
“Todo el mundo estaba mirando. Esperando, no lo sé… música celestial y luces encandiladoras.”
District 9, 2009
#DiasdelFuturoPasado Vol. 61
Jorge Tadeo Vargas
El año pasado Antonio Turiel publicó su libro “Petrocalipsis: crisis energética global y como (no) la vamos a solucionar” (S.A. SGEL. SOCIEDAD GENERAL ESPAÑOLA DE LIBRERÍA, 2020, Barcelona) mismo que le permitió -aunque no lo quisiera- entrar con fuerza al espectáculo mediático del colapso.
Turiel a diferencia de muchos otros expertos en colapso -aunque el mismo no se hace llamar así-respalda sus teorías en años de investigación dura, con bases fuertes en el cenit del petróleo y el inminente fin del Antropoceno con la caída del reinado de los combustibles fósiles. No es nada optimista pero tampoco llega al nivel de alarmismo que manejan otros ‘colapsólogos’, especialmente desde que esta ¿ciencia? Se puso de moda en el Norte Global. Las predicciones de Turiel se basan en un profundo análisis y cálculos matemáticos que le dan un respaldo que pocos investigadores tienen.
Este investigador del Instituto de Ciencias del Mar, físico con doctorado por la Universidad Autónoma de Madrid en física teórica, con un amplio recorrido como divulgador científico, en estos años que hablar del colapso es ya cosa común en los medios, se ha convertido en toda una estrella, apareciendo en diversos periódicos cada semana, además de haber sido invitado al Senado Español hablar de transición energética en el marco de la presentación de la ley sobre cambio climático de su país de origen. En estas apariciones va desarmando pedazo tras pedazo los mitos de esta mal llamada transición, los pactos verdes y toda la maraña de falsas soluciones que ofrece el capitalismo ahora maquillado de verde.
Turiel es se ha convertido en una especia de Yayo Herrero, es decir, los medios echan mano de él para hablar de la crisis socio-ecológica actual. Solo que a diferencia de Herrero, el habla desde la física, desde los números y eso de pronto nos hace tomarlo un poco más en serio y replantearnos algunas cosas que el sistema nos quiere dar como verdades. A entender que esta transición tan de moda en estos días no puede llegar desde políticas públicas que no tengan una verdadera crítica al modelo de producción-consumo, que el decrecimiento es obligatorio y que nos va a llegar estemos listos para el o no. Que a pesar de los discursos de los gobiernos, todas esas iniciativas que se insertan en sus nuevos pactos verdes, al ritmo que consumimos es imposible alejarnos del colapso. Que no estamos preparados para lo que se viene. Aquí es donde podemos hacer la crítica a este investigador.
No se puede negar que sus investigaciones, sus cálculos, sus análisis son reales, que han pasado todos los filtros para decirnos que este sistema no da más, sin embargo la falta del componente social, sin entrar a ver esta crisis como una crisis socio-ecológica, no política necesariamente, es lo que hace que sus análisis sean faltos de profundidad, que sus predicciones se queden cortas. Este componente social hace que de pronto sus acertados datos no tengan la profundidad necesaria para entender por dónde vamos o qué es lo que nos espera en un futuro muy próximo como el mismo lo reconoce.
El colapso del capitalismo es inevitable, con esto no quiero decir que sean buenas noticias, al contrario, desde hace muchos años ellos se preparan con sus think tank, con sus teóricos, desde el cabildeo con los gobiernos para seguir preparándose para aprovechar los residuos de este sistema de clases en agonía, mientras preparan el terreno para lo que sigue: capitalismo de plataforma, ecofascismo, zonas de sacrificio, más devastación ambiental, menos justicia, menos derechos humanos, más gente viviendo en la miseria. En pocas palabras nos preparamos para una nueva época feudal mucho más agresiva que este capitalismo neoliberal y de Estado. No hay como no verlo a menos que te hayas tragado la pastilla azul y sigas viviendo la realidad que el sistema te ofrece.
Hay un componente que no entiende de datos duros, de acciones-reacciones físicas meramente y es que abajo, lejos de los reflectores que otorgan los medios de comunicación en ciertos momentos a ciertas acciones que se pueden vender, llámese colapso, cambio climático, agua, bosques, abajo miles de personas, cientos de comunidades están trabajando en la construcción de caminos alternativos, en los que ni el uso de los combustibles fósiles, ni las energías mal llamadas renovables y/o limpias se plantean como soluciones hegemónicas, en donde rompen con los paradigmas civilizatorios actuales que nos dicen que SOLO EXISTE UNA FORMA DE HACER LAS COSAS y se salen de la lógica imperante de este modelo de producción-consumo. Este es un factor importantísimo para tener en cuenta. No estamos esperando a que los gobiernos entren en razón y busquen abajo, en las comunidades las alternativas a la crisis, desde ya se esta trabajando en ellas y ahí y no en los datos duros es donde está la solución.
Desde la rebelión contra el Elisyum
Mayo 2021
Jorge Tadeo Vargas. escritor, ensayista, activista, anarquista, panadero casero, adicto al vino tinto, el café, el té y lo que él considera buena música. Coordinador no oficial de LIDECS.