Por Santiago Navarro F
Foto de portada: Santiago Navarro F.
A casi un mes que finalice el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el 1 de octubre, pueblos originarios y colectividades urbanas se congregaron en la 5ª Asamblea Nacional por el Agua, la Vida y el Territorio. Un evento que estuvo nutrido por más de 800 personas, quienes confluyeron en el edificio ocupado llamado Samir Flores Soberanes, el cual lleva el nombre del primer activista asesinado durante el mandato de AMLO.
En este emblemático espacio establecido en la Ciudad de México, anteriormente era el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), a manera de un balance del paso de estos años, se cruzaron reflexiones de pueblos originarios y de colectividades urbanas sobre la escasez del agua, tanto en la ciudad como en el campo.
También se resaltó la continuidad de las políticas neoliberales y proyectos de gran envergadura que han caracterizado al gobierno de López Obrador, como el Tren Maya, el Corredor Interoceánico, los nuevos parques industriales y el entramado de gasoductos que se despliegan en el Golfo y sur de México, pertenecientes principalmente a la empresa canadiense TC Energy y a la estadounidense Sempra Energy.
“Hay al menos tres preocupaciones en las que hemos coincidido. La escasez y saqueo del agua de nuestros territorios. La avanzada de los megaproyectos y la militarización y el crimen organizado, que acompañan estos megaproyectos. Desde Sonora hasta Yucatán se expresan los mismos problemas” dijo para Avispa Mídia Carlos Beas de Oaxaca.
La asamblea estuvo nutrida por colectividades urbanas de jóvenes, universitarios, amas de casa, entre otras como Lucía Vázquez del pueblo de Acochi, en Sonora, quién sostuvo para Avispa Mída que el conglomerado “Grupo México, además de haber contaminado el Río Sonora en el año 2014, con metales pesados, ahora quiere saquear el agua por medio de pipas (tanques cisterna) del río Bacoachi”, lugar donde las habitantes de estos pueblos mantienen bloqueado el acceso a las pipas.
Al activista e investigador Gilberto López y Rivas, quien fue partícipe de esta Asamblea, le llama la atención las coincidencias de los testimonios tanto urbanos como rurales, “se han identificado a los victimarios de este proceso de despojo y explotación del agua; aparece, naturalmente, las refresqueras, las cerveceras, farmacéuticas, el crimen organizado”.
Militarización y crimen
López y Rivas, quien también es integrante del colectivo Llegó la hora de los pueblos, menciona para el equipo de este reportaje que, otro elemento que destaca en los testimonios cruzados de este encuentro, “es la creciente militarización en el país”, ya que los megaproyectos han sido desarrollados y custodiados por “por la Marina y por la Guardia Nacional”.
Pero, sobre todo, arremete el activista, “estamos en un momento donde el capitalismo esta siendo más agresivo; entonces se despliega un proceso de acumulación de capital de forma militarizada, pero, también, delincuencial que responde a las necesidades del capitalismo”, asevera López y Rivas.
Además, los asistentes denunciaron el acaparamiento del agua por empresas como Coca-Cola, Heineken, Cemex, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, y el Proyecto Integral Morelos. Los han colocado como ejemplos de un “saqueo sistemático” que perpetúa el “despojo y la violencia”, declararon en plenaria.
La declaración final de esta asamblea también ha puesto de relieve el caso de Samir Flores Soberanes, un destacado activista asesinado en 2019, cuya muerte fue vista como un indicio de la persistente guerra contra los pueblos originarios. La asamblea ha exigido justicia para Samir y para los numerosos desaparecidos que, según se afirma, “han sido víctimas de la violencia institucional y la represión”.
Los participantes han subrayado el papel crucial del agua y la tierra en la vida y cultura de los pueblos indígenas, llamando a la protección de estos recursos frente a los intereses corporativos y gubernamentales. Se ha resaltado la importancia de la autonomía y la autodeterminación de las comunidades, y se ha denunciado la simulación y cooptación de las instituciones gubernamentales que, según se afirma, “han intentado desacreditar y desmovilizar la lucha indígena”.
A ello se suma una serie de acciones y movilizaciones que realizarán en los próximos meses en apoyo a las comunidades afectadas en todo México. La asamblea también ha anunciado la realización de la Sexta Asamblea Nacional por el Agua, la Vida y el Territorio en 2025, destacando la continuidad y el fortalecimiento de la resistencia. La fecha y lugar aún no lo han anunciado.
En un emotivo cierre, los asistentes reafirmaron su compromiso con la lucha por la vida, la justicia y la dignidad. Bajo el lema “Agua, Tierra y Libertad”, la asamblea ha dejado claro que la resistencia de los pueblos originarios sigue viva y activa, desafiando las estructuras de poder que han intentado someterlos a lo largo de la historia.
Fuente: Avispa Midia