Iniciando el día después de una frustrada visita a la clínica del ISSSTESON ubicada en la Universidad de Sonora, que encontré cerrada por “ser día inhábil para los trabajadores del ISSSTESON”.
Por: Oscar Yescas

EPAMe dispongo a continuar con mis tareas de docente bajando tareas de mi correo electrónico, leyendo y evaluando para sacar promedios y definir quiénes serán los elegidos del señor para presentar examen global y quienes lo exentarán.
Pero antes de sumergirme en esta absorbente labor decidí continuar con mi otra tarea educativa: escribir en Facebook.
Dejo de lado momentáneamente la conclusión de mi artículo “El maestro luchando, también está enseñando” para tocar temas sobre los que siento presión para escribir.
El problema que enfrento es que hay tantos temas de los que quisiera hablar, tengo tantas cosas que decir que me falta tiempo, existen tantas injusticias sobre las cuales hay que alzar la voz, que representa una verdadera dificultad escoger un tema para empezar a desarrollar ideas y comunicarlas por escrito.
Finalmente me decido por la antidemocracia imperante en la Universidad de Sonora, por el principal problema que enfrentamos los docentes universitarios que es la unilateral modificación del Estatuto del Personal Académico realizada sin consulta alguna, sin participación de los universitarios, por las autoridades universitarias que violan impunemente los derechos laborales de miles de profesores universitarios.
En los últimos días ha habido una inusitada actividad en el campus de la Universidad de Sonora, con grupos de maestros (auténticos sindicalistas) que recorren la unidad centro, departamento por departamento, entregando documentación sobre los impactos negativos del EPA modificado y promoviendo la discusión para generar un consenso de rechazo a esta medida y exigir la suspensión total de la aplicación de este nuevo EPA, hasta en tanto no sea la comunidad docente quien se manifieste colectivamente sobre este asunto.
No he podido sumarme a esta actividad, por lo cual intento resarcir mi ausencia en estas brigadas con el uso de la palabra escrita sobre este asunto.
El problema de fondo es que somos más de 800 maestros que ocupamos plazas de tiempo completo, que tenemos una antigüedad mayor de 30 años laborando y que estamos próximos a jubilarnos.
En condiciones normales el procedimiento  a seguir sería que las plazas vacantes se sometieran a concurso de oposición, a través de los cuales un jurado de profesores elegiría a la persona más capaz, con mayor experiencia y mejor perfil para ocupar la plaza vacante y en consecuencia recibiría el nombramiento que dejó la persona que ocupaba esa plaza. Es decir si la plaza era de titular, quien gane la plaza quedaría como titular.
El detalle es que, si acaso se procediera a someter a concurso la plaza, con el nuevo EPA, el máximo nivel que obtendría una persona de nuevo ingreso sería de Asociado y no de titular. Con lo cual la Universidad se ahorraría una cantidad considerable de dinero, porque un profesor titular percibe mayores ingresos que un profesor asociado.
Pero la realidad es que con el nuevo EPA no se procederá así, ya que en los últimos años, las autoridades han procedido a violar sus propias leyes al no someter a concursos las plazas de los profesores de tiempo completo que se han desocupado por jubilación, pensión o defunción y han procedido a contratar maestros de horas sueltas, con lo cual se han ahorrado miles de pesos, que no se sabe a dónde han ido a parar.
Lo más probable es que las plazas de los más de 800 maestros jubilables que estamos próximos a desocupar, sean ocupadas parcialmente por maestros de horas sueltas, con lo cual las autoridades se ahorrarían miles de pesos mensualmente, por lo que se puede inferir que el fondo de la reforma del EPA es la reducción de pagos de sueldos, a costa del empobrecimiento de la educación en la Universidad de Sonora.
En un escenario improbable, pero no imposible, probablemente esas plazas vacantes se asignen unilateralmente a personas cercanas a las autoridades universitarias con lo que se ganarían su incondicionalidad y obediencia permanente ya que los nuevos maestros no cuestionarían las arbitrariedades que cometen y seguirán cometiendo las autoridades administrativas.
El asunto del EPA modificado es realmente grave, no se limita solo a la contratación, tiene muchas aristas que varios profesores no se han percatado hasta qué punto les perjudica su aplicación.
Debemos tener en cuenta que el EPA es el instrumento que orienta las actividades académicas, de desarrollo institucional, define el perfil del académico y sobre todo el tipo de universidad que queremos.
Actualmente la universidad de Sonora es una institución que tiene el lema “El saber de mis hijos, hará mi grandeza” y el perfil del académico (maestro de tiempo completo), tiene las funciones de docencia, investigación y extensión. Es decir, todo maestro de tiempo completo debe distribuir su jornada de trabajo desempeñando las tres funciones sustantivas, enseñar (docencia), investigar y difundir el conocimiento (extensión.
Con el nuevo EPA, no solo cambia la denominación del profesor universitario de maestro de tiempo completo (MTC) a Profesor Investigador de Tiempo Completo (PITC), cambia también la prioridad y enfoque de las actividades que realicen los profesores en su jornada laboral.
Privilegiarán la labor de investigación por encima de las labores de docencia y eliminarán las labores de extensionismo, con lo cual aumentará el distanciamiento entre la Universidad de Sonora y la comunidad sonorense al no atender ni dar respuesta a los grandes problemas sociales que padece nuestra población.
¿Investigar para qué? Para mantener un perfil y una productividad reflejada en la publicación de artículos en revistas especializadas (porque esto es lo que exige el nuevo EPA) que nadie lee, en el contexto de una sociedad donde crece la desigualdad social, donde los problemas sociales se agudizan, en la que el sufrimiento de millones de personas aumenta día a día, mientras que las autoridades se empeñan en separar a la comunidad académica de los problemas sociales y los presionan para convertirse e divas académicas, con grandes títulos de doctorado, pero con una grave miopía sobre la problemática social.
El problema de la modificación unilateral del EPA no es entonces un problema exclusivo de los profesores, afecta también a la comunidad sonorense, al ser ignorada, excluida y marginada de la atención de los académicos que pondrán mas atención, dedicarán más energía a encerrarse en sus cubículos para “investigar”, escribir, ignorando su función como docentes, olvidando que la Universidad de Sonora es autónoma, se sostiene con los dineros del pueblo sonorense y por lo tanto tiene un compromiso social con la población sonorense.
No nos extrañe que las flamantes autoridades que administran la Universidad de Sonora decidan de repente eliminar el lema que dio origen a nuestra Alma Mater “El saber de mis hijos, hará mi grandeza”, por otro que diga, “El saber de mis profesores aumentará sus ingresos”.