La gran puerta se abrió el pasado mes de octubre para dejar salir voces, sonidos y personal a la calle, al reencuentro de su público, de la gente que se identifica con sus programas, su música y la hacen una realidad, Radio Sonora salió para celebrar su treinta tres aniversario.
Por Sylvia Teresa Manriquez.
Todo comienza en la entrada de la que se ha convertido en mi casa. La aventura de comunicar inicia en su gran puerta de madera labrada que abre el camino a la diversidad de sonidos, de voces, historias, costumbres y tradiciones. Son treinta años de mi vida entrecruzados con treinta tres de existencia de Radio Sonora.
La gran puerta se abrió el pasado mes de octubre para dejar salir voces, sonidos y personal a la calle, al reencuentro de su público, de la gente que se identifica con sus programas, su música y la hacen una realidad, Radio Sonora salió para celebrar su treinta tres aniversario.
Las actividades del festejo incluyeron arte y entretenimiento; cada día se gestó la magia del sonido en los programas en vivo que reunieron a reconocidos artistas plásticos en exposición de sus obras, escritoras y escritores compartiendo su obra en vivo, música en todos sus géneros y las voces que cada día dan forma y sentido a esta estación cultural.
La presencia de la C. Gobernadora Constitucional del Estado de Sonora Claudia Pavlovich Arellano, dio realce a la celebración; en su discurso dejó clara la función de los medios de gobierno, principios que rigen el quehacer de Radio Sonora:
“Los medios del estado deben ser un reflejo fiel de los anhelos, sentimientos y expresiones políticas, intelectuales y culturales de la sociedad. Por eso Radio Sonora no perderá su esencia y seguirá estrechando vínculos entre los sonorenses a través de sus veintinueve repetidoras. También deberá ser un espacio público de dialogo y libertad de expresión que en lugar de construir gobierno construya ciudadanía para que sea un referente de nuestra vida democrática. Radio Sonora seguirá siendo nuestra radio, pero no la del gobierno sino la de las y los sonorenses de todos los municipios, de todas las ideologías, todas las maneras de pensar y de todas las expresiones culturales.”
A ella tocó reconocer la labor de quienes cada día aportan lo mejor de sí en esta institución, representados en la figura de Armando Moreno Gil, comunicador sonorense que ha laborado en la estación desde que fue creada. “Es un reconocimiento muy modesto, que no se equipara al esfuerzo que ha hecho durante treinta tres años, en Radio Sonora, se lo damos con todo nuestro cariño por todas sus contribuciones al quehacer radiofónico”, expresó la Gobernadora de Sonora.
Con innegable ansia de reencuentro, el personal administrativo, técnico y de producción salió a la calle, a la Plaza Hidalgo, en el Centro Histórico de Hermosillo, Sonora, para compartir como en los viejos tiempos con su público y constatar la preferencia de la gente que acudió a celebrar con Nuestra Radio un año más de trabajo constante.
Tocó a María Elena Verduzco, directora de Radio Sonora, ser la anfitriona de los eventos de celebración, en su mensaje destacó el trabajo del personal a su cargo:
“Si en cuestión numérica resulta significativo precisar treinta tres años, lo es aún más si refleja el esfuerzo y la dedicación de tantos hombres y mujeres que día a día ponen el mayor de sus esfuerzos y empeño profesional para darle a los sonorenses una radio con sentido diferente, una radio con sentido social, que atiende y promueve las expresiones de alto calado como es la cultura en todas sus manifestaciones.”
Radio Sonora es la radio de las y los sonorenses y también la radio de quienes allí laboramos. Desde su inicio ha sido escuela; en treinta tres años destacados comunicadores y periodistas han cruzado sus puertas para compartir en otros medios sonorenses la comunicación radiofónica. Decenas de personas han laborado y laboran en este noble medio entregando parte importante de su vida. Seres que aquí crecen, se fortalecen, forman familia y estrechan lazos de unión. Los pasillos de Radio Sonora celebran éxitos y lloran desaciertos como propios.
Este noble medio recompensa el aprendizaje y castiga los errores, la inmediatez no permite que pasen inadvertidos, el público siempre está escuchando, lo que obliga a una mejora constante.
Formar parte de un medio público es más que un mero trabajo para obtener el salario. Es una responsabilidad que se lleva tatuada en el ser, cuidar lo que se dice, cómo y en dónde se expresa; lanzar al espacio los pormenores del quehacer de las y los sonorenses en cada frase que se pronuncia al aire, y sobre todo, es la responsabilidad de mantener la misión por la que se creó Radio Sonora, el medio en el que se encuentran las voces y las vidas de quienes la sostenemos en el cuadrante: trabajadores, empleadas y radioescuchas. Por eso es la “Voz de la Cultura Popular”.