Texto: Marlén Castro
Fotos: José Miguel Sánchez
—En tu nombre señor vamos a marchar¬, dijo un hombre de camisa blanca con una biblia en la mano izquierda pegada al abdomen. Automáticamente el resto de gente, la que tardó más de una hora en reunirse, se sumó a la plegaria e iniciaron la marcha para pedir paz a las autoridades estatales.
Eran las 10:15 de la mañana del jueves 8 de febrero, cuando el contingente de unas 100 personas salió de la estatua del Caballito, en el parque Margarita Maza de Juárez, dobló a la derecha, rodeó la entrada a la colonia Electricistas y se metió al carril Norte-Sur del bulevar Vicente Guerrero.
Así inició la marcha por la paz y la seguridad en esta ciudad que la mañana del jueves sumó cuatro días sin transporte público porque el primer fin de semana largo del año, del 3 al 5 de febrero, asesinaron a seis conductores de taxis, mixtas y urvans.
—“¿Qué queremos para Chilpancingo?”
—¡Seguridad¡ ¡Seguridad! ¡Seguridad! Contestaba el escaso contingente.
La marcha se internó al carril de alta velocidad de la Autopista del Sol. Durante el recorrido de unos seis kilómetros, hasta el punto donde doblaron para dirigirse al Palacio de Gobierno, del lado derecho del bulevar, vieron cuatro taxis con pasaje.
—¡Bájate, súmate! Les gritaron.
«¡Auxilio! Gob. Del Edo. ¡Nos están matando!» Decía una pancarta que portaba un transportista de unos sesenta años. Este señor dijo tener 40 años con su permiso de taxi.
«¡Gobernadora necesitamos trabajo!» Decía la pancarta de otro transportista, quien contó que lleva cuatro días sin llevar sustento a su familia.
En la marcha iban dos mujeres comerciantes de venta de chicharrones y palomitas. Las mujeres contaron que tienen hijos que mantener y si las niñas y los niños no acuden a las escuelas ellas no venden sus productos.
“Tengo miedo pero por amor a Chilpancingo me tengo que manifestar”, decía la pancarta de otro señor, un maestro jubilado que bajó de la colonia PRD para pedir paz. Dijo que leyó la convocatoria, que salió a invitar a sus vecinos, que éstos le dijeron que no irían porque temían por sus vidas y se vino solo, aunque traía temor.
Este señor durante la marcha gritaba a la gobernadora que se preocupara por la paz de los capitalinos y el sustento de cientos de familias, también que tuviera compasión por las familias que lloran a sus difuntos y aparte de eso no tienen recursos para comer porque las actividades están paralizadas.
El grupo de transportistas dentro del contingente aparte de que gritaba que querían paz y seguridad, también decían: —“Fuera la MUTOEG”. “Fuera”. “Fuera”. “Fuera”.
¿Por qué quieren fuera a la MUTOEG? Se preguntó a uno de los que gritaban. Todos los transportistas callaron.
Movilidad Unión de Transportistas y Organizaciones del Estado de Guerrero (MUTOEG), es la organización que aglutina a las uniones de transportistas de la capital y de otras ciudades del estado de Guerrero.
De acuerdo con uno de los transportistas, hace más o menos un mes y medio, aproximadamente a mediados de diciembre, los líderes de cada organización llamaron a los agremiados y pasaron la voz de que tenían que pagar una cuota de 1,000 pesos por concepto de seguridad. Junto con esta solicitud, la MUTOEG también les dijo que de ahora en adelante todos los vehículos de transporte público deberán estar registrados en el Registro Público de Vehículos (Repuve). Una gran parte, aceptaron, no están en ese listado.
De acuerdo con la misma fuente, la negativa a pagar esta cuota es lo que generó la violencia actual contra los conductores.
El escaso contingente llegó a la intersección del bulevar con la calle que baja al Palacio de Gobierno. Ahí bloqueo durante unos 10 minutos la circulación del carril Sur-Norte de la Autopista del Sol para una breve manifestación.
Pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador, a la gobernadora, a la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, los tres niveles de gobierno en manos del partido Morena, no dejar solo a Chilpancingo con el problema de la violencia y de las familias que no tienen ingresos por la parálisis económica.
