Luis Enrique Ortiz

México es un exportador neto de jitomate, está entre los primeros diez del mundo, sin embargo el consumo nacional de esta hortaliza -la más producida en el pais- está por debajo del promedio mundial que ronda los 20 kilogramos al año por habitante.

La producción y consumo de jitomate junto con el maíz y el chile, es lo más ancestral de los mexicanos, pero con todo y siglos de entrenamiento, los grandes consumidores del rojo fruto de la milpa, siguen siendo Egipto y Turquía, sin duda Estados Unidos y más recientemente China e India.

Algo pasa con los mexicanos que han dejado las salsas de molcajete y licuadora, por productos embotellados altos en sodio y algunas fingiendo que son de chiltepin.

Urgen más comidas con tomate, pero no de Herdez, Valvita o Del Pato, sino fresco como Tú no tienes una idea, si es orgánico o agroecológico pues mucho mejor.

Unas entomatadas de queso y/o pollo deshebrado, con harta lechuga, más queso, cebolla curtida y si no te importa estar gorde, le dejas caer una media crema y si le cabe, un “shoot” de aguacate.

Una carnita asada con tres o cuatro salsas que lleven tomate, cuete de res entomatado, sopa de tomate y muchas ensaladas con cherrys, en especial -estos- para la gente fit.

El tomate rojo o jitomate, es 95% agua y formando una solución muy asimilable, van vitaminas A, B, C y E, en cantidades importantes, además minerales, antioxidantes y se le atribuyen propiedades preventivas de algunos tipos de cáncer.

Si te vas por la comida italiana para fomentar el consumo de la hortaliza más mexicana que existe, que sea menos pizza y más pasta con mucha salsa marinara. Y si hay vino, pues atríncate Matías.

Todos podemos producir tomate en casa, siembra con los primeros días de la Luna Nueva de noviembre, cuídalos del frío extremo y vas a tener tomates en febrero, marzo y abril, mínimo. Sin son agroecológicos, producidos con composta, mejor.

Publicado en: https://www.facebook.com/@luisenrique.ortiz1