Extraído del Border Hub. Por Melva Frutos.
Claudia Arriaga Durán obtuvo el primer lugar del Premio del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Sur, un reconocimiento a su compromiso de profundizar en la cobertura de temas sociales e ir más allá de sus asignaciones diarias como periodista.
La reportera yucateca de 34 años –que el pasado 4 de abril recibió el reconocimiento en su edición 2022, por su reportaje Packs de México, la impunidad de un mercado en línea de explotación sexual en el sureste de México–, defiende con entusiasmo la inversión de tiempo y el esfuerzo extras que la investigación periodística requiere.
“Al final del día, creo que no es tanto por la empresa, sino por nosotros. Creo que esa es la parte que no hay que dejar de perder y que tampoco nos quiten esa pasión que uno tiene por hacer las cosas”, dice en entrevista.
Trabaja como reportera en MVS y como corresponsal de Milenio TV y la Silla Rota en Yucatán, pero además se toma el tiempo de participar en otros proyectos periodísticos.
Reconoce que la falta de tiempo y la precarización de la profesión son un argumento en contra de la investigación, pero insiste en que nada debe vencer el ímpetu y el poder que significa el periodismo para la sociedad.
“Porque creo que cuando uno ingresa los medios de comunicación, a veces queremos salvar al mundo o cambiarlo, y creo que eso no hay que perderlo; tal vez con los pies más firmes en la tierra y siendo conscientes de las posibilidades que tenemos de hacer cambios, porque sí los tenemos, es una realidad, a diferencia de otras profesiones. Tenemos también la ventaja de poder visibilizar estas cosas”, afirma la también fotoperiodista.
El pasado 11 de marzo publicó su primera investigación en el Border Hub como resultado de un trabajo de más de tres meses de investigación.
En el reportaje detalla, con datos y entrevistas, cómo es que un sitio web comercializa la intimidad de miles de mujeres adultas y menores de edad de la Península de Yucatán, a pesar de que desde el 2018 la página acumula 151 denuncias en su contra.
“Más de 5 mil mujeres, incluidas menores de edad, se encuentran en su ‘catálogo’ en la Península de Yucatán. Los administradores confían en que no serán atrapados y confirman que tienen contactos en las corporaciones de seguridad”, revela el artículo.
Desde que Claudia se graduó en 2011 de la Licenciatura en Ciencias y Técnicas de la Comunicación en la Universidad Interamericana para el Desarrollo, en Mérida, ha ido más allá de la nota diaria.
Para ella, el secreto para que un periodista o fotoperiodista ponga empeño y dedicación adicional a sus asignaciones, está en enfocarse en temas que brinden autosatisfacción, porque se refuerza el beneficio esperado.
“También creo que no hay que dejar de lado que, para hacer reportajes, tenemos que, creo yo, elegir temas que realmente nos apasionan. Tomar un compromiso que realmente vamos a cumplir nosotros como personas y también con las otras partes.
“Ya sea, si es corrupción, si es gobernanza, política pública, defensa del territorio. O sea, creo que hay muchos temas, pero tenemos que tratar de trabajar sobre temas que realmente nos apasionen para no dejar que nos gane el tiempo de la nota del día”, recomienda.
Predica con el ejemplo. A lo largo de los años, el trabajo de Claudia Arriaga se ha enfocado principalmente en revelar casos de violencia de género, derechos humanos y defensa del territorio.
Se ha capacitado arduamente para hacer un periodismo con perspectiva de género y Derechos Humanos.
En el 2021, cursó el diplomado de Derechos Humanos para Periodistas de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y ha participado en el programa “Respaldando nuevas alianzas para erradicar la violencia contra las mujeres en política y medios” de la IWMF y el National Democratic Institute (NDI).
Fue en 2020 que recibió una beca del proyecto de periodismo judicial Cosecha Roja y Proyecto Anfibia, especializado en “Violencia de género, crímenes de odio y ataques contra la comunidad LGTTBI”.
En el 2019 obtuvo una beca de la Fundación Thompson Reuters en periodismo de “Trata de personas y esclavitud moderna” para la producción del reportaje “’Packs de México’, la red de pornografía ilegal en la península de Yucatán”.
