentanilo, tampoco cuando habló de la percepción de inseguridad y el combate al crimen organizado.

“Adquirimos 90 mil metros cuadrados en Huehuetoca, Estado de México, en donde se estableció una mega-farmacia desde la cual se distribuyen los medicamentos a todo el país para que nadie se quede sin medicinas, aún cuando vivan en las ciudades más apartadas”, dijo López Obrador.

Pero le festejaron cuando dijo, en tono serio, que el sistema de salud del IMSS Bienestar, ya es un realidad en 23 de los 32 estados del país, como el mejor sistema universal de salud, gratuito, para personas sin seguridad social.

“IMSS Bienestar, ese sistema de Salud Pública ya es el más eficaz en el mundo, dije que iba a ser el mejor, dije que iba a ser como Dinamarca, no, no es como Dinamarca, es mejor que en Dinamarca”, enfatizó.

Cuando habló del fentanilo destacó que en Estados Unidos mueren cien mil jóvenes al año por consumir dicha droga, mientras que en México murieron 600 en 2023, por consumo de drogas químicas.

“En el consumo del fentanilo tristemente pierden la vida cien mil jóvenes cada año, nosotros no tenemos esa adicción, ¿Por qué no tenemos esa adicción de las drogas? por nuestra cultura, nuestras costumbres, nuestras tradiciones por la integración de las familias.

“¿Saben cuántos perdieron la vida por el consumo de drogas químicas en nuestro país, el año pasado?, 600 personas, para cien mil que pierden la vida (en Estados Unidos)”, comparó, pero nadie respondió.

El silencio continuó cuando añadió que en México se combate el consumo de drogas. Pero en Estados Unidos van contra el fentanilo y a los capos, pero no atiende a sus jóvenes.

“Hay que seguir combatiendo el consumo, porque cuando crece el consumo ya es muy difícil enfrentar la violencia.

“Es lo que siempre le decimos con mucho respeto a nuestros vecinos, ¿Por qué hay tanto consumo? ¿Qué no tiene que ver con el desamor, con la desintegración de las familias, con el abandono de los jóvenes?

“¿Y qué se va a resolver el problema solo deteniendo a capos del narcotráfico?, ¿Se va resolver el problema desapareciendo el fentanilo?”, cuestionó y nadie respondió.

En silencio más prolongado ocurrió cuando habló de la percepción de inseguridad en México, que según cifras del Inegi, dijo, ha ido a la baja en su sexenio.

“Según la encuesta trimestral, la percepción en materia de inseguridad es la menor, menos mala de los últimos diez años, es de 59.4 por ciento,15.5 por ciento menos que cuando inició nuestro gobierno.

López Obrador añadió que en México, ya no se tortura, no se reprime, no se desaparece, ya no hay masacres. Y el aplauso le llegó cuando dijo: “tampoco existe un narco-estado como el que se configuró en el sexenio antepasado”.

A estas alturas, la gente empezó a irse, el sol era intenso, incluso un adulto mayor se desvaneció, muchos de ellos llegaron desde la madrugada para tener los lugares más cercanos al templete desde donde el presidente dio su discurso frente a la puerta principal de Palacio Nacional.

Otros se distraían, platicaban o se tomaban fotos y videos gritando consignas de apoyo al presidente mientras él hablaba de las reuniones del gabinete de seguridad, a las seis de la mañana.

“Con perseverancia, con urgencia, para conseguir la paz, la tranquilidad en el país, en el combate a la seguridad, se usa más la inteligencia que la fuerza”, dijo.

No como en el sexenio de Calderón que usaba más la fuerza y por ello había más muertos en los enfrentamientos entre fuerzas armadas y presuntos delincuentes.

“El año pasado los enfrentamientos se redujeron, 271 muertos , menos uso de la fuerza más respeto a la vida”; dijo y nadie aplaudió.

“El pueblo no es tonto, tonto es aquel que piensa que el pueblo es tonto”, es una de las frases usadas constantemente por el presidente en sus conferencias matutina, aunque este domingo no la dijo.

Los aplausos para sus frases famosas

Los mayores aplausos del discurso del presidente fueron para las becas y la pensión de adultos mayores.
Un simpatizante que llegó desde Sinaloa, emocionado, cuando lo escuchó decir que cada adulto mayor recibía 6 mil pesos bimestrales.

“Por ti estoy aquí, ahorré lo que tu me diste”, gritó feliz.

Corrupción

Hemos cortado de tajo la corrupción en el Poder Ejecutivo”, esta frase fue tan contundente que logró aplausos.
“Siempre sostuvimos que el principal problema de México era la corrupción, que nada había dañado más a nuestro país que la deshonestidad de gobernantes y de traficantes de influencias, y que había que combatir la corrupción no solo por razones de índole, moral”, dijo.

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