Por: Rodrigo Arturo Rosas Cabrera
Algunos de los libros que tuve a mi alcance desde muy pequeño fueron lindas historias que me hicieron ver al mundo diferente.
Al decir lindas historias incluyo algunos de los manuales para la vida que han escrito grandes próceres de la construcción disidente que critican la forma global y hollywoodense de entender el capital, de concebir el neoliberalismo y de pensar la barbarie en la que me tocó nacer.
El “Manifiesto Comunista” por ejemplo, lo leí en mi primera adolescencia y seguro estoy de que no lo entendí correctamente, después hubo tiempo para ello. “La Montaña es Algo más que una Inmensa Estepa Verde”, logró cautivarme y trasladarme casi al punto en que sentí cómo iba avanzando y entrenándome en la guerrilla contra Somoza en la Nicaragua de mediados del siglo pasado.
En fin, la cosa es que a través de los libros y de mi propia educación en las inmediaciones de muchos personajes locales que no estaban o están de acuerdo con nuestro mundo actual y su conformación social, económica y política, también así me hice de algunos héroes (los reconocidos y los no tanto) que día con día iban influyendo en mis decisiones en la escuela, en la grilla, en muchas decisiones que me han logrado como soy hoy en día. Así, Sandino como el Ché, como el comandante Castro y hoy nuestro mejor presidente López Obrador, son pilares de la transformación más reciente que vive nuestra América Latina.
Y ahora sí, el tema que me tiene escribiendo estas líneas es la noticia que compartió uno de esos héroes y seres humanos que me da línea aún en la actualidad, el gran “Pepe” Mujica. Pepe ha dicho al semanario Búsqueda allá en su gran Uruguay que el cáncer que le fue diagnosticado el año pasado, se ha extendido a su hígado y que ya no hay tratamiento que lo ayude, por lo que está muriendo.
Pues a morir Pepe, te lo digo entre lágrimas porque perder duele, pero también te digo gracias por tus enseñanzas y porque han sido adoptadas por millones en el mundo. Te digo gracias porque en la contemporaneidad me diste una de las más hermosas imágenes al asistir al primer informe de AMLO, ahí, en primera fila con la sencillez que te caracteriza.
Te agradezco Pepe, tus comentarios, citas, textos y acciones, al lado de tu modestia que resulta de tu entrega a tu pueblo y a la humanidad van a ser legado. Vaya pues a morir en donde usted quiera, con los que usted defina y como usted decida, qué bien se lo ha ganado.