En seguida bajaron al Palacio de Gobierno. En el trayecto, los encontró el titular de la Comisión Técnica de Transporte y Vialidad, Arturo Salinas Sandoval, quien les dijo que en el gobierno estatal querían escucharlos para hallar la solución. Pidió que formaran una comisión para dialogar.
-«Entramos todos o nadie», gritaron.
En una breve entrevista, en este punto, Salinas Sandoval aseguró que 30 por ciento aproximadamente del transporte público había reanudado actividades desde temprano. Se vio circular a taxis, los que encontró este contingente durante la marcha, pero ninguna Urvan o mixta.
A partir de aquí, Salinas Sandoval, formó parte del contingente.
En la entrada del Palacio de Gobierno se negaron a formar una comisión. Entraron todos.
Mientras negociaron, se notó que las oficinas gubernamentales no suspendieron labores. Este jueves que ya es el cuarto día sin transporte, salvo alguno que otro taxi, la gobernadora morenista Evelyn Salgado Pineda, no explica todavía a la ciudadanía qué problema hay con el transporte, por qué la gente tiene que quedarse encerrada en su casa, porque no hay unidades para moverse, y por miedo a quedar en medio de un fuego cruzado.
Unas horas más tarde, por primera ocasión, el secretario general de Gobierno, Ludwing Marcial Reynoso Núñez, dará la cara en un mensaje vía redes sociales. No explicará cuál es el origen del problema, pero pedirá calma a la ciudadanía y a los transportistas. Para tranquilizarlos dirá que no ha ocurrido ningún asesinato en las últimas 48 horas, que la ciudad está vigilada y que detuvieron a 14 sospechosos y decomisaron equipo como armas y cartuchos, además de autos y motocicletas.
La respuesta
Sólo unos veinte minutos estuvo el contingente de marchistas en la Comisión Técnica de Transporte y Vialidad. Los aproximadamente 100 marchistas salieron en tres grupos diferentes. El de las ciudadanas y ciudadanos contaron que lo que escucharon no les dio indicaciones de que el problema del transporte en la ciudad se resolvería pronto.
La propuesta que escucharon como solución al problema, hasta a ellos, que no eran transportistas, les pareció disparatada. Contaron que Salinas Sandoval propuso que una comisión de cuatro o cinco transportistas se integrara a un grupo de WhatsApp en el que mientras cubren sus rutas informen los puntos críticos y el gobierno y las fuerzas policíacas refuercen la seguridad.
—Obvio nadie quiso estar en un grupo así, quien lo haga corre peligro de morir por estar informando tal cosa—, contó el colono de la PRD.
Un segundo grupo estuvo conformado por transportistas viejos de la ciudad, los que refirieron al salir que la propuesta que escucharon de la autoridad les indicó que el problema del transporte no se resolvería en corto, porque no se resuelve con retenes y vigilancia en las bases y paradas.
El tercer grupo, el de los transportistas que gritaban «fuera la MUTOEG», dijeron que no llegaron a ningún acuerdo, pero que seguirían dialogando.
De acuerdo con esta tercera versión, este viernes a la una de la tarde, tienen un nuevo encuentro con la Comisión Técnica de Transporte y Vialidad.
—Después de mañana, veremos, dijeron—. Se fueron de ahí en sus carros particulares. Sus taxis, urvans y mixtas están guardadas en sus casas.
La MUTOEG
Una rápida búsqueda en redes sociales y en noticias de internet arrojaron que el líder de la MUTOEG, Arturo Godínez Alarcón, es uno de los 21 aspirantes morenistas al Primer Distrito electoral local.
Que en la anterior paralización de la ciudad, en agosto del 2023, cuando asesinaron y calcinaron a tres conductores del transporte público de la ruta de Los Angeles-Mercado, el líder transportista firmó los acuerdos con el secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, para volver a circular y que el transportista junto con la alcaldesa morenista Norma Otilia Hernández Martínez recorrieron la ciudad capital, en noviembre del año anterior, para mejorar las operaciones de seguridad implementadas por el Ayuntamiento.
En las redes sociales, como WhatsApp, circula una amenaza de muerte de Los Ardillos, uno de los dos grupos del crimen organizado con operaciones en la ciudad, contra Arturo Godínez Alarcón, a quien llaman empleado de Los Tlacos, el otro grupo del crimen organizado con dominio territorial, económico y político en esta parte de la entidad.
Publicado originalmente en Amapola Periodismo
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