Alejandro Valenzuela/Vícam Switch
A diferencia de su antecesor (que la historia lo reconocerá, cuando mucho, como un presidente de medio pelo), Claudia Sheinbaum pasó a la historia desde que tomó posesión porque quedará registrada como la primera mujer en asumir el cargo en toda la historia de México. Pero hasta allí las certezas, porque…
Que sea mujer, solamente aumenta la probabilidad de que sea mejor, pero no es una garantía; muchas mujeres han sido autoritarias, serviles, traidoras, corruptas y rateras.
Que tenga doctorado sólo demuestra que podría ser muy buena en un campo específico del saber, pero eso no la hace ni mejor ni peor gobernante (Carlos Salinas también tiene doctorado).
Que sea de las pocas personas en Morena que viene de la izquierda tampoco garantiza una política realmente de izquierda porque es muy probable que la política real (realpolitik) la lleve por caminos distintos a los que soñaron quienes derramaron su sangre por la libertad y la democracia en tiempos del priismo.
Ahí iremos viendo, si acaso sabe cómo desprenderse de la tutela de su progenitor político, qué proyectos impulsa: la democracia o el autoritarismo; el combate real a la pobreza o el mantenimiento de la clientela electoral; la transparencia o la opacidad; la división de poderes o su sometimiento; la honestidad o la corrupción; la democracia o el autoritarismo.
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