Y ese mismo año, fue beneficiaria de la primera convocatoria del Fondo Municipal para la Cultura y Desarrollo Sustentable del Ayuntamiento de Mérida, Yucatán, que le permitió producir la serie de cortos “Meridanas ante el espejo de la violencia” y en 2017, realizó el proyecto de fotoperiodismo documental “Feminicidio: Justicia a Medias”, el cual fue exhibido en varios puntos de la capital de Mérida, Yucatán.
Lamenta que exista la necesidad de abordar ese tipo de contenidos, pues afirma, eso no sería necesario si las fiscalías cumplieran la ley.
Entretanto, tiene el compromiso de seguir con esa agenda. Ese trabajo incluye el respeto y la empatía. “Porque creo que al final del día se trata de que, cuando uno toma un tema y se compromete a trabajar, lo tiene que hacer con el respeto y también con el trato digno que uno espera que le otorguen, si estuviera en sus zapatos.
“Nunca hay que dejar de lado el hecho de ser empáticos y pensar que, en algún momento dado, no sabemos cuándo vamos a estar de ese lado”.
Después de tomar el taller de periodismo de investigación en Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Sur, Claudia Arriaga postuló el tema que deseaba investigar, sin embargo, ya tenía un reportaje en curso en el Border Hub de la Frontera Norte, junto a otro compañero periodista.
“Hice las dos simultáneas, tanto en el norte como en el sur y afortunadamente en las dos me fue bien en el aspecto de que sí nos dieron el apoyo de producción”, explica.
Esto, aparte de su trabajo en los medios de comunicación en donde presta sus servicios.
La ventaja de ser corresponsal, aclara, es que organiza su tiempo y planea los temas en los que trabajará durante el día.
Es así que consiguió, además, recibir la mentoría que brinda el Border Hub para reforzar el desarrollo de las investigaciones, incluso, aun en un periodo que se contagió de Covid.
Entusiasta y echada para delante en sus propósitos, cuenta que en su trayectoria ya figuraban los reportajes de investigación, no obstante, aclara, esta vez hubo un amplio margen de mejoría en el proceso.
“Nunca había hecho la construcción a partir de tantas solicitudes (de información) de una base de datos, de comparar, pues los números, de darle una mejor lectura y forma. Si bien, sí las había hecho antes porque, pues sirve para sustentar lo que uno pública, no lo había hecho a este nivel, siento yo, de profundidad”, detalla la reportera.
Las técnicas de organización utilizadas, asegura, fueron “como una puerta mágica”, aunque al principio le pudieron provocar cierta pereza, “cuando ya lo empiezas a hacer te das cuenta de que es necesario y de que te facilita todo el proceso”.
Durante el desarrollo de la investigación viajó a distintos municipios de los estados de Yucatán, Quintana Roo y Campeche. Iba y venía en su automóvil para recoger los testimonios de las mujeres que fueron vulneradas en su intimidad.
Es usual para ella hacer coberturas fuera de su ciudad, principalmente cuando sus contactos en otros municipios le llaman para denunciar temas de Derechos Humanos, género, justicia y problemas del campo. Siendo freelance, toma la iniciativa de proponer el contenido y si es aprobado, hace el reporteo.
Enseguida de la publicación del reportaje “Packs de México”, una persona de Yucatán relacionada con la distribución de contenido fue aprehendida y vinculada a proceso.
“Durante el desarrollo del reportaje a esta persona todavía no se le giraba la orden de aprehensión, pero sí se había hecho un cateo que después de más de dos semanas resultó finalmente en un arresto. Creo que es un primer pasito al menos para quienes agreden”, explica.
Por otro lado, dice, desde el Poder Legislativo se ha prometido dar seguimiento al caso y las denunciantes ya han exigido tener acceso a sus carpetas de investigación.
“Entonces, vemos que al menos en el tema de visibilizar y de exigir, creo que poco a poco, y lento tal vez, no tan rápido como ellas quisieran o como uno quisiera, pero se está haciendo algo”.
Asegura que ya se sentía ganadora desde que le fue otorgado el apoyo del Border Hub para la investigación y posterior publicación, por lo que dice, con el Premio está doblemente feliz.
A quienes tienen “la espinita” de hacer investigación, insiste en que se animen, primero definiendo la vía por la que quieren especializarse, para dar el paso a la capacitación.
“No podemos estar en todo y creo que esa es una de las cosas que consideró yo que sí que me ha ayudado, el hecho de tener claridad hacia dónde quiero ir”, puntualiza.